teamLab
Emisión 20 de mayo de 2019 · La 2
El mundo digital se ha convertido en una herramienta de experimentación que ofrece un universo de posibilidades infinito en el ámbito audiovisual. Arte, tecnología, diseño: teamLab (https://www.teamlab.art/) es mucho más que un colectivo de artistas digitales, es un ambicioso proyecto interdisciplinar que reúne a más de 400 profesionales con un fin común: explorar y entender el mundo a través del arte. Son además los responsables de fundar el primer museo de arte digital del mundo, el Mori Building Digital Art Museum, en Japón.
Metrópolis dedica un capítulo monográfico a este colectivo japonés fundado en 2001 por un grupo de estudiantes liderado por Toshiyuki Inoko, con motivo de su reciente exposición en el Espacio Fundación Telefónica de Madrid (disponible hasta el 1 de septiembre - https://espacio.fundaciontelefonica.com/evento/teamlab/).
teamLab, laboratorio de creación
Lo que empezó como un laboratorio de creación y experimentación de un grupo de estudiantes, es hoy un referente en el arte digital a nivel global. En sus oficinas de Tokio actualmente encontramos ingenieros, matemáticos, diseñadores, animadores digitales, artistas, programadores, arquitectos… todos ellos, con un interés común por el arte, la ciencia, la tecnología, el diseño y el medio ambiente. Para ellos, al arte digital libera a la expresión artística de las restricciones materiales y posibilita la transformación a través de la interacción.
En sus obras, tradición e innovación se funden para crear experiencias inmersivas únicas. Instalaciones como Floating in the Falling Universe of Flowers (DMM Planets, Tokio, 2016), Continuous Life in a Beautiful World (China, 2019) o Flower Forest Lost, Immersed and Reborn (teamLab Borderless, Tokio, 2018), son capaces de transportarnos a espacios infinitos y en continua transformación; donde el tiempo parece detenerse y conectamos con el entorno de una forma totalmente innovadora que trasciende esos límites que nos impiden ver el mundo en su totalidad. Estas piezas ofrecen la posibilidad de entrar en contacto directo con la obra y ser parte de ella.
Esta idea de “obras sin límites” es precisamente el leit motif de todo su trabajo y, en especial, de dos de sus más ambiciosos proyectos. El Mori Building Digital Art Museum: teamLab Borderless (Odaiba, Tokio) es el primer museo del mundo enteramente dedicado al arte digital. Inaugurado en junio de 2018, incluye 50 obras de teamLab que conviven y se diluyen unas con otras (Memory of Topography, Universe of Water Particles on a Rock where People Gather, The Way of the Sea son algunas de ellas). El museo en sí es una experiencia inmersiva.
Por su parte, en Tokio Planets, las instalaciones se funden con el espectador haciéndole parte de la obra. Cada una de las piezas se modifica con la intervención del espectador generando una experiencia diferente cada vez.
Más allá del virtuosismo tecnológico que se esconde detrás de cada uno de sus proyectos, todo el trabajo de teamLab viene motivado por una cuidadosa observación de la naturaleza y por hacer al espectador más consciente de su influencia en el entorno. Por eso se autodenominan “ultratecnólogos” ya que utilizan la tecnología como herramienta para expandir nuestro conocimiento y experiencia a través del arte, con la intención de ir más allá y generar nuevas narrativas y lenguajes capaces de conectar con el público de una forma más directa.
Sus obras no pretenden ser una recreación de la naturaleza sino una interpretación artística de la misma. Bosques, mares, jardines en flor, arrozales o la inmensidad del espacio sirven como escenario de estas experiencias únicas y de gran belleza.
Sin embargo, algunas de sus piezas se sitúan en un entorno natural, en espacios abiertos al aire libre que intervienen modificando la percepción del espacio y explorando diferentes superficies y soportes como en Resonating Trees (Forest of Tadasu) en el LIGHT FESTIVAL (Kioto, Japón, 2016), Floating, Resonating Spheres en FUKUI SHINMEI SHRINE KAMIAKARI (Fukui, Japón, 2015), o en Drawing on the water surface created by the dance of koi and boats – Mifuneyama Rakuen Pond en la TAKEO LIGHT EXHIBITION (Saga, Japón, 2015).
La propia naturaleza, el espíritu zen o la pintura tradicional japonesa son algunos de sus referentes más claros tanto en el diseño, el espacio o la perspectiva, como en las emociones, la técnica o los colores. Obras como Flower and Corpse (2008) o 100 Years Sea Animation Diorama (2009), What a Loving, and Beautiful World (2012) son un claro ejemplo.
teamLab en Espacio Fundación Telefónica
En su visita a Madrid, el colectivo ha presentado un conjunto de tres piezas que conviven en armonía en el Espacio Fundación Telefónica (https://www.teamlab.art/e/FundacionTelefonica/). Un espacio inmersivo cuya obra principal es Black Waves. Lost, Inmersed and Reborn (2019), donde más de 30 proyecciones, sensores, suelos reflectantes y un sonido ambiental compuesto por Hideaki Takahashi, generan una atmósfera envolvente. Con un diseño que recuerda a La gran ola de Kanagawa (datada entre 1830 y 1833) de Hokushai, pieza representativa de los grabados ukiyo-e, la instalación Black Waves da vida a una ola continua en un espacio infinito. La representación de esas olas se ha realizado a partir de una simulación digital con líneas que definen el movimiento real de las partículas de agua.
En el centro de la sala, la pieza interactiva Flutter of Buterflies, Born from Hands (2018) invita al espectador a crear vida. El contacto con la pared hace surgir decenas de mariposas que vuelan aleatoriamente por el espacio. Sin embargo, la fragilidad de las mariposas queda en evidencia cuando el mismo contacto humano que las ha hecho surgir, las hace caer y morir. Una reflexión en torno a la fragilidad de vida y la muerte, y nuestro impacto en la naturaleza.
Al final del laberinto de olas de Black Waves, nos encontramos con la pieza caligráfica Enso – Cold Light (2019), una reinterpretación de la práctica zen de dibujar un círculo de un solo trazo. Enso significa círculo, símbolo de iluminación, fuerza, unidad, equilibrio, pero también del universo y de todo aquello que nos rodea. Un círculo realizado con la técnica de la caligrafía espacial en 3D que nos permite sumergirnos en el interior de la caligrafía tradicional japonesa en movimiento y con todo detalle. Un ejemplo más del equilibrio entre innovación y tradición que emerge en todos los trabajos de teamLab.
La exposición teamLab está disponible en el Espacio Fundación Telefónica de Madrid hasta el 1 de septiembre.