Las claves para ponerte al día con 'El Ministerio del Tiempo'
Son muchas las historias que giran en torno a El Ministerio del Tiempo y no siempre están relacionadas con la de España. Todos sabemos que "el roce hace el cariño" y nuestros protagonistas no iban a ser menos.
A continuación, te damos las claves para que puedas ponerte al día y afrontar todas las aventuras y desventuras que se nos vienen encima a partir de este jueves 1 de junio, a las 22.40 horas, en La 1.
Amelia, Julián y Pacino, un triángulo amoroso en el Ministerio
Cada uno libra su propia batalla personal. La de Amelia Folch empieza el mismo día en que se pone a indagar sobre su pasado. Claro ejemplo de que no siempre conviene saberlo todo. Esta joven universitaria de 1880 se encuentra cara a cara con su propia tumba y la única pista que obtiene es la frase de la lápida: "Tus padres, tu marido y tu hija te recordarán siempre". No tuvo que ser fácil.
Por si esto fuera poco, en una de las misiones en la que viajan a una residencia de estudiantes en el año 1923, alguien coloca una fotografía en uno de los baúles que está rebuscando, con el propósito de ser encontrada. Una imagen que lo cambiará todo ya que aparece casada junto a Julián. Sabe que no puede tratarse de un montaje porque la mantilla que lleva es de su abuela. Las mujeres de la familia la heredan con vistas a lucirla el día de su boda. La cosa se complica aún más cuando aparece una segunda fotografía. Esta vez, con una niña entre ambos.
En el caso de Julián Martínez, su vida se apagó el mismo día en el que murió Maite, su mujer. Nunca superó la pérdida. Molesto por jugarse la vida en cada misión e impotente por no poder cambiar el pasado para recuperarla, decide tomarse una "excedencia" y escapar a otra época en la que pueda ser útil. Siempre le ha gustado ayudar a la gente y es un buen médico así que decide echarse el petate al hombro y emprender un viaje a la Guerra de Cuba.
Éramos pocos y parió la abuela. La patrulla necesita un agente. Pacino, un inspector de policía de 1981, atraviesa una puerta secreta de su época en mitad de una persecución. Cuando apareces en un bar de 2015, pistola en mano y una ropa un tanto peculiar, la policía no dudará en reducirte. Así es como termina en el despacho de Salvador.
Pacino se convierte en el compañero de patrulla de Amelia y Alonso
Pacino pasa a ocupar el puesto de Julián en la patrulla. Bueno, en la patrulla y en el corazón de Amelia. El policía no puede evitar sentirse atraído por la inteligencia y el carácter de esta mujer.
Día a día, misión tras misión, van fortalenciendo su relación personal y profesional. Sus diferencias más que un obstáculo se convierten en un imán. Era cuestión de tiempo que terminaran dejándose llevar.
Amelia no es mujer de poner las cosas fáciles. Pero, después del bofetón que le suelta por robarle un beso, parece que la noticia de que el policía tiene que volver a 1981, le empuja a demostrar lo que siente por él. Si los pasillos del Ministerio hablasen...
Llegó el momento que todos estábamos esperando: el encuentro entre Julián y Pacino. Curioso que lo hicieran de aquella manera, justo cuando el médico regresaba a casa y el otro volvía a su época para evitar que su padre se suicidase con el divorcio. ¡Con lo mucho que le había costado salvarle! (Los más "ministéricos" recordaréis que ya se vieron las caras en una de las tantas excursiones por las puertas).
El que se fue a Sevilla, perdió su silla. La marcha de Pacino devuelve el tiempo perdido a Julián y Amelia. Ambos comprueban que siguen conservando ese extraño sentimiento el uno por el otro. Y en la boda de Ortigosa y Natalia tienen la excusa perfecta para bailar a la luz de la luna.
Pero toda acción en el pasado repercute en nuestro presente y, por ende, en nuestro futuro. Amelia se ha acostado con Pacino y esto hace que la historia cambie para siempre. Tanto es así que el bebé que sostenían juntos en la fotografía desaparece de la imagen. Ni puede ni debe guardar el secreto por más tiempo. Julián tiene que enterarse de todo.
Alonso, un gentleman del siglo XVI
Si existe un caballero de los pies a la cabeza, ese es Alonso de Entrerríos. Todo su mundo se pone patas arriba cuando le invitan a formar parte de El Ministerio del Tiempo. Un soldado de élite para quien la honestidad y el amor por Blanca, lo eran todo. Su sorpresa viene cuando, en pleno siglo XXI, se encuentra con una mujer idéntica a aquel gran amor que tuvo que dejar atrás. ¡Dos gotas de agua! Por eso, no duda en enfrentarse a unos guardias en plena manifestación para salvarla.
Suerte que Elena es abogada y acude a la comisaría para devolverle el favor. El flechazo entre los dos es inmediato. Una historia bonita pero con sus complicaciones. Él mantiene las costumbres del siglo XVI y ella es una mujer independiente y liberal. Por eso cuando le propone quedar como "follamigos", Alonso no termina de entenderlo. Él sabe que la quiere y nada como una cena romántica para dejárselo claro.
La patrulla tiene un trabajo peliagudo y es difícil que tu pareja asimile misiones secretas, desapariciones repentinas o que se presente Fadrique Alfonso de Castilla para batirse en duelo con tu amado en la boda de unos compañeros del Ministerio.
