Los retos a los que se enfrenta el nuevo jurado de OT 2020

• Hemos hablado con ellos de lo más difícil: las nominaciones y la reacción de las redes
• Entre los cuatro suman más de 120 años de experiencia en la música
• La ilusión por el proyecto se mezcla con la responsabilidad de su papel como jueces

Natalia Jiménez, Portu, Javier Llano y Nina, el nuevo jurado

La próxima edición de ‘Operación Triunfo’, la undécima, tendrá novedades. Una de las más importantes es la renovación completa del jurado que pasará a tener cuatro miembros fijos en vez de tres habituales y un invitado semanal como había sido hasta ahora.

Algunas de las nuevas caras, aunque se estrenan en el papel de juez, están muy vinculadas al programa. Es el caso de Nina, que ocupó el cargo de directora de la Academia durante las tres primeras ediciones del formato. A Nina le acompañarán Natalia Jiménez, cantante española que se dio a conocer con el grupo La Quinta Estación, con experiencia como jurado en programas de televisión en España, EE. UU. y México; Javier Llano, director de Cadena 100, entre otras emisoras, que ha sido jurado en anteriores ediciones y Javier Portugués, ‘Portu’, el menos conocido de los cuatro para el gran público. Portu es músico, A&R, director y productor musical, además de cazatalentos, aunque insiste en que esa es una más de sus muchas tareas dentro de una discográfica.

Entre los cuatro suman 121 años de experiencia en el mundo de la música, que se dice pronto. Natalia empezó a los 15 años tocando en la calle; Nina lleva más de 37 años en este oficio entre conciertos en directo, teatro musical y platós de televisión; Javier Llano lleva más de 30 en los entresijos y al frente de la radio musical y a Portu le avalan otros tantos como músico, miembro del grupo Modestia Aparte y desde hace muchos años, descubriendo, acompañando, asesorando y produciendo discos para algunos de los artistas más relevantes de este país: desde Malú a Rozalén pasando por algunos que han ganado ‘Operación Triunfo’, como Virginia Maestro y Lorena.

Nina, jurado de OT "Haré críticas constructivas"

Ilusionados con un gran programa

Si algo tienen en común los cuatro miembros del jurado es la ilusión ante el proyecto. “Es como un regalo que me hace la vida”, ha dicho Nina, mientras que Natalia, la más efusiva, ha declarado: “¡Estoy supercontenta de participar en OT y de volver a mi país y para mí es un gustazo volver por la puerta grande!”. Por su parte, Javier Llano ha manifestado: “Me lo tomo con alegría e ilusión porque es el programa donde uno aspira a estar. Y donde uno aprende. Es el gran formato de entretenimiento de la televisión mundial”.

La relevancia del programa es algo que también destaca Portu: “El programa tiene una dimensión descomunal y eso me pone mucho la pila; mantengo la ilusión intacta”.

Qué aportará cada uno

Sin duda, como decíamos, al nuevo jurado le avala su gran experiencia. En palabras de Portu, “Natalia es una superestrella”; Nina es una gran profesional “que además tiene el conocimiento de la Academia y de las tripas del concurso” y “Llano es el gran experto en medios de comunicación”.

Nina dice que su papel será: “El de orientación y ayuda, más que de crítica. Voy a intentar darles herramientas para que corrijan los posibles errores y los superen semana a semana. Debo hablar de la parte más técnica. Yo no puedo decirle a un concursante: “Me has gustado o no me has gustado; eso no es un argumento, eso lo ha de decir el público.”

Si alguien sabe lo que triunfa en la radio es Javier Llano, director de Cadena 100. Su olfato musical le ayudará a reconocer antes que nadie lo que puede ser un éxito en las emisoras y un artista que enganche con el público. Preguntado por cómo reconoce a una futura estrella, contesta: “Nadie sabe explicarlo. Es algo que se siente. Y cuanto uno más conciertos ha visto, más canciones ha escuchado y a más artistas conoce, es algo que sigue viendo en alguien”. Aunque desafine, porque “cuando alguien desafina, pero ha dejado su alma en la interpretación, sabes que esa persona tiene algo especial”.

