Penélope Cruz: Glamour y gloria de un icono de estilo
- Ha cumplido 46 años y ha sido noticia por la donación de mascarillas y material sanitario
- La actriz recibió el prestigioso premio Donostia 2019 en el festival de San Sebastián
- Es una mujer poliédrica, apasionada de la moda, defensora del planeta y solidaria
Ha logrado 12 portadas de la revista Vogue, más que ninguna modelo española. Es un icono de moda y una estrella internacional que se maneja en las alfombras rojas con la misma soltura que frente al objetivo de la cámara. Puede presumir de haber trabajado con los fotógrafos más importantes: Herb Ritts, Patrick Demarchelier, Mario Testino, Annie Leibovitz y Peter Lindbergh.
Con este último se alió para dirigir el número de abril de la revista Vogue. Penélope posó para dos portadas y aprovechó las páginas del interior para retratar y poner en valor el talento español, especialmente el femenino. En una de las portadas la vemos con su lado más sensual y provocativo para homenajear a Donatella Versace. En la otra se vistió con el espíritu elegante y tranquilo de Chanel para rendir tributo a Karl Lagergeld.
Chanel y Versace. Dos casas icónicas con las que mantiene, desde hace años, un vínculo emocional y profesional. Actualmente es una de las embajadoras de la maison francesa. Es la primera española que lo ha conseguido y, como tal, asiste a muchos eventos vestida con los diseños de la firma. Pero no es nada nuevo. Desde que en 1999 fuera por primera vez a un desfile de Chanel en París, la actriz ha llevado vestidos de la casa en citas tan relevantes como los Goya y en los Oscar. E incluso llegó a desfilar para ellos tras la muerte de Lagerfed. Fue una de sus sentidas despedidas. La otra fue en las páginas de Vogue.
Con la casa Versace también tiene una excelente relación. Aunque se llegó a cuestionar tras saberse que interpretaría a Donatella en la serie que retrata a Andrew Cunanan, el asesino de Gianni Versace. Nada más lejos porque entre ellas hay buena sintonía. Penélope además ha llevado trajes de la firma italiana en las muchas alfombras rojas y eventos.
En 2007 arrasó en la de los Oscar. Iba a ponerse un vestido de Dior hecho por John Galliano pero se rompió la cremallera y tuvo que decidirse por la otra opción, un diseño con escote palabra de honor y falda de tul desflecado. El éxito fue planetario y en 2019 fue coronada como la actriz mejor vestida en los Oscar de los últimos veinte años.
Ha habido diseñadores españoles que se han quejado de que Penélope no viste moda española y creen que su influencia podría ayudar a promocionar este sector. Uno de los afortunados ha sido Juan Vidal, que también viste a Paz Vega. Resulta curioso que no vista ropa de Gucci, Balenciaga o Saint Laurent, firmas que pertenecen al grupo Kering que gestiona François-Henri Pinault, marido de su íntima amiga Salma Hayek. Todo indica que Penélope es fiel a sus firmas de cabecera, Chanel y Versace, sobre todo, aunque últimamente viste mucho de la firma británica Ralph & Russo.
La actriz fue además pionera en llevar diseños de firmas internacionales a la gala de los premios Goya. En 1999, cuando ganó por su papel protagonista en La niña de tus ojos, llevó un vestido de la casa Dior hecho por John Galliano, otro de los diseñadores con los que ha mantenido la amistad. Poco después se convirtió en imagen de la casa norteamericana Ralph Lauren, firma para la que protagonizó campañas durante tres intensos años.
Pero no es cierto que Penélope se olvide de la moda española. En 1998 recreó el mito de Carmen para los diseñadores sevillanos Victorio&Lucchino, llegando a desfilar para ellos en Cibeles. Una imagen icónica que forma parte de la historia de la pasarela madrileña. “No tengo intención de cambiar de profesión, y aunque quisiera no podría”, decía entonces a los micrófonos de TVE.
Su belleza atípica llamó la atención desde el principio. Comenzó en la agencia de modelos Olé y su primera portada fue en la revista Dunia. En un concurso de la revista Ragazza conoció a la que hoy es su mejor amiga, Goya Toledo. El gran salto lo dio con ese “cuerpecito de gitana, de mujer a medio terminar”, en el vídeo de la canción 'La fuerza del destino' de Mecano. Y sedujo con su sensual caminar en Jamón, jamón de Bigas Luna. Aunque enamoró a todos interpretanto a Macarena Granada y cantando 'Los Piconeros' en La Nina de tus ojos, de Fernando Trueba.
