García Madrid apuesta por la sastrería para mujeres: "No las voy a disfrazar de hombres"
- Ya ha vestido a la modelo y presentadora Nieves Álvarez y la cantante Cintia Lud
- Deja de lado las pasarelas y apuesta por un modelo de negocio centrado en la venta
Primero fueron las parejas y amigas de sus clientes. Luego famosas como la modelo y presentadora Nieves Álvarez y la cantante Cintia Lud. García Madrid ha hecho varios trajes y esmóquines, por encargo, para mujeres y ahora, dados el éxito y la demanda, se lanza a lo grande con Azul, un espacio nuevo dirigido solo a las mujeres en el que vende prêt-à-porter y ofrece un servicio de confección a medida con tejidos italianos de primera calidad. Un espacio que Manuel describe como una caja de luz, un contenedor de buenas ideas y cosas bonitas.
“Va a ser una gran labor de investigación porque en este sector me queda mucho por aprender. Por eso quiero estar yo en la tienda, para probar las prendas y verlas sobre una mujer real y no en una modelo”, dice. “Va a ser un año de experimentación y evolución muy importante, porque siempre quiero estar en constante crecimiento”.
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En los percheros cuelgan chaquetas cruzadas y otras con un único botón hechas en terciopelo que van más sueltas que las de hombre, prendas en mohair que Manuel hace por primera vez, pantalones de talle alto, ponchos, abrigos, blusas de topos, esmóquines en Jacquard y camisas, muchas camisas: sin pinzas ni bolsillo, de tipo pijama, oversize, con el cuello americano, modelos en talla única que aportan versatilidad… Los interiores de las chaquetas van tan mimados como en las de los chicos y todo con un estilo es más fluido y dinámico. “Todo está muy cuidado, poniendo atención en los detalles, tanto en los dibujos de los tejidos como en las prendas. No he pretendido abaratar el producto, las dos colecciones tienen la misma línea creativa”.
En enero de 2015 sacó a la pasarela instalada en el Círculo de Bellas Artes a chicas con trajes para demostrar que algunas de sus prendas no tenían género. Pero ahora es distinto. Y por eso deja claro que no se ha limitado a adaptar los trajes que hace para hombre. “No voy a disfrazar a las mujeres de hombres. Es una colección de sastrería contemporánea que se basa en los patrones clásicos, pero pensada exclusivamente para mujeres”.
Manuel es uno de los pocos creadores de moda que cuenta con tienda propia. Su modelo de negocio pasa, sí o sí, por las ventas. Todos los días se sitúa detrás del mostrador y mantiene un constate vínculo con la calle, para conocer los gustos y las necesidades del cliente. Ahora también de la clienta. “Estoy viviendo nuevas sensaciones, y son muy positivas”, dice. “Llevo dando vueltas a esta idea desde hace año y medio, y en estos seis meses he hecho la colección y la obra de la tienda”.
Un espacio abierto a otros diseñadores y oficios, ya sea la música o la escultura. Un lugar en el que conviven, además, los pañuelos de Ramón Tormes, la cerámica de Andújar y objetos vintage, como vajillas y cuberterías de los años 70. Las paredes, además, se ofrecen a acoger la obra de nuevos artistas para crear así un lugar abierto a la creatividad.
El sastre se desliga por ahora de los desfiles para centrarse en las ventas. Deja así aparcada una breve, pero pontente, aventura en las pasarelas, tanto en la extinta MFSHOW, como en 080 Barcelona Fashion y Madrid Fashion Week. Otro de sus logros ha sido el Premio Nacional de Moda que concede el Ministerio de Industria. Un galardón (Premio Nacional de Innovación y Emprendimiento en Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes) que le entregó la reina Letizia.