'Los Salazar': de una chabola en Vallecas a tener éxito en todo el mundo
- Los Chunguitos abrieron el camino, las Azúcar Moreno rompieron todos los moldes
- De los nueve hermanos que eran, ahora solo quedan cinco
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Lazos de Sangre reúne a Los Chunguitos y a las Azúcar Moreno en la saga ‘de los Salazar’ para que cuenten cómo fue su infancia en Vallecas, su lucha por triunfar en la música y el camino que les llevó al éxito.
Las hermanas Encarna y Toñi, y los hermanos Juan y José, ensalzan la importancia de la familia y realizan un homenaje a su difunto hermano Enrique Salazar, compositor de la canción ‘Me quedo contigo’ y recuerdan que de los nueve hermanos que eran, sólo quedan cinco.
Pero también han ido incorporando nuevos miembros, como Ruth Goyenechea, la nuera de Toñi, que por primera vez en televisión, cuenta en exclusiva a Lazos de Sangre lo mandona que es tener como suegra a la componente de las Azúcar Moreno. a la componente de las Azúcar Moreno.
De Badajoz a la chabola de Vallecas
La familia Salazar se mudó desde Badajoz hasta el barrio de Vallecas en Madrid, donde ellos mismos construyeron una chabola sin habitaciones en la que los once miembros vivían. Desde siempre les tocó buscarse la vida, incluso de niños, los Salazar cantaban con su padre por las calles y mesones de Madrid.
Así lo recuerda José Salazar: “Íbamos mi hermano Enrique, en paz descanse, mi padrecito igual y mi madre... Íbamos con ellos pasando el platillo. Y ganábamos para comer…para vivir”Íbamos con ellos pasando el platillo. Y ganábamos para comer…para vivir”
Su hermano Juan añade: “la chabola nos costó 100 pesetas en aquellos tiempos. Todos metidos ahí. Todos unidos.”
Los hermanos Salazar nunca pisaron un colegio
José reconoce que nunca tuvo acceso a los estudios: “No he ido al cole ni sé escribir ni leer, pero he aprendido solo. Porque iba por la calle y ponía la “L” y la “A”, “La”. Y así he aprendido porque, en aquella época, no íbamos al colegio ni yo ni mis hermanos.”
Antonia Salazar, más conocida como Toñi, se sincera: “Yo no elegí vivir allí ni nacer allí, pero estoy orgullosa de la familia que tengo”. Mientras, Encarna recuerda una anécdota con un pretendiente suyo que nos da una idea de lo pobres que eran: “Me veía lavar en invierno, ahí con el frío, y me decía “Es que yo te quiero comprar una lavadora” y le dije que yo no tenía enchufe para enchufar. ¿Dónde iba a enchufar la lavadora?”
Toñi hace un ejercicio de cariño y orgullo y recuerda así aquella época: “Éramos unas buscavidas porque es que era para vivir, era para comerÉramos unas buscavidas porque es que era para vivir, era para comer.”
Las muertes de la familia Salazar, sólo quedan cinco hermanos de nueve
Toñi añora su familia numerosa: “Ahora mismo yo vivo mejor, pero no tengo a las personas que quiero y con eso te lo digo todo. Éramos nueve hermanos y se han muerto cuatro. Mi hermana, la mayor, Aurelia, Enrique, José, Carlos… Es que han sido muchas pérdidas y todas muy jóvenes.”
Enrique falleció a los 25 años, Aurelia, a los 44 años, José por un infarto a los 29 y Carlos a los 41.
Juan además ha aprovechado el programaJuan además ha aprovechado el programa para dejar claro que su difunto hermano Enrique, vocalista original de Los Chunguitos, no murió a causa de las drogas: “Es que lo peor es que la gente dijera que era de la droga y no era de la droga. Le salieron unos bultos… era cosa mala, eran malos, y estuvo una semana y, a la semana, murió”.
Sin embargo, uno de sus hermanos pequeños sí que falleció a causa de los narcóticos: “estaba muy metido en la droga. Y a ver quién no está enganchado a la droga, en todas las familias hay uno. O dos o tres…”
Azúcar Moreno, feminismo gitano
Las Azúcar Moreno comenzaron haciendo coros con sus hermanos y habían llamado mucho la atención, pero hay algo que las lleva a alcanzar la fama: Eurovisión, con su éxito ‘Bandido’ con el que logran un 5º puesto en 1990. Así lo recuerda Toñi: “Eurovisión ha sido todo para nosotras, ha sido una puerta muy grande.”“Eurovisión ha sido todo para nosotras, ha sido una puerta muy grande.”
Sus padres apoyaron siempre su profesión, como lo cuenta Toñi: “Mis padres lo entendían perfectamente, todo.… Tuvimos más críticas por parte del mundo gitano, de fuera, pero no de la familia. Mi madre, por ejemplo, era una mujer súper abierta de mente; mi padre, más todavíaMi madre, por ejemplo, era una mujer súper abierta de mente; mi padre, más todavía.”
En seguida supieron que querían hacer otro tipo de flamenco, sumergirse en las nuevas tendencias. Toñi lo cuenta así de claro: “no nos vamos a estancar en las típicas gitanas morenas, con los lunares y con el aro. no nos vamos a estancar en las típicas gitanas morenas, con los lunares y con el aro. Gitanas morenas con el pelo largo y con aros hay millones. Hemos luchado tanto por la música, por conseguir todo lo conseguido que hablar de los Salazar, para mí, es algo grandioso”.
