Descubierta una necrópolis en Toledo
- Debido a unas reparaciones de humedades, se descubre una necrópolis en la iglesia de Santa Eulalia
- Se ha iniciado una investigación arqueológica que ya ha desenterrado 104 tumbas
En un principio se trataba de arreglar unas humedades en la Iglesia de Santa Eulalia en Toledo. Sin embargo, se ha hallado un auténtico descubrimiento: una necrópolis bajo la iglesia. Esto inicia una investigación arqueológica que indica que podría tratarse de un monasterio e iglesia visigoda.
Una necrópolis visigoda
Los muros de la Iglesia de Santa Eulalia, que data del siglo XIII, eran el escondite de una riqueza patrimonial inimaginable. Los trabajos de reparación de humedades iniciados en mayo han dado paso a una interesante investigación arqueológica. Ha aparecido una necrópolis con 200 personas enterradas. Los arqueólogos llevan desenterradas 104 tumbas a diferentes niveles.
Gracias a la tipología de las mismas, su ubicación y materiales, el arqueólogo Samuel Rodríguez puede descifrar a qué época pertenecen. Su compañero Javi Peces ha desenterrado unos huesos que pertenecen a una persona del S. XVIII. Una vez desenterrados todos los huesos, serán depositados en una nueva cripta que están reformando para ello.
Con ello, ahora los toledanos y turistas tienen la oportunidad de conocer esta necrópolis. Son visitas guiadas en la que los participantes aportan una donación. Aquellos interesados en acudir a Santa Eulalia lo pueden hacer poniéndose en contacto con la Asociación de Guías de Toledo, que pone su grano de arena.
Samuel Rodríguez cuenta que las referencias documentales y la tradición indican que la iglesia fue fundada por Atanagildo, uno de los principales reyes visigodos. También hay indicios de que por ese solar había un monasterio visigodo. Referencias documentales al margen, lo que sí se puede ver es un templo mudéjar del siglo XIII que se levantó para la comunidad mozárabe de Toledo.
Tres niveles de enterramiento
El interior de la iglesia de Santa Eulalia fue lugar de enterramiento hasta el siglo XVIII. Actualmente encontramos tres niveles de enterramiento: dos de ellos datados entre los siglos XIV y XVIII y un tercero inferior del siglo XIII. Este último se asocia a la fecha de inicio del templo.
La mayoría de personas que recibieron sepultura fueron varones, sobre todo de edades comprendidas entre los 30 y los 40 años. Medían poco más de un metro cincuenta y su complexión era fuerte. También hay alguna mujer y algún niño enterrados, pero no es la norma.
Samuel Rodríguez concreta que todos fueron enterrados con ataúdes. Esto da cuenta de su buena posición social. «En la Edad Media los mozárabes eran una élite, son los cristianos viejos por excelencia, los que trabajaban en la administración local», añade.