Giorgio Armani, con mascarilla, veta la entrada al público a su desfile por el miedo al coronavirus

• El modisto lo ha hecho para "salvaguardar el bienestar de todos sus invitados"
• La imagen de Giorgio Armani poniéndose la mascarilla ha dado la vuelta al mundo

Giorgio Armani se coloca la mascarilla antes de ir a su desfile.

"El señor Armani ha decidido que quiere salvaguardar el bienestar de todos sus invitados al no hacer que asistan a espacios llenos de gente”. Con estas palabras la casa Giorgio Armani anunciaba que no dejaría entrar al público a su desfile. Ha cerrado las puertas a la gente que tenía invitación pero sí ha permitido la entrada a los famosos que se han desplazado a Milán desde distintas partes del mundo y a la prensa acreditada.

Giorgio Armani se pone la mascarilla nada más bajar del coche antes de su desfile. IVE

El pánico por la propagación del coronavirus en el norte de Italia no ha impedido que se celebre esta pasarela, la principal cita con la moda italiana, pero sí se nota la preocupación. Hay una imagen que lo dice todo. Cuando el diseñador llega al Teatro Armani, donde siempre celebra sus desfiles, lo hace en coche y nada más apearse se coloca la mascarilla. La fotografía ha dado la vuelta al mundo y pone el foco en esa intranquilidad que hay en la sociedad italiana.

Desfile de Giorgio Armani en Milán. Reuters

Pero el espectáculo tiene que continuar y el desfile se ha celebrado con total normalidad. El modisto describe su nueva colección como "un diálogo entre los códigos masculinos y femeninos dentro de una atmósfera de romanticismo moderado".La casa reinterpreta algunos códigos de los uniformes militares, como charreteras y galones, para abrigos envolventes, chaquetas con originales cierres y pantoles que se terminan dentro de las botas altas. El estampado camuflaje se transforma ahora en una delicada composición abstracta y brillante de flores y pétalos para perder así su estilo marcial, y lo mismo ocurre con el de pata de gallo y príncipe de Gales que, ahora, decoran prendas muy femeninas. El negro es el gran protagonista en la paleta de color que acepta golpes de rosa, verde azulado y gris perla, siempre con texturas sedosas y sensuales que decoran volantes gráciles y muy elegantes.

El modisto Giorgio Armani se quita la mascarilla para salir a saludar. AFP

Armani ha sido el único que ha restringido la entrada a su desfile. Pero lo más destacado ha sido el dato económico. Las ventas de ropa, perfumes y joyas han caído un 80% durante la semana de la moda italiana por la falta de turistas chinos. Según cuenta Expansión, "los consumidores chinos representaron el 40% de los 281 000 millones de euros desembolsados en 2019" .Hoy termina la semana de la moda de Milán y comienza la de París. Todos se preguntan ahora qué decisión tomará la federación de la moda francesa y sobre todo qué harán firmas tan importantes como Chanel, Dior y Louis Vuitton que tienen las listas de invitados famosos más largas de todo el planeta.