Avellaneda, el sastre de las estrellas, se monta su propia alfombra roja para cerrar la pasarela
- El sastre, exconcursante de MasterChef, reúne a sus grandes amigos en la fiesta que cierra la pasarela
- Alled Martínez viste al 'dandi perverso' con piezas de punto que llevan todos los códigos de la sastrería
Está en Barcelona, su ciudad, y a Avellaneda eso le pesa, pero sobre todo le hace mucha ilusión. Y por eso ha querido que sean sus amigos y clientes quienes muestren a los invitados las prendas que hizo hace años y las nuevos. Gente conocida y modelos que dan vida y sentido a sus trajes, esmóquines y vestidos. “Para un diseñador es excitante hacer cosas nuevas, experimentar. Ahora presento moda para mujer por primera vez, con una línea sorprendente, más recta y limpia pero, por supuesto con mi sello”, dice.
Modelos de distintas generaciones, como la elegantísima Judit Mascó, una radiante Clara Más y la top española Mayka Merino se han mezclado con la gran familia Avellaneda, esa que crece cada día y que arrasa en las fiestas. Entre ellos, actores como Carles Francino que fue con su pareja. Los dos llevaban el mismo esmoquin con lo que el modisto demuestra la versatilidad de sus prendas.También estaban sus incondicionales, desde el elegantísimo Aldo Comas, con su insperable Macarena Gómez, a Boris Izaguirre, su compañero en MasterChef y maestro de ceremonias de Prodigios, dos programas de éxito de TVE. Una combinación fabulosa que atrajo a casi 200 invitados. “Quiero que se vea la ropa que hago en una situación real", decía minutos antes. "¡He hecho mi propia alfombra roja!”.
Todas las prendas, que sientan como un guante, llevan el estilo de este sastre renovador y osado. Un creador que en su universo estético mezcla ahora aires de la mítica discoteca neoyorquina Studio 54 y códigos de las prendas que se llevan en los bailes de graduación de esa América profunda que tanto hemos visto en el cine. Se aprecia en esmóquines exquisitos y sensuales que podrían llevar Andy Warhol y Bianca Jagger y también en las camisas rosas de caballero con chorreras retro, una prenda que conecta continentes y culturas diferentes.
Juan Avellaneda fue de los primeros modistos en trastocar, y renovar, los códigos de la sastrería tradicional introduciendo colores vibrantes, estampados divertidos, bordados osados -como su famosa langosta- y mucha alegría en las alfombras rojas. Ahora lo vemos con absoluta normalidad pero no siempre fue así. “Me costó, la verdad, y les costó, pero ahí estuvieron y aquí están hoy, tanto las prendas como los chicos que las llevaron. Son todas especiales, pero me gusta que la gente se meta en mi imaginario y se lo lleve luego a su terreno personal y estético”, dice el sastre valiente.
Hizo historia vistiendo ‘de chico’ a Nieves Álvarez para dar los puntos de España en Eurovisión 2018 y sus clientes, y amigos, tienen estilos muy distintos, desde Alfred, de OT, a Paco León o Los Javis. La costura es su pasión, aunque ahora, tras su paso por MasterChef, le ha cogido gusto a la cocina. “Ha sido increíble el apoyo. Ahí en la tele eres tú tal cual, he sido Avellaneda al 100%. ¡Te lanzas al vacío y si te caes…!”. No ha sido su caso ya que contó con el respaldo de la audiencia y los jueces, y rozó la final. ¡Todo un éxito para un sastre que sin dejar el atelier se puso, con elegancia y glamour, el delantal de cocinero.
Antes de la alfombra roja y la fiesta de Avellaneda vivimos otra experiencia muy distinta, otra alternativa al desfile tradicional. Archie, director creativo de Alled Martínez, viene de París con un aire cosmopolita y un aroma retro chic. Desembarca en 080 Barcelona Fashion como invitado y lo hace con una colección cápsula que ha mostrado montando un escaparate viviente. Sin cristal, permitiendo que la gente viera muy de cerca sus prendas.
Diez modelos, como maniquíes seductores, se han enfundado prendas que el diseñador enmarca en un estilo de 'dandi perverso'. "Todas las piezas están hechas en punto, todas tejidas por mí, pero con todos los cortes y códigos de la sastrería. En las chaquetas, por ejemplo no hay cortes ni para las solapas, cada prenda en solo una pieza entera en punto, y todo con un corte muy limpio", dice. Prendas especiales, en blanco, negro, azul noche; en colores lisos o con brillos de lúrex. "Tienen un punto hedonista y a la vez toda la severidad de la sastrería", dice.
Hay chaquetas blancas con un ramalazo nocturno, camisas de textura brillante arrebatadoras y sensuales."El tejido tiene siempre el control absoluto y se impone a la prenda", revela. Vemos además abrigos en lana merino que va afieltrados, y sin forro, que resultan encantadores, y sobre todo vemos mucha calidad y mucho oficio. "Quiero reivindicar la sastrería, y lo hago renovando todo pero con referencias a lo más clásico", cuenta.
Este barcelonés lleva más de una década fuera de casa, en Londres, y acaba de llegar de París donde ha presentado su trabajo. Pero no ha perdido de vista lo que se hace en España y conoce la nueva sastrería y firmas como Palomo Spain. "Veo que se viste a los hombres con piezas femeninas, está bien pero no es nada nuevo, ya en 2013 Jonathan Anderson vestía con volantes a los chicos. !Hacer eso ahora no es novedoso, ya está un poco visto!".
Las Antonias destacaron también en esta última jornada de desfiles y presentaciones. Su propuesta se basa solo en el punto hecho a mano. "No hay dos piezas iguales", dicen estas dos hermanas que heredan el arte de las agujas de su abuela. Ahora tejen prendas especiales y reivindican la artesanía y una materia prima de calidad, como es la famosa lana de Val de San Lorenzo, en León. "Si se consume esta lana el campo se revitaliza", dice. Ahí entra la moda cono salvación de la España vaciada.