Enlaces accesibilidad

La resiliencia

  • A veces la vida nos sorprende con malas noticias o situaciones traumáticas
  • ¿Cómo podemos sobreponernos a esos golpes?
  • Más consejos de psicología y bienestar en nuestra web

Por
La resiliencia

La vida es una escalera, intentamos mejorar y progresar (no solo a nivel económico sino emocional, familiar, etc.) y mantenernos en lo más alto. Pero en ocasiones tenemos que enfrentarnos a situaciones traumáticas o malas noticias que pueden hacer peligrar nuestro estado de ánimo. En ese momento entra en juego nuestra capacidad de resiliencia y te vamos a explicar cómo puedes mejorarla.

Cómo afrontar los golpes de la vida

Es inevitable. Tarde o temprano, en un contexto o en otro de nuestra vida, vamos a sufrir un revés, recibir una mala noticia o incluso pasar por una experiencia traumática que van a poner a prueba la resistencia de nuestro estado anímico. Ante eso podemos reaccionar de dos maneras: podemos hacernos las víctimas y recrearnos en nuestro malestar o ser más prácticos y adoptar una postura más proactiva para salir de esa situación. Y para conseguir hacer eso es fundamental tener en cuenta ciertas cosas.

Por ejemplo, intentar rodearse de gente positiva. Cuando tenemos una dificultad y nos apoyamos en las personas de nuestro alrededor es muy importante que sean gente capaz de hacernos ver las cosas con positividad y de darnos la fuerza para reponernos, no de gente tóxica que conseguirá todo lo contrario.

¿Y cómo podemos controlar las situaciones de ansiedad? Ciertas técnicas, como ya hemos explicado antes en Saber Vivir, nos pueden ayudar a manejar los nervios y el estrés. Por ejemplo a través del control de la respiración, mediante relajación...

También es muy importante buscar la manera de motivarnos, ¡no te desanimes! Todo depende en gran medida del enfoque que le des a las cosas. Así que si por ejemplo hemos recibido un golpe en el ámbito laboral podemos intentar centrarnos en la vida familiar, o a la inversa.

La resiliencia

Es fundamental que intentes mirar hacia delante y no te estanques en lo que ya ha sucedido y no se puede cambiar. Conoce tus emociones, respétalas y no tengas miedo de expresarlas. Estar triste o llorar no es una debilidad, no te sientas culpable por necesitarlo en un momento puntual. Ese proceso de remontar y sobreponernos a los momentos difíciles en nuestra vida es lo que en psicología se conoce como resiliencia.

Pero no se trata solo de superarlo sino de salir de esa experiencia como personas renovadas y mejores que las de antes. Ya que es inevitable vivir situaciones de este tipo, trata de tomártelo como un aprendizaje para crecer, hacernos más fuertes y resistentes. Y sobre todo más hábiles gestionando nuestras emociones, algo que cada vez somos más conscientes de la gran importancia que tiene.