Toñi, en plena adolescencia presenció un caso de maltrato machista y se dio cuenta de que haría lo que pudiera para cambiar esas situaciones: “Ver cómo le pegaba él a esa mujer, pero de una manera brutal, pero brutal. Yo fui a por ese hombre a darle, fui y le dije “pero ¿por qué?” Y me encaré a él porque no lo puedo soportar y yo creo que a mí eso me marcó mucho. Y, desde ese día, yo dije “tengo que ser diferente”.
Querían deshacerse de los clichés, y eso provocó que no se sentían en el mundo gitano ni en el payono se sentían en el mundo gitano ni en el payo, como cuenta Encarna: “nosotras sabíamos que nos quedábamos en medio de dos mundos: del gitano y del payo. No me gusta decir payo, pero es que es así, no estábamos ni en un lado ni en otro. En uno no te aceptaban por una cosa y en el otro por la otra, pero es que nos daba igual, tú tienes que seguir tus sueños, lo que piensas, lo que tú eres. ”
Y fueron ellas mismas, como cuenta Encarna: “Nosotras desde un primer momento siempre hemos pensado que la mujer no tiene por qué casarse a los 12 o 13 años, que es lo que suele pasar en los gitanos”.
Consiguieron lo que querían, como dice Toñi: “Creo que hemos sido un ejemplo para las mujeres gitanas. Nunca se atrevieron a ponerse una minifalda, un escote, a fumar un cigarrillo, eso estaba muy mal visto. Y nosotras lo hicimos, yo fumaba delante de los gitanos. Bueno, pues yo sí ¿por qué no lo voy a hacer?
Un estilo inconfundible: “choni de lujo”
El diseñador y modista Lorenzo Caprile ha participado en el documental, comentando su particular forma de vestir: comentando su particular forma de vestir: “Pues a mí siempre me han gustado mucho los estilismo de las hermanas Salazar… ese punto choni de lujo que ahora está un poco de moda otra vez, con mucha gracia, con mucho desparpajo, sin ningún tipo de complejo y enseñando lo que tienen que enseñar y muy orgullosas de ello.”
La enfermedad de Encarna y la separación de Azúcar Moreno
Noviembre de 2007 es uno de los peores momentos para Encarna Salazar, su médico tiene algo que decirle. Encarna lo cuenta así: "Cuando fui a la consulta del doctor, lo que tenía era pánico, miedo a pensar que esto se acababa porque tú vas al médico y te dice que tienes un cáncer y dices, ya está, se acabó. Hasta aquí llegué y piensas que te vas a ir”
Toñi fue la encargada de comunicarle a los medios que su hermana padecía cáncer. “El primer impacto cuando dices que tienes un cáncer es que se te pasa la muerte por la cara y dices: Dios mío, es que me voyse te pasa la muerte por la cara y dices: Dios mío, es que me voy. Y yo he visto a mi hermana en momentos muy duros.”
Destaca en todo momento que se lo platearon pasarlo como la familia unida que son. Y parte responsabilidad recayó sobre la hija de Encarna: “Yo estaba volviendo del colegio, tendría 16 años y veía que había algo raro en casa. Había movimiento que estaban entrando y saliendo mis padres. Tenía un presentimiento… Mi madre siempre llevó la enfermedad con una fortalezaMi madre siempre llevó la enfermedad con una fortaleza que a día de hoy yo sigo, ya no admirando, por supuesto, es que no la llego ni a entender por qué mi madre no tuvo ni atención psicológica ni nada no tuvo ni atención psicológica ni nada. Ella sola. “
Y es que Encarna siempre luchó con mucha entereza: “Yo venía de mi tratamiento y me iba al coche, me iba de compras, me iba a hacer mis historias, no me detuve. iba al coche, me iba de compras, me iba a hacer mis historias, no me detuve. Y yo tenía que hacer el doble de esfuerzo porque yo sé que ellos sufren cuando me ven mal.
La separación de Azúcar Moreno
Ya en la rueda de prensa en la que se anuncia el cáncer de Encarna, saltan las preguntas de los periodistas queriendo saber si esto va a suponer el fin del grupo. Aunque ellas lo niegan, acaba sucediendo.
Las hermanas Salazar evidencian sus diferencias, tanto que pasan 6 años sin hablarse. Encarna lo cuenta así: “Se nos lió un poco todo, el cansancio, el miedo. Y todo eso provocó que al pararse todo por el tema por mi cáncer. Un tiempo sin hacer nada, creo que fue eso.”
¿Cómo es de tener de suegras a las Azúcar Moreno?
Ruth Goyenechea, la nuera de Toñi Salazar, nos cuenta cómo se comporta como suegra y nos tenemos que reír al escucharla contar cómo le organiza toda la casa: “son cosas que te suele hacer una suegra como Toñi, por ejemplo, tirarte la ropa, cambiarte de sofá, cambiarte el salóntirarte la ropa, cambiarte de sofá, cambiarte el salón”
Carolina Trillo, hija de Encarna Salazar nos invita a conocer como se comporta el clan: “Tengo muchísimos recuerdos de fiestas familiares flamencas, en casa que nos juntábamos todos, como una sensación de familia muy unida.”
Tan unida que para finalizar el documental de Lazos de Sangre dedicado a ‘los Salazar’ han querido homenajear al malogrado tercer miembro de Los Chunguitos, Enrique Salazar, y quieren cantar ‘Me quedo contigo’ para recordarle.
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