Avellaneda: "Tamara es mi mujer perfecta, lástima que no me vaya el tema"
- Ha dejado claro que quiere que Tamara gane esta edición, "sí o sí".
- El aspirante más glamuroso se despide rozando su pase a la semifinal
Juan Avellaneda entró en las cocinas de MasterChef Celebrity Lo suyo eran las tijeras, sí, pero no las de cortar pescado. Y aunque se conformaba con no ser expulsado en el primer programa ha llegado a las puertas de la semifinal. Todo un logro. "Estoy muy contento. Al principio quieres pasar el primer día pero luego quieres pasar el segundo, el tercero, el cuarto, el quinto… Y al final estoy muy feliz de haber llegado hasta el décimo. ¡Y eso que yo hubiese pagado por llegar al cuarto programa!.
Confiesa que es muy competitivo y que por eso ha disfrutado con todas y cada una de las pruebas. Y además ha aprendido algo nuevo en cada una de ellas. "Es maravilloso que con cierta edad puedas aprender algo nuevo y salir de tu zona de confort. ¡Es un subidón! Hago un balance muy positivo. Tanto, que si me lo proponen volvería a entrar".
De MasterChef se lleva muchas cosas pero destaca una en especial. "Me he conocido mucho a mí mismo. Llega un momento del concurso que vas viendo cómo eres realmente porque este es uno de los pocos programas que te muestran tal y como eres". Después están los amigos que ha hecho. Entre ellos, su compañera. Con Tamara Falcó ha vivido un peculiar flechazo. "Ayer estuvimos hablando hasta las dos de la madrugada. Hablamos todos los días. ¡Hablo más con ella que con mi pareja!".
Han sido una de las grandes revelaciones del programa. Dos apasionados de la moda unidos ahora por los fogones. Tamara y Avellaneda son ya una de las parejas televisivas más famosas. "¡Todo el mundo me lo dice! Yo creo que cuando eres sincero el público lo ve. Yo me meo de la risa, pero es verdad. Le digo que es mi mujer perfecta, ¡lástima que no me vaya mucho el tema! Y ella me dice: ¡tú también eres perfecto, casi!", cuenta Juan Avellaneda entre grandes carcajadas.
Menos amor ha habido con el temible jurado. "Un día los amas y al día siguiente te encantaría estar cocinándolos a ellos. Cuando Samantha grita tu nombre como un viento huracanado te echas a temblar. Pepe era más suave conmigo pero Jordi me metía también bastante caña. Para alguien que es tan competitivo como yo que te estén todo el día dando caña es terrible. Pero son encantadores, la verdad. Cuando están en el programa son de una manera y cuando vamos de copas son de otra. ¡Yo los prefiero de copas!"
Ha sido el aspirante más glamuroso, demostando que se puede cocinar vestido como un perfecto dandi. Lo de llevar camiseta a todas horas no van con él. "He aprovechado mi paso por el programa para utilizar tejidos y estampados que no puedo meter en mis colecciones, como el de pollos o el de lechugas. La moda tiene una parte muy lúdica aunque hay gente que se la toma muy en serio. ¡Chicos, la moda es para divertirse! He llevado la moda al programa pero con un punto elegante y de glamur. ¡Las camisetas están muy bien, pero solo para el gimnasio!".
Ahora esos trajes cuelgan del perchero de su atelier. Y cada uno tiene su historia: el de la langosta bordada -que Aldo Comas llevó en 2018 a la gala de los Goya y que luego Nieves Álvarez lo lució sin pantalones, como si fuera un vestido- fue el que llevó al casting. Con el de los pollos y gallinas empezó a cocinar. Y el que tiene un estampado de estilo ornamental lo llevaron Boris y él el mismo día. "La gente decía que iba a ser mi competencia en cuanto a glamur pero ¡qué va!, en tal caso mi aliado perfecfo. A todos los tengo mucho cariño pero nunca lo incorporaría a una colección. Lo veo y me emociono porque me recuerdan muchos momentos. Salvo este blanco con estampado de útiles de cocina que tenía preparado para el programa once y, claro, nunca se verá".
Son trajes para televisión, para vestirse y divertise a la vez. Pero luego, en el día a día, Avellaneda ofrece a sus clientes unos diseños menos atrevidos. Acepta muchos encargos de ceremonia y sus novios llaman la atención por la elegancia de su trajes. Algo que ahora quiere trasladar el sector femenino. "En enero de 2020 voy a lanzar una colección nupcial para mujer y la imagen, como no, es Nieves Álvarez. No va a haber vestidos, es todo muy sartorial. No va a haber ninguna falda, con eso ya te lo digo todo. Habrá vestidos que parten de una camisa, algún vestido que nace de un chaqué de hombre… Son novias pero más de segundas nupcias, ¡no son novias cupcake!, son más cañeras, más rock&roll".
Nieves Álvarez, modelo y presentadora del programa de TVE Flash Moda, encarna desde hace tiempo a la mujer Avellaneda. La línea femenina que hace este modisto empezó con ella. "Coincidimos en una sesión de fotos, me vio con un esmoquin y me lo pidió. Se lo puso y así comenzó todo. Empecé a hacerle esmóquines, como el que llevó cuando anunció los puntos de España en la final de Eurovisión 2018. Ella es tan importante en el universo Avellaneda que en el taller todas las camisas de mujer se llaman Bianca, como su hija, y en los patrones de mujer pone Nieves. Es muy importante para mí, y a parte es una buena amiga".
Ya era muy conocido en el mundo de la moda antes de llegar a MasterChef pero ahora su fama ha llegado mucho más lejos. Ahora aprovecha la popularidad y tiene la agenda cargada de proyectos. "Con Tamara voy a anunciar algo muy pronto, ya veréis. Y hay muchos otros, no todos de moda, también de gastronomía. MasterChef me ha abierto las puertas a un mundo creativo que desconocía. De todo extraes cosas y luego lo traslado al mundo moda, ya sea de la estética del plato o de los colores".
Es valiente y se moja. Su favorita para ganar el concurso es Tamara. "Yo quiero que gane sí o sí. Lo he dicho hoy. Decíamos que tenía que ganar uno de los dos, y nos íbamos dando ánimos. Y ya que yo he salido que al menos gane ella. Se lo merece, ha tenido una evolución muy importante. Hemos estudiado mucho juntos y he visto el esfuerzo. Se lo ha currado mucho. ¡Es la que debería ganar! Y luego creo que Ana Milán se merecía ganar. Para mí era la persona más fuerte del programa. Y las personas más fuertes, que parece que van a ganar, como tengan un mal día se van su casa. ¡El programa no perdona!".
Avellaneda dice adiós al programa y enseguida se mete de lleno en todos los proyectos, tanto en España como en México, donde ha estado ahora con Nieves Álvarez para asistir a la exposición sobre la figura y los armarios de Naty Abascal. Allí le han salidos dos colaboraciones, una de moda y otra de gastronomía. A unos les toca la lotería y a otros, MasterChef.
"Te cambia la vida y te abre un poco el espectro. MasterChef es una lotería pero hay que currárselo. Y yo no soy de los que dejan pasar un tren. Me ha costado mucho. Piensa que a mí no me dejaban dedicarme a esto", añade. Y por eso tuvo que estudiar la carrera de Ingeniería de día y la de moda por la noche. "Por eso, porque me ha costado mucho, ahora sí o sí voy a por todas".