La revista Elle fue la primera en premiarla por su estilo. Fue en el año 2000 y Penélope dijo que para ella la mujer más elegante era su madre. Dicen que tiene la fuerza y sensualidad mediterránea de Sofía Loren y la elegancia y picardía de Audrey Hepburn. Dos iconos de estilo que, según ha dicho en distintas ocasiones, son sus referentes y constantes fuentes de inspiración. Dos estilos de mujer que suele ‘reinterpretar’ en sus apariciones públicas: hombros al aire y melena suelta para parecerse a Sofía; un ligero LBD (Pequeño vestido negro, en inglés) y el pelo recogido en un moño alto para ser Audrey.
El cine y la moda le han brindado la oportunidad de ser distintos tipos de mujer. Pero hay algo que no cambia, y es el brillo y poder de su rostro. Tanto es así que el mundo de la belleza, la cosmética, ha llamado a su puerta. La prestigiosa casa Lancôme la contrató para ser imagen de su perfume Trésor. Sustituía a Kate Winslet y engrosaba una lista en la que figuran nombres como Inés Sastre o Isabella Rosselini.
Su fama se extiende por todo el planeta y sus apariciones causan sensación en las redes sociales. Ella lo sabe y no descuida su imagen. Para ello cuenta con un fiel equipo de estilistas. Ellos controlan su armario y su aspecto. Cristina Ehrlich se encarga de los looks que luce Penélope en las citas más relevantes y, desde hace muchos años, de su melena y su rostro se encarga su inseparable Pablo Iglesias.
Su fama como reina de estilo ha sido también un reclamo para el cine. Penélope participó en Zoolander 2, de Ben Stiller, y para interpretar a Valentina contó que ensayó "decenas de veces ante un espejo la 'mirada acero azul'. Pero sería injusto hablar de Penélope solo como icono de moda. Es una mujer poliédrica y su influencia tiene distintos campos de acción.
Es consciente del lado frívolo que a veces tiene su profesión para ha sabido utilizarla para perseguir sus otros objetivos: el ecologismo y la solidaridad. Ha querido llamar la atención sobre los desastres del cambio climático y la terrible acción de hombre sobre la tierra poniendo voz al documental Nuestro Planeta.
Además, ha utilizado su colaboración con una firma de relojería para ayudar a niños enfermos, siendo embajadora de la fundación 'Uno Entre Cien Mil' que lucha contra la leucemia infantil.
Ahora presta su imagen a la firma de joyería John Hardy, ha hecho una línea de bolsos para Carpisa y una colección para Atelier Swarovski. Tuvo una tienda de ropa en Madrid e hizo sus pinitos como diseñadora con la casa española Mango (colaborando con su hermana Mónica) y después con la japonesa Thavasa.
Con la famosa firma Agent Provocateur ha ido más allá y se ha puesto detrás de las cámaras para dirigir a su hermana, Mónica Cruz, y a sus amigas, Goya Toledo e Irina Shayk.
Ha cumplido 45 años y tiene dos hijos con Javier Bardem. La edad le proporciona madurez, emocional y física. Pero sigue jugando a los extremos y deslumbra cuando proyecta una imagen natural y fresca pero también cuando se transforma en una mujer sofisticada y elegante.
“Tiene una extraordinaria energía que le permite llevarte con ella a lugares de gran belleza”, dijo de ella Peter Lindbergh. El fotógrafo falleció el 3 de septiembre y ella escribió en Instagram: “Me enseñaste muchas cosas y vivimos juntos momentos muy mágicos. El mundo echará de menos tu enorme talento, tu peculiar sentido del humor y tu gran corazón. Descansa en paz, amigo mío”.
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Poco queda de aquella chica de Alcobendas que estudiaba ballet y jugaba con su hermana en la peluquería de su madre. Una niña con la cabeza llena de sueños. Cuando vio Átame decidió colgar las zapatillas y ser actriz como Victoria Abril. Sueño cumplido. Ha trabajado con sus directores favoritos, tiene tres nominaciones a los Oscar y de la mano de Woody Allen se llevó uno a casa.
Su belleza, talento y carisma son un coctel irresistible que ha conquistado a estrellas de Hollywood como Tom Cruise o Matthew McConaughey. Ahora disfruta de su propia familia con Javier Bardem. Pero tiene otras. La del cine y la de la moda. Y a todas se entrega por igual. Todas hacen que Penélope sea todo lo que es.
No se olvida de sus orígenes ni de sus comienzos. Basta con pasearse por su cuenta de Instagram y ver imágenes de cuando era niña, de sus quince años, de sus hermanos, de sus primeros trabajos, de la gente que ha conocido. Y de sus éxitos. Entre ellos el César de Honor que le entregó Francia y por supuesto el premio Donostia 2019.