María Sharapova no deja de ser icono de la moda
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La retirada de Maria Sharapova ha sacudido el mundo del tenis. A sus 32 años, Sharapova no solo ha conquistado cinco Grand Slams, sino también las revistas de moda. No en pocas ocasiones ha deslumbrado con su estilo, ya fuese en fiestas post-Oscar, la Met Gala, Halloween o las presentaciones de sus propios logros deportivos, como su posado ante la torre Eiffel junto a la copa del French Open.
Durante la última década, Sharapova ha sido una asidua de la fiesta Vanity Fair, la más lujosa que se celebra tras la ceremonia de los premios Oscar. Allí ha lucido vestidos tan espectaculares como el Maison Valentino que llevó este mismo mes. Largo y de gasa verde lima, la tenista lo acompañó con un maquillaje unos complementos austeros para cederle todo el protagonismo.
Tampoco podemos olvidarnos de los mini de años anteriores, tanto el plateado de volantes firmado por Lanvin como el Preen by Thornton Bregazzi blanco, de 2019 y 2016. El año pasado acudió también a la fiesta de la Fundación Elton John contra el sida, en la que llevó un atuendo negro con transparencias diseñado por David Koma.
La Met Gala se ha convertido en una de las citas más importantes del mundo de la moda. Reúne a figuras de la música, el cine e incluso el deporte, y Maria Sharapova es un ejemplo de ello. En 2016 apostó por Juan Carlos Obando: su vestido rojo poco tenía que ver con el tema de la noche, la tecnología, pero dejó a todos con la boca abierta. Givenchy la vistió para la edición de 2019, dedicada al camp, una estética que se suele equiparar al kitsch. Su vinculación con la casa de modas francesa la ha llevado a acudir a su desfile de la Paris Fashion Week.
El look de la tenista por Halloween en 2016 fue muy alabado. Se puso en la piel de la risueña Pippi Calzaslargas e incluyó en su disfraz al señor Nilsson, el mono de la serie. Sin duda, un vestuario capaz de rivalizar con la reina de esta festividad, Heidi Klum.