Ángel Llorca, ¿un maestro peligroso?
- ‘Ángel Llorca. El último ensayo' homenajea al maestro y pedagogo, impulsor de la Institución Libre de Enseñanza
- Hablamos con su director Víctor M. Guerra
- El documental se emite el domingo 16 de febrero por La 2
‘Ángel Llorca. El último ensayo’ nos transporta a la Guerra Civil española y da a conocer una de las figuras más importantes en el ámbito de la Educación en nuestro país.
La historia, que se presenta desde un formato híbrido entre el género documental y la ficción, se inicia en febrero de 1937 cuando el maestro y pedagogo escribe su ensayo de las “Comunidades Familiares de Educación” a las que pueden confiarse los huérfanos de la guerra. En diciembre de 1940, la Comisión Superior dictaminadora de Expedientes de Depuración consideró a Ángel Llorca como un maestro peligroso por su vinculación a la Institución Libre de Enseñanza.
El documental se emite el próximo domingo 16 de febrero a las 21:30h por La 2. Para profundizar más sobre la importancia de Ángel Llorca y poder conocer más detalles sobre la producción de este documental, hemos hablado con Víctor M. Guerra, director de ‘Ángel Llorca. El último ensayo’:
¿Por qué es Ángel Llorca un “Imprescindible”?
Por varias razones. Fue un maestro y pedagogo que dedicó toda su vida a trabajar casi sin descanso por y para los niños a los que educaba con profundo respeto. Desarrolló un extenso trabajo investigador y capacitador que contribuyó a renovar la Educación que a finales del siglo XIX y principios del siglo XX se impartía en España y que era inamovible, obsoleta, que no llegaba a la mayoría de la población y que estaba en manos de los ayuntamientos y de la Iglesia.
Es un luchador, uno de los forjadores, e impulsores que deja un legado para que hoy, en pleno siglo XXI esté presente una enseñanza de calidad, plural en el conjunto del Estado Español. Procuró una escuela que ponía en juego el diálogo, el método socrático, la autonomía, la responsabilidad, la creatividad en cualquier actividad diaria y la no diferenciación de género.
Supo rodearse de otros maestros inquietos, afines a sus teorías y enseñanzas con los que colaboró intensamente para que la escuela fuera siempre avanzando, modernizándose y considerando a los niños y niñas como protagonistas, aplicando los métodos novedosos en sintonía con las Escuelas Nuevas de Europa que había conocido gracias a sus primeros viajes subvencionados por la Junta de Ampliación de Estudios (JAE), o más allá incluso de algunos principios de la Institución Libre de Enseñanza (ILE) que influyó hasta en la manera de concebir las nuevas construcciones arquitectónicas de las escuelas, espacios que deberian estar llenos de luz y aire.
¿Cómo le definirías como profesional y como persona?
Da la sensación de que era un hombre en el que era muy difícil separar lo profesional de la persona. En nuestra película hay varias referencias sobre todo de antiguos alumnos o de personas que lo trataron. No obstante, sus palabras autobiográficas recogidas en el epílogo y narradas tan brillantemente por el actor que lo interpreta, Carlos Álvarez-Nóvoa, creo definen muy bien a este complejo hombre sencillo: “Austeridad, sinceridad, esfuerzo, respeto de mí mismo y de los demás, persona y cosas, afán de superación en el cumplimiento del deber, posponiendo a todo interés privado el público y general de la Escuela como entidad nacional educadora. ..Estas han sido las principales notas que han caracterizado mi actividad. Tal vez haya pecado de exigente en muchos casos, pero como lo he sido para mí más que para los otros, no se me puede reprochar por ello.”
¿Por qué crees que su figura no ha sido destacada lo suficiente o no es tan conocida como debería?
Sin duda Influye el largo período oscuro de clausura que impuso la dictadura franquista que silenció toda su trayectoria, su pensamiento, sus ensayos literarios, como también hizo con otros tantos colegas que fueron depurados durante la dura represión. La Guerra Civil Española frustró todos los avances que se estaban logrando durante la II República que implementó iniciativas tan interesantes como las Misiones Pedagógicas que llevaban la educación y la Cultura a las áreas geográficas de España más apartadas.
Todo ello generó un clima posterior de miedo y olvido a lo largo de los años y tuvo que pasar muchos años para que poco a poco los investigadores, especialistas y estudiosos empezaran a recuperar, los archivos que se habían salvado, o a través de la memoria oral, esa gran parte oculta de la Historia de la Educación y de la Pedagogía. Precisamente este documental se inspira en una investigación de la catedrática de Historia de la Educación María del Mar del Pozo Andrés.
¿Qué aporta este documental al espectador?
Es una obra audiovisual que indaga en la memoria histórica, que difunde, proporciona conocimiento y pone en valor, no sólo la figura de Ángel Llorca, sino que destaca la de su colega y colaboradora la maestra Justa Freire, y por encima de todo ello de lo que estamos hablando es de acercarse a una parte de la Historia de la Educación y Pedagogía de España y en concreto la evolución de la Escuela Pública, la otra gran protagonista “imprescindible”.
¿Por qué optasteis por hacer un formato híbrido entre el documental y la ficción?
Nos pareció que abordarlo narrativamente y estéticamente de esta manera, aunque un esfuerzo superior al encarecer la producción de lo que sería si fuera convencional, así sería mucho más digerible, atractiva, amena, visual, a la hora de narrar una biografía austera como la de Don Ángel e intentar así aspirar a un target de público joven.
La ficción maneja dos ritmos muy diferentes de realización, fotografía y montaje, siendo más pausada, cuidada y elegante en las secuencias de época y más vibrante y con texturas más arriesgadas en la actual, interpretada por Celia Freijeiro que hace de hilo conductor a lo largo del metraje en su papel de estudiante de un máster de Historia de la Educación que se imparte en la realidad en la Universidad de Alcalá de Henares.
¿Qué dificultades os habéis encontrado en la producción del documental?
Fundamentalmente falta de apoyo y sensibilidad por parte de determinadas personas e instituciones que no estuvieron a la altura del compromiso con esta obra, que modestamente dignifica a este profesor referente académico del rigor, integridad, nobleza, clarividencia y lealtad intelectual y en que nosotros implícitamente hacemos nuestro articular homenaje a todos los maestros vocacionales (sin distinción de género) de la Escuela Pública, tanto de aquella época como de la actual, pilares en la Educación pero como diría Don Ángel en su pliego de descargo: “Qué remedio, así es, o así fue”.