Los momentos mLos momentos más complicados de Arantxa Sánchez Vicario
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- Todo sobre la saga Sánchez Vicario
La séptima entrega de Lazos de sangre se adentra en la saga Sánchez Vicario para hablar de la vida de Arantxa. La tenista ha sido la protagonista del prime time del jueves, en La 1. Coral Bistuer y Mónica Pont, dos grandes amigas suyas, han contado cómo vivieron ellas, la relación familiar entre Arantxa y sus padres.
La deportista está actualmente pendiente de la demanda de divorcio con Josep Santacana. La mujer que consiguió poner a España en el punto de mira del tenis femenino, está pasando por duros momentos. El matrimonio con su segundo marido fue el inicio de una ruptura familiar que terminó con la publicación del libro, 'Vamos Arantxa' donde habla sobre la presión de padres: "Conmigo han ejercido un control y una protección que me han anulado en muchos momentos cruciales de mi vida", confesó en una entrevista.
Una tenista profesional
El tenis ya estaba presente en la saga familiar. Su primer entrenador, Andrés Gimeno vió el potencial de Arantxa y la familia decidió volcarla en ese deporte. A los 13 años, ganó el campeonato de España y con ello una beca para estudiar en la escuela alemana de Málaga. Fue uno de los momentos más difíciles para la tenista. Ella confesó sentirse muy sola porque nadie hablaba español. En sus memorias revela que inclusó intentó fugarse varias veces.
En algunas entrevistas, Arantxa confesó que los peluches y mascotas son clave para ella. Antonio Rossi ha remarcado que la soledad de la tenista era muy grande: "Arantxa dice que su fiel compañero en esa vida fue un peluche, Bugs Bunny. Le hablaba y dice ella que incluso, le contestaba". Esta disciplina la convirtió en la ganadora del Roland Garros con 17 años, rompiendo todos los récords de precocidad. Ese fue el momento que marca un antes y un después en su vida.
La protección familiar
La madre de Arantxa, Marisa, tuvo que dejar de trabajar para poder acompañarla a todos los torneos. Desde pequeña siempre ha estado rodeada por sus padres, la protegía al máximo. El mundo del tenis feminino era una amenaza para la familia y los padres de Arantxa se preocupaban por ella. Esto se reflejaba en la forma de vestir. Arantxa se cansó y decidió hacerse un cambio radical. En una entrevista recordó una anécdota en la que la confundía con un chico por la ropa y el pelo corto. "Era una forma de someterla, que esté fea y mal vestida y que nadie la mirase", afirma la periodista Beatriz Cortázar.
Los problemas económicos
Para su familia, la tenista debía centrarse en su éxito y por ello, su padre, Emilio Sánchez se encargó de toda su economía. Klaus Hofsäss, director del colegio alemán en el que estuvo la tenista ha confesado en el programa que "las chicas no piensan en dinero, sólo piensan en ganar, ganar y ganar". Sin embargo, esto no le preocupaba a la tenista hasta que un día, Hacienda le reclama los impuestos correspondientes entre 1989 a 1993. Arantxa lo veía normal pero cuando le pregunta a sus gestores se da cuenta de que no figuraba en sociedades en España. "Ella comentó que sus hermanos se beneficiaban de todo lo que había ganado", recuerda Mónica Pont.
El fin de la saga
El dinero fue una causa para la ruptura familiar. Sin embargo, el detonante fue otro distino: Josep Santacana. El joven que conquistó a la joven tenista, no era de agrado para el resto de la familia. Josep se convierte, tiempo después, en su marido. Se casaron en 2008 por lo civil. "Arantxa se estaba loquísimamente enamorada. Tan enamorada que no había nadie más alrededor. Ella no necesitaba a nadie más", declara Coral Bistuer, amiga de Arantxa.
Tan grande era la desconfíanza de Marisa y Emilio que no se sabía si acudirían a la boda hasta ese mismo día. "Arantxa lo que buscaba con este matrimonio era tener la familia que no había tenido", dice María Eugenia Yagüe. Siete meses después nacía su primera hija, Arantxa.
La tenista publicó su libro, 'Vamos Arantxa' y su familia terminaba por separarse.
La muerte de su padre
En 2016, Emilio Sánchez fallece y Arantxa acude al tanatorio junto a Josep Santacana para despedirse de su padre. Fue, sin duda uno de los momentos más difíciles para la tenista. Su hermano, Javier Sánchez, veta a su hermana la entrada al ver a su cuñado. “Si Arantxa va al tanatorio sin Santacana, las cosas hubieran sido más fáciles. Pero ella siempre quiso anteponer a Santacana”, ha declarado Beatriz Cortázar.
Esta pelea fue el motivo por el que la tenista no acudió al entierro de su padre. Sin embargo, amigos cercanos a ella creen que a día de hoy, se arrepiente. “Estoy convencida que Arantxa a solas, mirándose al espejo, en la oscuridad de la noche con su almohada, se arrepiente de no haberse despedido de su padre”, ha destacado Coral Bistuer.
Arantxa descubrió sobre su marido una posible infidelidad y una reclamación del banco de Luxemburgo de 7,5 millones de euros. La tenista contó que su marido era quien controlaba el dinero. “Tanto criticarlo, tanto hablar, tanto advertirla, pues parece que algo de razón tenían sus padres”, ha confesado Antonio Rossi.
Esta situación ha supuesto un acercamiento entre Arantxa y su familia. “Me alegro enormemente. Parece ser que ha vuelto a retomar una relación con sus hermanos y con su madre, me alegro mucho de eso porque Arantxa estaba muy sola”, ha confesado Mónica Pont.
Después de años batallando sobre las pistas de tenis, Arantxa Sánchez Vicario se enfrenta a la lucha más grande, reconstruir la relación con su familia.
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