Natalia Jiménez, nuevo miembro del jurado

OT 2020 OPERACIÓN TRIUNFO

Natalia Jiménez, por su parte, dice que de ella han de esperar espontaneidad y, como en el caso de Nina, ayuda para poder mejorar: “Yo siempre he sido bastante espontánea y eso es lo que van a ver: la espontaneidad; soy igual delante y detrás de las cámaras. Así que cuando hable, con mi cara ya sabrán lo que estoy pensando. Me gusta ser directa, no callarme y que se sepa lo que pienso, pero siempre trato de dar una opinión con la que puedan trabajar, que sea constructiva y útil para ellos”.

Y Portu aportará su “experiencia en el 360”. Explica muy bien en qué consiste la figura del A&R en una discográfica. “A&R significa ‘artistas y repertorio’, el término lo acuñaron los anglosajones. Siempre se habla de la figura del cazatalentos, pero un A&R es mucho más que eso. También es productor artístico, ejecutivo; asesora a los artistas en temas de editorial, aporta conocimientos técnicos en la grabación, la mezcla… es alguien multidisciplinar”.

Cuenta cómo han cambiado las cosas en ese mundo: “Antes solo hacíamos discos: una foto para la portada, un máster (el contenido del disco) ¡y a vender!

Ahora, el productor artístico está con el artista desde el principio en el estudio, se mete en las entrañas de las canciones: letra, música, armonía, estructura, piensa cuantos estribillos llevará, cuánto ha de durar… Porque, además, ahora todo se vende en digital. Y la imagen también es muy importante: las fotos, los videoclips. Hay que ver la dimensión visual del sonido”.

Escucharle es apasionante para entender cómo se hace un disco y qué se encuentra alguien que sale al difícil mercado discográfico por primera vez.

“Los artistas tienen que estar bien asesorados y el A&R trabaja mano a mano con ellos para que sus proyectos encajen en los planes de la compañía”.

A veces, la función de productor artístico se mezcla con la de productor ejecutivo. Además de la parte musical este se encarga de manejar el presupuesto que hay para hacer el disco: contrata a los músicos, los estudios de grabación, los ingenieros de sonido…”. No sucede así en el caso de los artistas consagrados: “Sabina y Manolo García trabajan con quien ellos quieren, pero por resumirlo: cuanto más pequeño es un artista, más tiene que trabajar el A&R”.

No es de extrañar, pues, que esa figura encaje perfectamente en el jurado de OT 2020; alguien que examine a los concursantes desde la visión de la industria musical y que atisbe si pueden tener un hueco en un mercado difícil. Al final, ese es el sueño de los miles de aspirantes que se presentan al casting: poder vivir de la música.

Nominar o no nominar, esa es la cuestión

Sin duda, lo más difícil del papel de jurado en ‘Operación Triunfo’ es la nominación. Pero es ineludible. Les hemos preguntado a los cuatro jueces cómo lo van a afrontar y hay un poco de todo.

Javier Llano tiene ventaja porque es padre de cuatro hijos de 16, 13, 10 y 8 años, algunos de los cuales, por cierto, suspenden música… ”¡El máster para ser jurado lo tengo en casa con mis hijos!”. Quizás por eso no le da miedo nominar: “A mis hijos he de decirles: “Esto hay que hacerlo de otra manera, porque así no funciona” y cree que con los chicos de OT pasará lo mismo: “Lo que hay que comentarles a los concursantes, hay que hacerlo de forma didáctica, para que tu aportación les ayude. Como jurado mi intención es aportar comprensión y ayuda. Si solo das palos no te escuchan; te conviertes en una persona tóxica”.

Aunque reconoce que a medida que avanza la edición, cada vez es más difícil: “Hacia el final del programa es muy complicado nominar, porque los chicos rozan la perfección. Ha habido interpretaciones (en el plató) cuya perfección no han conseguido repetir en su carrera".