Para Elena, la confianza lo es todo. Después de lo que ha visto, tiene "miedo" a estar con Alonso, al que ve como un completo desconocido. El sentimiento de este hombre es tan fuerte que rompe su voto de silencio y le explica que viaja en el tiempo. Esta no le cree y desaparece de su vida. Pero, cuando se trata de un amor como el suyo, solo puedes volver a su lado.
Irene y Salvador, lealtad y traición a partes iguales
La historia de Irene se remonta mucho tiempo atrás. Sabemos que nació en los años 30, una época en la que a la mujer no se le ofrecía la posibilidad de destacar. Leiva, su maestro, la convirtió en uno de los mejores agentes del Ministerio.
Cuando estalla el caso de su instructor, que llevaba años encerrado en una celda de un castillo medieval, se quiebra por completo. Está cansada de que la Historia siempre se anteponga a la vida de los agentes así que decide rebelarse. Y, ¿qué mejor forma que convencer a sus compañeros para luchar por una buena causa?
La actitud intachable que ha mantenido todos estos años hace que Salvador le perdone y le traiga de vuelta al Ministerio. Aun con todo esto, Irene vuelve a dudar de la dirección. El hecho de que se consienta la desaparición de Julián y se pasen por alto ciertas cosas, le lleva a aliarse con Susana Torres para intentar crear un Ministerio más justo. Esto termina provocando el despido de Salvador.
Pero la codicia y la falta de inexperiencia en el "campo de batalla" terminan poniendo a Susana en su lugar. En una misión de 1918, Irene se contagia de gripe española. Su amor por ella le ciega y comete errores que terminan costándole la vida a algunos trabajadores y otros tantos, en situación crítica. ¡Incluido Velázquez! Salvador vuelve a ponerse al frente del Ministerio.
Este hombre no gana para disgustos. ¿Recordáis cuándo Felipe II le dispara a bocajarro en su despacho?
Irene, toda una rompecorazones
A Irene le encantan las mujeres y el arte de la seducción. De vez en cuando, tiene aventuras en sus viajes por el tiempo, que le hacen sentirse viva. Aunque cuando quiere, lo hace de verdad. Este fue el caso de Nuria, a la que perdió cuando se enteró quién era ella realmente.
Resulta increíble pensar que si Felipe II se hubiera salido con la suya cuando se coló en el Ministerio, Irene estaría casada con un hombre y no lucharía por su sexualidad. ¿Recordáis que otra mujer de armas tomar le abrió los ojos?
Más tarde, llegó su relación con Susana Torres. Cada vez que se cruzaban por los pasillos, sentían esa "electricidad". Lástima que los planes de la que fuera el enlace con la Presidencia truncasen su aventura. Irene siempre ha sido honesta consigo misma y con su trabajo. No podía dejarse llevar por un lío de faldas.
La última chica que se ha cruzado en su vida ha sido Rocío. La conoció en la boda de Ortigosa y Natalia. Y, ¡no perdió el tiempo! Desde el primer momento en el que le puso el ojo encima, supo que tenía que conquistarla, costase lo que costase. Ahora bien, ¿conseguirá que le dure esta relación o aparecerá alguna otra mujer en su vida? ¡Ya veremos!
Ernesto descubre que tiene un hijo secreto
Ernesto es un hombre acostumbrado a dirigir su vida con orden y organización. Todo cambia cuando descubre una carta en la mesa de Angustias que desvela un enorme secreto: tiene un hijo. El problema es que no lleva remitente. ¿Quién es la madre? Al principio, intenta encontrarla viajando por diferentes épocas pero termina dándose cuenta de que lo importante es conocerle.
En un primer momento, Javier no entiende porqué aparece ahora y qué quiere de él. Pero, poco a poco, termina ganándose el cariño de su hijo. Y es precisamente él quien, a través de uno de sus vídeos de Youtube, le invita a tomar algo el día de su cumpleaños.
¡Cómo nos gusta ver el lado más humano de Ernesto! En este caso, dejándose llevar por la pasión con Marisa, el nuevo enlace del Ministerio con la Presidencia. ¿Quién diría que en plena misión se pasaría con las copas y terminaría besándola en el sofá del despacho de Salvador? Una pena que la llamada de auxilio de sus compañeros les interrrumpiesen. ¿Volverá a darse la ocasión?
Lola y Mr. Walcott descubren el secreto de Darrow
La novedosa técnica de teletransportarse en el tiempo que ofrece Darrow era demasiado "bonita" para ser verdad. Los agentes que la utilizan se percatan de que su salud está pagando las consecuencias. Les está destruyendo por dentro. El primer síntoma es el sangrado por la nariz.
Mr. Walcott tiene que ser ingresado de urgencia en un hospital de Estados Unidos. Cuando Lola va a visitarle, le previene de lo que está ocurriendo pero ya es tarde. Esta tardará poco en darse cuenta de que es una de las afectadas.
La ex agente decide que ha llegado el momento de acabar con la empresa. Además, va a tomarse la justicia por su cuenta.
La historia de esta mujer siempre ha estado reñida. Fue una gran agente y nadie conoce mejor que ella las puertas y escondites del Ministerio. Quizá por eso cuando Salvador le encerró en una de las celdas del castillo medievo de Huesca, Irene le ayudó a escapar y le concedió el beneficio de la duda. Asimismo, recordemos que desde el principio siempre quiso contarle sus planes a Amelia para se uniera a ella. Toda mujer fuerte e independiente sabe reconocerse entre sí.
Una cosa está clara, en el Ministerio velan porque el pasado no se vea alterado por ningún tipo de cambio pero en lo que se refiere a quienes forman parte de él, "la historia cambia". ¿Qué futuro les espera a nuestros protagonistas esta temporada?