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La mañana

Jóvenes captados por sectas: la lucha de sus familias por recuperarlos

  • Se estima que en España hay más de 250 sectas, y sus seguidores suman más de 370.000
  • Los grupos pequeños y destructivos son los más comunes en nuestro país
  • Se estructuran alrededor de la figura del líder, que obtiene dinero y tratos sexuales

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La mañana - Jóvenes captados por sectas: la lucha de sus familias por recuperarlos

El equipo de investigación de La mañana ha hablado con una madre que, hace ya 12 años, perdió a su hijo en manos de una secta. "Esto es un infierno insoportable", declara para el programa. "Que se te muera un hijo es lo peor. Lo segundo peor es perderlo en vida."

A estudiaba enfermería, y fue un compañero de la universidad quien cambió su rumbo. Cuando sólo le quedaba un cuatrimestre para terminar la carrera informó a su familia de que la dejaba y se independizaba sin trabajo. No dio ninguna explicación, y se fue a vivir con este y otros dos chicos más. Fue entonces cuando su madre, impotente, decidió contratar a un detective que investigara al grupo. "Es una secta", nos aclara, "porque les anula la voluntad. "

Grupos pequeños con creencias esotéricas

Laura Merino, psicóloga, nos informa de que el grupo sectario pequeño y destructivo es el más común en nuestro país. Mandan mensajes de sanación, conocimiento esotérico y espiritual, como en este caso, donde el líder ejerce de curandero en un herbolario. Ante la imposibilidad de contactar directamente con el joven, la familia recurrió al detective para que se infiltrase y denunciar al falso curandero, que emite recetas ilegalmente, a través del colegio de farmacéuticos. "Te habla de inmortalidad, de cómo ser inmortal", explica el detective, que se hizo pasar por cliente. "Mirándote las pupilas dice que te ve los riñones, el tracto intestinal y los pulmones". Mueve su discurso en las redes sociales y lleva un blog de sanación. Alardea de haberse curado un cáncer de boca, le trató a una mujer su cáncer de tiroides y ha diagnosticado esquizofrenia a otro paciente.

En la consulta del falso curandero, el detective conoce a otra de sus adeptas. R empezó como pupila y se convirtió en su pareja, que sigue siendo hasta el día de hoy. El equipo de investigación del programa localizó a su madre, que llevaba más de cuatro años sin ver a su hija. "Una de las maneras que tuvo de captar a mi hija fue debilitarla", explica entre sollozos. "Sólo comía arroz blanco lavado, y no pude conseguir que comiese nada más en ese tiempo."

Aíslan a los jóvenes de sus familias

La psicóloga Laura Merino confirma que la restricción alimenticia forma parte de la estrategia de manipulación de las sectas. "Si sólo comes purés de apio vas a estar muy débil. Bajo esa debilidad vas a creer cualquier cosa". ¿La otra estrategia? El aislamiento completo de sus familias. "A mi hija le dijo que tenía los ojos verdes, pero se ven marrones por culpa de las toxinas que yo le transmití en el embarazo."

El grupo está formado por cinco personas, todas ellas aisladas del mundo exterior bajo la amenaza de un "enemigo" del que deben protegerse. "El resto del mundo no existe porque el resto del mundo es malo", explica la madre de R. "Y si no, la explicación es que se les ha metido un demonio. Eso es lo que dijo de mí."

Y de repente, un día, desaparecen. A desapareció hace cuatro años y medio: "Nos llamó un día por teléfono", explica su madre. "Dijo que cortaba relación y comunicación con nosotros desde este momento". La familia de R también la vio desaparecer: "No sabemos donde está, no sabemos si se va a poner en algún momento en contacto con nostras o si ha cortado vínculos para siempre."

No toman ninguna decisión sobre su vida sin consultarle

La madre de R relata su intento de aproximarse a su hija tras conocer su dirección. "Me acerqué a la casa, llamé a la puerta y no me abrieron. Yo oía a mi hija llorar, porque sabía que yo estaba en la puerta. Pero no me abrieron", lloraba.

"La familia es tóxica. Los amigos son tóxicos...", la madre de A recuerda su discurso. Y la psicóloga lo explica. "Los aíslan normalmente de su entorno inmediato porque así son más manipulables."

La estrategia económica

El interés principal del líder de la secta es ganar dinero. Echa las cartas y da consejos de negocios: Además de su faceta como falso sanador, se publicita como experto en bolsa y anuncia en su página de facebook que es capaz de generar grandes fortunas. Pero lo que revela la investigación es que el gurú es, en realidad, un ludópata.

La abogada Maite Rojas nos explica que montan distintos negocios, sobre todo bares y pequeños supermercados. "Al principio pagan en efectivo y en cuestión de días lo cierran, montan el negocio en otro sitio y dejan grandes deudas". Esto hace posible seguirles el rastro: tras abandonar Murcia, la secta pasa por Lugo, La Coruña y León. Y el grupo se mueve rápido.

Yo los llamo 'sus esclavos'. Todo lo que ganan se lo dan, y mi hija no trabaja, es su esclava sexual.

"Todos los que hay en esa casa trabajan para él", explica la madre de R. Y no ven ni rastro del dinero: "Todo lo que puedan recaudar se lo dan íntegro. Yo los llamo sus esclavos". Y la sumisión no sólo es económica: "Mi hija no trabaja, es su esclava sexual".

La abogada de la familia lleva al Juzgado los testimonios de sus trabajadores. "Víctor -así se llama el líder- manda, y los otros tres guardan una sumisión total hacia él", dice uno de los testigos. "No toman ninguna decisión sobre sus vidas sin consultarle". La información sobre R es desoladora: "Su pareja era totalmente sumisa, nunca la vi salir sola, no tenía teléfono propio", nos cuentan.

Además, hay menores en peligro

Gracias a un vídeo en el que el líder menciona a su familia, la familia de R descubre que su hija ha tenido hijos. Algunos trabajadores nos describen cómo vivían, y las condiciones en las que se encontraban los dos menores del grupo. "Había un colchón sucio en el suelo en el que dormían y no había ducha. Entre las creencias del grupo se encontraba el pensamiento de que no se debía usar jabón."

La abogada hace acopio de los testimonios de los vecinos, que dicen que los menores pasan hambre, no van a la guardería, piden comida en casa de los vecinos y visten con ropa sucia. Su abuela da fe de ello: "No hay higiene en la casa ni en ellos. Se respira un olor que da ganas de vomitar."

Ahora, una orden judicial autoriza a la madre de R a visitar a sus nietos una vez al mes. Pero las visitas tienen lugar en habitaciones cerradas, y siempre con alguien vigilando dentro o fuera.

Se trata, por ahora, del único logro judicial de la familia que hace años denunció en Murcia. "El procedimiento se archivó", explica Maite Rojas. Pero no piensan parar de luchar, asegura la madre de A: "Es mi único hijo, ¿cómo lo voy a dejar a merced de ese individuo? La madre de R lleva cuatro años y medio sin darle un abrazo a su hija.