La Chana
- En los años 60, 70 y 80, La Chana fue una de las más grandes estrellas del mundo del flamenco
En los años 60, 70 y 80 La Chana fue una de las más grandes estrellas del mundo del flamenco. La bailaora gitana autodidacta irrumpió en los escenarios en plena edad dorada del flamenco, deslumbrando el público gracias a su estilo innovador caracterizado por sus novedosas combinaciones rítmicas, nada tradicionales, y por su velocidad, expresión y fuerza sin precedentes.
Sus actuaciones se anunciaban en colosales carteles alrededor de todo Madrid. Peter Sellers, con el cual actuó en la película The Bobo (1967), la invitó a Hollywood. Pero nunca fue.
Repentinamente, en la cúspide de su carrera, desapareció de los escenarios.
Siguiendo el backstage de la última importante actuación de La Chana, en 2013, se desenmaraña la historia de una vida turbulenta para revelar el secreto que truncó su prometedora carrera: fue víctima, durante 18 años, de abusos domésticos por parte de su primer marido.
LA CHANA no trata sobre una vida que pudo haber sido, sino de la increíble fuerza de La Chana que le permitió superar las complicadas circunstancias de su vida. Es una historia sobre los procesos de creación y su fuerza, sobre el amor, la amistad y la reinvención. La Chana nos lleva a la esencia de su pasión, revelándonos una historia poética e inspiradora, cristalizada en los inevitables conflictos de una vida extrema y contradictoria; entre el artista encima del escenario y la mujer detrás del telón.
Gracias a una amiga en común, la flamencologa y músicologa Beatriz del Pozo, conozco a La Chana en el 2012 y en seguida iniciamos el proyecto documental. A medida que me empieza a explicar su historia de vida, empieza también a exponer las conexiones entre su necesidad de crear y las duras circunstancias vitales por las que pasó. La mujer poderosa en el escenario se yuxtapone a una mujer con las alas cortadas detrás del telón. La Chana se encuentra en un momento de su vida donde se enfrenta a su vejez y a la imagen de mujer y bailarina que una vez fue. Su particular confrontación con esta situación la hace aún más bella e impresionante como personaje.
La historia de La Chana destaca una serie de temas que tienen tanta relevancia actual como atractivo universal. La Chana sigue encontrando la fuerza para afrontar su realidad y la clave de su perseverancia interior tiene sus raíces en la danza. A medida que se acerca el fin de su capacidad física para bailar, La Chana tiene que volver a definirse a sí misma. En su viaje, nos acerca y nos desafía a reflexionar sobre temas como el envejecimiento, la pérdida inminente de alguna cosa que te define y que te gusta, la aceptación y la reinvención.
LA CHANA es una apasionada historia de amor de una mujer por su arte, un arte que la levanta en los momentos más oscuros. La bailaora nos lleva a su mundo de creación en profundidad, un mundo en el que desafía su espíritu para elevarse por encima de las limitaciones de su cuerpo.
La historia de La Chana –su personaje, la exteriorización de sus emociones a través del baile, su rol y posición respecto a las mujeres de su propia comunidad– tiene todos los elementos necesarios para ser impactante.
Siento la necesidad de explicar esta historia porque creo que puede inspirar a la gente en todo el mundo, especialmente a quien se encuentra en situaciones difíciles y necesitan encontrar las semillas para cultivar su fuerza interior al máximo.
La Chana, alma flamenca
La Chana nació en la extrema pobreza en un barrio de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona), en 1946. Descubrió su pasión por el flamenco a una emprana edad. Empezó a bailar desde niña a pesar de las reticencias de su padre por esta profesión, “insana” para una mujer. Para perseguir su sueño y escapar de la desaprobación de su comunidad se casó con un guitarrista flamenco gitano de Santander.
Él se volvió violento inmediatamente y ahí empieza el círculo vicioso: La Chana canalizaba sus penas, aislamiento y soledad en el baile flamenco fascinando al público de todo el mundo mientras ascendía al estrellato. Cuanto más en la sombra deja La Chana a su marido, más violento se vuelve él, y después de 18 años de abusos e intimidaciones, La Chana llega al punto de abandonar el escenario en el momento más alto de su carrera profesional.
Pocos años después, cuando el marido de La Chana pensó que ésta nunca podría recuperar su carrera, la abandonó junto a su única hija
Nuria, dejándolas sin nada. Para poder sobrevivir, La Chana volvió a bailar y el escenario se convirtió nuevamente en su campo de batalla para demostrar su valentía y volver a levantarse por encima de sus derrotas profesionales y personales.
Llevó su cuerpo hasta el límite y su carrera despegó de nuevo cuando empezó a recorrer el mundo con la compañía La Cumbre Flamenca.
La Chana se esforzó por recuperar la posición que había perdido dentro del mundo del flamenco.
Durante este proceso, luchó por conseguir que su cuerpo envejecido alcanzara la creatividad de su mente, destruyendo a la vez su físico. Su misión de volver a llegar a lo más alto fue detenida por otro hombre. Cuando La Chana se enamoró de Félix, un pescadero payo, decidió retirarse definitivamente.
Ahora, 23 años después, La Chana y Félix siguen casados y llevan una vida tranquila en Dosrius, Cataluña. Con Félix, La Chana ha encontrado la paz en su vida personal. Aunque todavía sigue frustrada por el giro que tomó su vida profesional. Debido a la artritis en la rodilla y una lesión en la espalda, La Chana ya no puede bailar adecuadamente. Aunque, de alguna manera, todavía lo sigue haciendo a pesar de tener que entarse para poder actuar. Pero esto no aplaca la artista que vive en ella.
Cuando La Chana profundiza en su pasado, cada átomo de su cuerpo vuelve a la vida. Volviendo a contar su historia revive sus sueños de niña, nos lleva en un viaje íntimo a través de sus altibajos como estrella del flamenco. Nos enseña sus emociones como mujer, madre y gitana concentrados en una necesidad vital: la creación del flamenco.