Princesas esclavas
- La trata de nigerianas a Europa para su explotación sexual se ha disparado en los últimos años. Entre ellas, cada vez hay más menores
- Víctimas de trata cuentan a En Portada cómo las han esclavizado y cómo funciona la mafia que las fuerza a ejercer la prostitución
Sueñan con ser princesas, escapar de un destino que las condena a la miseria. Aspiran a sacar a flote a su familia en Nigeria, a llevar una vida como la nuestra, ni mejor ni peor. Una señora que ha prosperado en Europa se les acerca con una promesa: tú también puedes, sólo tienes que emigrar, te pagaré el viaje y con tu trabajo allí me devolverás el dinero. Pero antes siquiera de poner un pie en Europa, empieza la pesadilla.
Durante la entrevista, Jennifer no deja de tocarse las trenzas. Ese tic nervioso y unos ojos que brillan más de lo normal son los únicos gestos que traslucen parte de un sufrimiento que no alcanzo a imaginar. Con sólo 18 años, Jennifer es un alma vieja. Quería salvarse y encontró el infierno.
Viaje de vida o muerte
Así lo definen quienes lo han hecho. Muchas jóvenes nigerianas migran a Europa sin saber que acabarán esclavizadas en cualquier esquina de nuestras calles. Entre ellas, cada vez hay más menores. Hacinadas en vehículos 4x4, atraviesan el desierto de Níger y zonas controladas por grupos yihadistas. Si alguna persona se cae, no se detienen a recogerla.
Al llegar a Libia, estado fallido, a algunas de ellas las llevan a las llamadas “connection houses”. Allí las fuerzan a prostituirse, como parte del pago por la migración. A otras, cuando intentan cruzar el Mediterráneo, las detienen y las llevan a una prisión en las que también las someten a todo tipo de vejaciones y a violencia sexual. Las víctimas se refieren a su paso por Libia como un infierno.
Hay salida
Princess sabe que hay salida. A ella también la engañó una señora elegante y rica, que le prometió un empleo en un restaurante en Italia. Al llegar, la maquillaron, le compraron ropa sexy y la mandaron a hacer la calle. Cuando se negó, le abrieron la cabeza. Tuvo que prostituirse durante meses, hasta que conoció a Alberto y le contó su historia: “No somos prostitutas, somos esclavas” Con su ayuda, Princess escapó y formaron la ONG PIAM, que ayuda a las víctimas de trata a salir del círculo de la esclavitud. Ellas la llaman “Mamma África”.
No son los únicos que trabajan cada día para que estas chicas tratadas y maltratadas encuentren la puerta de salida. En Pescara, en el este de Italia, la asociación On The Road también ha rescatado de la calle a centenares de víctimas.
El coraje de contar su historia
Princess, Jennifer, Blessing, Lilian, Happy Joy y Tessy han tenido la valentía de contarnos su dolorosa historia. Su cuerpo y alma esclavizados resurgen con la fortaleza de quien ha logrado romper sus cadenas. Algunas de ellas contribuyen con su trabajo a luchar contra la trata. Todas, con su relato, empiezan a soltar los eslabones que atenazan a otras víctimas.