Camino a Huntsville
- En Portada entra en las cárceles de Texas
- Huntsville es sinónimo de cárcel, sinónimo de ejecución. Es la capital presidiaria del estado.
Todos los tejanos tuercen el gesto cuando les comentas que estás alojado en un hotel en Huntsville. La ciudad pionera del sistema penitenciario tejano es un lugar silencioso y desangelado. Allí viven –básicamente- funcionarios de prisiones, policías, universitarios especializados en criminología y familiares de presos. No es una ciudad divertida.
Pero Huntsville es una ciudad muy interesante, por única. Tiene siete cárceles. Su historia está unida a las rejas. Aquí montaron la primera prisión las autoridades de la recién nacida República Independiente de Texas, allá por el 1842. Sus tres primeros presos fueron un asesino, un ladrón de ganado y un ladrón de caballos… Pero eso ya fue en 1849, cuando los texanos ya habían decidido unirse a Estados Unidos de América.
Y esa prisión sigue en pie. Se llama Walls Unit por sus altos muros de ladrillo rojo. Y es el emblema de la densa política penitenciaria texana. En un rincón al este del recinto se encuentra su sala más conocida, la death chamber, el lugar en el que se tumba al preso en una camilla y se le inyecta una mezcla de tres componentes químicos (tiopental sódico, bromuro de pancuronio y cloruro de potasio) que acaban con su vida.
Tiene cuatro metros de ancho por ocho de largo. Sobre la camilla, el preso tiene un micrófono para pronunciar sus últimas palabras. Cerca hay un teléfono, por si al gobernador se le ocurre conmutar la pena capital a última hora. A un lado tiene una vitrina a través de la cual puede elegir entre ver a sus propios familiares (si deciden asistir) o a los familiares de su víctima (que suelen asistir).
Y Huntsville nos lo mostró alguien que conoce bien la ciudad. Jorge Renaud pasó muchos años encerrado en sus prisiones y con nosotros recorrió sus calles con el estómago revuelto.
No le resultó fácil recordar cómo se vivían en el interior de la Walls Unit esos días en los que poco antes de las seis de la tarde todos los presos guardaban un respetuoso silencio… El silencio que preludiaba la ejecución de uno de los suyos.
FICHA TÉCNICA
GUIÓN
José Antonio Guardiola
REALIZACIÓN
Susana Jiménez Pons
PRODUCCIÓN
Ana Pastor y Lourdes Calvo
IMAGEN Y SONIDO
Fernando Rodríguez Cano, Carlos Dias Oliván y Fernando Romera
MONTAJE
Javier mula
GRAFISMO
Paco Diaz
SONORIZACIÓN
Senen Feito