La komatsuna, un poco de Japón en nuestro huerto
- José Manuel, de Aquí la Tierra, nos explica paso a paso cómo cultivar la conocida como "espinaca japonesa"
- Aunque no la cultives, te indicamos cómo se puede usar en la cocina si quieres probar nuevos sabores
¡Hola, amigos hortelanos! No todo lo que nos llega de Japón van a ser máquinas y tecnología punta, porque aunque nuestra idea de Japón sean modernas megaciudades y tecnología punta, allí también hay huertos y una gran variedad de verduras y hortalizas muy interesantes con las que diversificar nuestros cultivos.
La espinaca japonesa
En Extremo Oriente, sobre todo Japón China y Corea, se cultivan una buena cantidad de plantas de otoño invierno, que suelen resistir bien temperaturas frías relativamente parecidas a las de muchas áreas de nuestro país. De hecho, algunas de ellas son cada vez más conocidas en el resto del mundo y hasta tienen nombre de grupo musical : las "Asia Greens", o sea "verdes asiáticas". La planta que os presentamos hoy es una de ésas: la Komatsuna, también conocida como "espinaca japonesa" (Brassica Rapa Perviridis). Aunque su nombre español haga referencia a la espinaca, simplemente es por su relativo parecido en la forma, ya que tiene un sabor distinto y pertenece a una familia diferente, la de las coles y nabos. Aguanta bien los días cortos y el frío y como está formada por hojas comestibles en su totalidad, es otra candidata ideal para nuestras ensaladas invernales (de hecho suele formar parte de los "mix" para ensalada que encontramos en muchas tiendas y supermercados en esta época de otoño e invierno).
Propiedades y beneficios de la komatsuna
Como todas las verduras es rica en fibra, vitaminas y minerales y tiene pocas calorías (22/100g) y muy poca grasa (30mg/100g). Y como tantas otras plantas de la familia de las brasicáceas, su mejor aportación a nuestro organismo es la gran cantidad de vitamina C (130mg/100g), calcio (210mg/100g) y potasio (449mg/100g). Con esta composición podemos destacar importantes beneficios para la salud, por ejemplo:
- contribuye a una buena digestión y a prevenir el estreñimiento
- ayuda a mantener sanos los huesos y dientes, previniendo o ralentizando la osteoporosis
- beneficia el buen funcionamiento circulatorio
- refuerza el sistema inmunológico y el control de los radicales libres
- mejora el funcionamiento de músculos y sistema nervioso
Cómo cocinar con komatsuna
Es una de las estrellas de la cocina japonesa, sobre todo como ingrediente para hacer sopa (la conocida sopa "Ramen") o ingrediente de los famosos rollitos de Primavera. También podemos usarla en ensaladas, sofritos,tortillas y guisos. Hay que tener en cuenta la diferencia de sabor entre las hojas pequeñas, con una textura tierna y un sabor muy suave entre col y espinaca, más indicadas para comer en crudo, salteadas o en tortilla y las hojas más grandes y fibrosas y que es recomendable cocer o añadir a guisos, con un gusto bastante más fuerte y parecido a la mostaza.
De la Komatsuna aprovechamos toda la planta, o sea la penca y la parte de la hoja. Al ser de la familia de las coles es menos perecedera que las espinacas y acelgas, así que podemos conservarla en el frigorífico (sin lavar) en buenas condiciones entre dos-tres días las hojas más tiernas o hasta cinco-seis las más grandes.
Cómo cultivar komatsuna
Es poco exigente en cuidados, como el resto de las brasicáceas, y se desarrolla especialmente bien en las condiciones templadas de otoño, aunque también puede aguantar inviernos con frío moderado (hasta 2-3 bajo cero) y el calor no excesivo (hasta 25-30º). Para sembrar o plantar necesitamos al menos 10-12º, pero una vez en desarrollada se puede cultivar y cosechar prácticamente durante todo el año, aunque al ser su consumo más típico del otoño conviene sembrarla a final de primavera y trasplantar o plantar directamente) durante el verano las plántulas a partir de 10 cm.
¿Se puede plantar en maceta?
Por su tamaño y forma es indicada también para cultivo en maceta (mínimo 25 diámetro/30 altura). Está bien a pleno sol y no necesita mucho abono. En maceta va bien simplemente con sustrato universal, pero crece más si añadimos materia orgánica, por ejemplo abono rico en nitrógeno y potasio. Vale con respetar una distancia de 15 cm entre plantas y 25 cm entre líneas.
Si ponemos los plantones durante el verano es importante regar con frecuencia y mantener el sustrato siempre bien húmedo. En condiciones óptimas puede llegar a los 50 cm de altura, pero eso depende de los nutrientes que contenga el sustrato (y del tamaño de la maceta en su caso). Podemos empezar a cosechar las hojas a partir de 25 cm (o incluso entre 5 y 8 cm si queremos consumirlo como germinado).
Se puede cosechar la planta entera o ir cosechando hojas sueltas (cortando a ras de suelo y empezando desde fuera y hacia el centro) de forma que podamos mantener la cosecha continuada en el tiempo. Es importante tener en cuenta que las hojas más pequeñas (hasta unos 25 cm) se pueden consumir perfectamente en crudo y tienen un sabor mucho más suave y algo diferente al de las más grandes.
Pues nada hortelanos, ya tenéis un producto para iniciaros en la cocina asiática o para dar un toque nuevo y diferente a vuestros platos de toda la vida. Así que suerte y...¡¡Sayonara!!
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