Javier Llano estará en el jurado de la próxima edición

OT 2020 OPERACIÓN TRIUNFO

Natalia dice: “Nominar me da cosa porque sabes que estás poniendo a alguien que está cumpliendo un sueño en el camino de irse a casa. Yo he estado ahí, llevo muchos años luchando y sé lo que duele cuando te rechazan. Por eso cuando nomino siempre trato de hacerlo con cariño”. Sobre si se enamora de los concursantes, responde: “¡Ese me pasa siempre; me enamoro del roquero o de la roquera y se acaban yendo! Pero es bueno enamorarse, porque eso significa que había buena materia”.

Portu es más frío: “No me temblará la voz a la hora de nominar. Desde 1998 le llevo diciendo a mucha gente que está empezando: “Lo siento, pero esto no va a ir adelante”, así que estoy acostumbrado. Pero si tú lo explicas bien, lo razonas y lo haces educadamente, la gente lo agradece”.

Por su parte, Nina, que fue directora de la Academia en tres ediciones, confiesa que “después de tantas semanas acabas amando a esas personas, acabas teniendo una relación con ellas y por eso es muy difícil juzgarles”, por tanto, cree que a la hora de nominar “no tener relación directa con ellos me va a facilitar mucho las cosas, poder hablar más claramente. Intentaremos ser más técnicos. La papeleta de un jurado es compleja cuando hay tanta ilusión de por medio y tantas expectativas creadas por parte de los concursantes. Uno lo sabe y es imposible no tenerlo en cuenta, pero intentaremos ser ecuánimes, justos y siempre basados en los criterios artísticos y sobre todo, técnicos”.

Las redes de doble filo

Javier Llano, que ya estuvo en el jurado en las ediciones de 2005, 2006 y 2008, da fe de que: “La gran diferencia entre mi participación en la década anterior y en esta son las redes sociales” que, en su caso “más que preocuparme, me van a ocupar”. Y tiene claro cómo usarlas: “Quiero transmitir aquello que a veces no da tiempo a tratar en las galas: cómo los chicos trabajan en equipo, el día a día en la Academia, códigos de educación”. Respecto a si le da miedo lo que digan de él, dice: “Si me ponen a parir, pues lo tendré que afrontar. Es lo que los ingleses llaman “storm of shit” (la tormenta de mierda). Son los tiempos que nos ha tocado vivir”.

Natalia Jiménez es más radical y más breve: “Estoy acostumbrada a que me pongan a partir en Twitter y la verdad es que me la pela”.

Nina, que confiesa no haber tenido ninguna mala experiencia, dice que “las redes sociales nos permiten estar en contacto con el público y eso solo tiene cosas positivas. Hay que estar por encima de los mensajes desagradables o desafortunados y quedarse con la parte más interesante que para mí es este contacto con el publico que nos ve través de la pantalla y que veinte años atrás no teníamos”.

Javier Portugués, Portu, será juez en la próxima edición

OT 2020 OPERACIÓN TRIUNFO

El que ha sabido la repercusión que tiene participar en un programa como “Operación Triunfo” es Portu, que ha vivido, antes incluso de que arranque el programa, la ira de Twitter en su contra por un tuit que escribió hace unos meses. “He pasado un par de días jodido y ahora estoy relativizando. He entendido aquella frase de las películas americanas: ‘Cualquier cosa que diga podrá ser utilizada en su contra’”. Precisamente ha sido su hija la que le ha quitado hierro al asunto y le ha dicho: “Papá, la gente en Twitter es así”.

Le habían advertido del riesgo de las redes y lo tenía asumido: “En el sueldo va que si nomino a un concursante porque no me ha gustado lo que ha hecho, si no gusta mi valoración, entiendo que por ahí me van a llover hostias porque la gente tiene fans. Eso lo asumo, lo entiendo y es parte del juego. Pero lo que ha pasado, para mí es incomprensible”.

A pesar de ello, como decía al principio, mantiene la ilusión intacta ante el nuevo proyecto y espera aportar lo que sabe de la industria.

Los veremos en acción el primer trimestre de 2020

El nuevo jurado debutará muy pronto. Veremos su estilo y conoceremos sus opiniones y veredictos durante el primer trimestre de 2020, cuando “Operación Triunfo” vuelva a La 1 de TVE. En la esperada y emocionante Gala 0, sabremos, por fin, quiénes de los 30 finalistas acaban siendo los 16 concursantes definitivos.