Teatro Real: las mejores notas
- Cumple 2 siglos desde su fundación y 20 años de su reapertura como Teatro de la Ópera
- El Teatro Real de Madrid se autofinancia en un 75% con la venta de entradas y patrocinios. El 25% restante proviene de subvenciones públicas
- En la última temporada acudieron al Real más de 330.000 personas
- #CRTeatroReal
- Guion: Fátima Hernández
- Realización: Ángel Navarro
- Imagen: Alejandro Coves
- Sonido: Alberto López
- Montaje: Quino Alonso Diéguez
- Sonorización: Alberto San Agustín
- Producción: Ana Pastor/Lourdes Calvo
La ópera te atrapa. Parece un espectáculo inalcanzable, difícil, un arte para privilegiados. Pero al acercarte a ella, te recompensa, se descubre algo único y emocionante. El gran tenor y barítono Plácido Domingo se conmueve al explicar al programa Crónicas de TVE, que “tenemos un público al que siempre le ha gustado la ópera, pero hay un público que la está descubriendo y eso es muy importante”.
Ese, precisamente, es el objetivo que se ha marcado el Teatro Real de Madrid en el doble cumpleaños que está celebrando, que la ópera sea un arte para todos, no para un grupo de expertos. El Real concluye durante 2018 las celebraciones programadas con motivo de los 200 años de su fundación, en 1818, por el rey Fernando VII y los 20 años de su reapertura, como Sala Operística, en 1997.
Mientras haya sensibilidad, explica Plácido Domingo, la ópera será eterna y el público de Madrid escoge la belleza del sonido.
El montaje de una ópera requiere disciplina, constancia, dedicación, horas y horas de trabajo, sacrificio, concentración… Un gran equipo de profesionales se mueve alrededor de la preparación de una ópera. En La Bohème de Puccini por ejemplo han trabajado casi 500 personas. Una de las figuras claves es el director musical. El maestro Paolo Carignani nos cuenta que cuando un joven aspirante a dirigir una orquesta le pide consejo, contesta: “intenta cruzar una calle llena de coches y ruido, mira a la cara de un conductor, si se para y te deja pasar puedes ser director de orquesta”. Cuando le vemos ensayar con la orquesta, los músicos están atentos y reaccionan a los movimientos de sus manos como si fueran sólo uno. Dirige con la batuta, pero también con sus ojos y su expresión corporal.
Hemos tenido la suerte de poder grabar muchos días en el Teatro Real, nos han acogido como parte de su equipo. Nos podemos mover por las salas de ensayos, caracterización, patio de butacas. Inés Tostón de Comunicación nos abre todas las puertas. Es una apasionada de la ópera y se ha convertido en nuestra principal aliada, aunque nos ha bautizado como el “equipo pesadilla”. Lo queríamos grabar todo, siempre había una nueva actividad interesante y siempre se nos dio un sí. El Teatro es como una ciudad. Por ejemplo la Sección de Sastrería y Caracterización ocupa toda la quinta planta. En los talleres cortan patrones, cosen trajes, hacen pelucas, prueban…“y lo mágico, aparte de transformar a una persona que puede ser una persona corriente en una princesa, en una Valquiria, en una Tosca, en una Carmen” nos asegura Ovidio Ceñera, jefe de Sastrería y Caracterización, es el contacto tan estrecho que tienes con los cantantes. Viven en Rusia, en París, en Canadá y cuando vienen se encuentran completamente solos, la persona con la que cogen confianza y la persona que les da seguridad es la persona de Sastrería y de Caracterización.
Los últimos 20 años han sido años de esplendor. El Teatro se ha llenado de ópera. En la sección de Utilería preparan decorados y cualquier elemento que se necesite en el escenario. Muchos de sus trabajos partieron de pequeñas maquetas que ahora conservan como auténticos tesoros.
Estar detrás del telón como observador es una suerte. Mirar entre bambalinas y ver el movimiento de los solistas y del coro, una oportunidad. El equipo de esta Bohème es especial, no paran de trabajar y se sienten orgullosos de lo que hacen. Han pasado días y semanas. Los trabajadores del Teatro nos reconocen y saludan por los largos pasillos, no nos preguntan. Ya no nos perdemos para llegar a los camerinos o las salas de Orquesta y Coro. Sentimos la emoción, la pasión, la fuerza de artistas de talla mundial a nuestro alrededor. El ambiente te arrastra y se contagia. La recompensa para ellos el aplauso, para nosotros, que Inés el último día de grabación, en un descanso de ensayo general nos dijera que ya echaba de menos a “su equipo pesadilla”. No habíamos pedido una nueva entrevista ni un permiso para meter el dron en otro sitio. Si ustedes se emocionan y disfrutan de nuestro trabajo, es porque los protagonistas son el equipo del Teatro Real y sentiremos una leve caricia del aplauso que sólo a ellos corresponde.
En el reportaje también hemos contado con la participación del Ballet Nacional de España. Podrán asomarse con nosotros a una clase de clásico previa al ensayo de la obra “Sorolla”, en la que participó su director Antonio Najarro como un alumno más.