Generacion 2018
Emisión 14 de febrero de 2018 · La 2
Metrópolis se acerca esta semana al arte emergente gracias a una nueva edición de la Convocatoria de Arte Joven “Generaciones”, una consolidada plataforma de difusión del trabajo de nuestros jóvenes creadores convocada por La Fundación Montemadrid.
La exposición “Generación 2018”, comisariada por Ignacio Cabrero, reúne en La Casa Encendida hasta el 15 de abril, los diez proyectos ganadores de este año, trabajos que comparten una visión oscura del presente o el futuro, abordada desde diferentes perspectivas y disciplinas artísticas.
Comenzamos el recorrido por esta generación con Elena Lavellés (Madrid, 1981), que en la instalación Dark matter (2018), utilizando el carbón, el petróleo y el oro como referentes, pone en evidencia las consecuencias del desarrollo del capitalismo, los procesos de explotación de recursos humanos y naturales, las industrias extractivas y los procesos demográficos relacionados.
Por su parte, Irene Grau (Valencia, 1986) propone relaciones entre las tradiciones de la pintura monocroma y del género del paisaje, a partir de la idea de desplazamiento. En el caso de Ningún lugar en particular (2018), estudia la pintura como algo atomizado en un contexto determinado a través de una acción que consistió en viajar por diferentes lugares con un cuadro blanco que situaba en el lugar de otra pieza de decoración ya existente, para llamar la atención sobre todos esos otros elementos que acompañan al cuadro y que no existen en el contexto aséptico de una galería o museo.
Serafín Álvarez (León, 1985) recurre a los relatos de ciencia ficción para estudiar cómo este género ha representado la alteridad, lo otro, lo no humano o lo desconocido, a lo largo de la historia. En Generación 2018, presenta Umbral (2018), una videoinstalación en forma de cueva que alberga una ‘isla’ por la que se transita a modo de videojuego de acción. Para crear esta isla, ha ensamblado diferentes paisajes en los que se pueden encontrar referencias a relatos de ficción permitiendo así un ejercicio de intertextualidad que conecta al espectador con otras narrativas posibles.
La pieza de Fran Meana (Avilés, Asturias, 1982), Starter Cultures (2018), es un pseudodocumental de 8 minutos que cuestiona el sistema de producción actual y su premisa de alejamiento entre naturaleza y cultura. El proyecto se desarrolla en una fábrica de queso donde se evidencia cómo la labor invisible de microbios, bacterias, levaduras y hongos implicados en la fabricación del queso, se ve alterada al mover las instalaciones a una nueva localización. Esta alteración, extrapolable a otros muchos ámbitos, le sirve a Meana para repensar el sistema de trabajo y la producción planteando alternativas al modelo de desarrollo actual.
El trabajo de José Díaz (Madrid, 1981) gira en torno a la idea de ciudad y los trayectos que la transitan. En El sueño de la M-30 (2018), los lienzos dispuestos en la sala están conectados entre sí a través de una estructura que dibuja una especie de laberinto, y reflejan esa parte borrosa, abstracta, etérea y oscura que subyace de lo subterráneo de la ciudad. Como si de un videojuego se tratase, los cuadros, que aparecen en parte delimitados, van marcando una sucesión de niveles o pantallas.
El recorrido continúa con la compleja pieza de Antoni Hervàs (Barcelona, 1981), que estudia la abstracción performativa del dibujo y la pintura como algo informe, indefinido y en constante transformación. En Autogruta (2018) propone un circuito que conduce al espectador a través de la desfiguración del dibujo a partir de tres puntos clave: la cultura leather de California, la mitología griega y el activismo deportivo del Roller Derby.
Antonio Gagliano (Córdoba, Argentina, 1982) ha trabajado con materiales de la Oficina Española de Patentes y Marcas. En el vídeo Sistema Nacional de innovación (2018) se centra en los dibujos que acompañan a estos proyectos y sus creadores para investigar la relación que existe entre estos diseños y la materialización de la propiedad. Para ello recupera algunos prototipos del pasado que nunca llegaron a materializarse, y los pone en diálogo con proyectos más contemporáneos estableciendo así una suerte de conversación para hablar sobre futuros posibles.
El proyecto de Lola Lasurt (Barcelona, 1983) recrea el viaje que realizaron el pintor asturiano Darío de Regoyos y el poeta belga Emil Verhaeren en 1888 por diferentes pueblos de España que aparece reflejado en el libro La España Negra (1899). La pieza Duelo por La España Negra (2018) recoge pinturas y material videográfico sobre planchas de zinc, que documentan el viaje realizado por la artista en la actualidad viendo las similitudes y diferencias con respecto al viaje original que realizaron Regoyos y Verhaeren por La España Negra.
Marco Godoy (Madrid, 1986) explora la idea de autoridad como construcción a partir de elementos simbólicos e imágenes que funcionan como catalizadores para cimentar su legitimación. A través de varios collages de imágenes y una columna desprovista de sus símbolos originales, Godoy investiga las relaciones que se establecen entre el valor simbólico de los objetos y su valor real.
Terminamos el recorrido por Generación 2018 con El Heredero (2018), la pieza de Levi Orta (La Habana, Cuba, 1984) perteneciente a la serie Que se joda el proletariado, yo quiero ser el pintor oficial de la familia Gunther, un proyecto en el que el artista busca ser el pintor de cámara del perro más rico del mundo, Gunther IV, heredero de la fortuna de la Condesa alemana Karlotta Liebenstain. Con esto explora las nuevas relaciones de poder y dominación, así como las lagunas del sistema que permiten estos casos que, en ocasiones, esconden prácticas de dudosa legalidad para encubrir evasión fiscal.
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Exposición Generación 2018 | Hasta el 15 de abril de 2018 | La Casa Encendida (Madrid)