Stella McCartney lanza la moda animalista
- Es la diseñadora más comprometida, no utiliza pieles de animales y apuesta por tejidos orgánicos
- Vacas, lagartos, osos y zorros saltan a su pasarela para protestar por el uso de las pieles
- "La mitad de mis clientes acuden a mí por mi estilo y la otra mitad, por su preocupación climática", dice
Stella McCartney está más combativa que nunca. Fue una de las pioneras en abanderar el ecologismo textil y la moda sostenible y es una férrea detractora del uso de pieles animales. Ahora ha utilizado su desfile en la Semana de la Moda de París para hacer un alegato animalista. Ya en redes hemos visto que en estos días atrás ha utilizado el humor para hacer activismo y lo mismo ha hecho ahora sobre la pasarela. En el carrusel sus modelos han estado acompañados por vacas, lagartos, osos, zorros y conejos. Toda esa fauna amenzada por el consumo indiscrimado de pieles, tanto en el sector del textil como en el de los complementos.
La colección se enmarca en la moda sostenible, una tendencia imparable. Su bandera de tejidos es una moderna mezcla de texturas nobles, como algodones, sedas y lanas, con otras de nueva generación, esos materiales de laboratorio que se crean a partir del reciclado, como el nylon y el poliester. "Cada decisión que tomamos es una seña de nuestro compromiso para definir el futuro de la moda. Nunca hemos usado cuero ni piel y hemos sido pioneros en utilizar materiales alternativos recurriendo a las tecnologías más vanguardistas con el fin de avanzar hacia la circularidad, proteger los bosques más antiguos y en peligro de extinción, e intentar frenar el impacto que causamos sobre el planeta con herramientas innovadoras", dice McCartney.
En 2019 la hija de Paul McCartney vendió una parte minoritaria de las acciones de su marca -fundada en 2001- al grupo de lujo LVMH y es desde entonces la asesora de sostenibilidad de su propietario, Bernard Arnault, el hombre más rico de Francia. "Me gusta pensar que contribuyo con una manera diferente de pensar. He demostrado un modelo de negocio sano que está favoreciendo el cambio y que es aceptado. Prefiero ser positiva y pensar que puedo mostrar un ejemplo magnífico de otra forma de hacer negocios", decía antes del desfile ante la prensa.
Todas las prendas tienen además un estilo soft, cómodo, casual. La diseñadora huye de encorsetamientos y desprecia las prendas que encarcelan el cuerpo. McCartney siempre dibuja sus patrones pensando en la libertad de movimientos para vestir el cuerpo y no encerrarlo. Contra el frío propone distintas prendas que van desde las capas y los ponchos hasta el clásico trench militar. Esta pieza icónica la versiona en distintas prendas. abrigos, chaquetones e incluso vestidos llevan elementos de la icónica gabardina, y siempre en tonos muy tranquilos de blanco roto e incluso gris claro. La diseñadora juega con el cinturón, que unas veces nace en las solapas y otras veces se abrocha en el cuello.
Cuando pensábamos que el pijama había desaparecido de las pasarelas llega Stella McCartney y lo reinventa. Ahora lo decora con tranquilos estampados abstractos, que hacen referencia a la obra del ilustrador Erté que McCartney conoció cuando era niña. El nuevo pijama sigue siendo cómodo y versátil. Es un poco más sofisticado pero no por los tejidos, más bien por el patrón, que una vez más tiende a agrandarse. Las asimetrías se mezclan con juegos de deconstrucción en una colección de estremos que van desde el minimalismo al maximalismo; pero siempre en las siluetas, nunca en los texturas, acabados o color.
Sus modelos, chicas y chicos, forman un aguerrido batallón que le gana la batalla a las pieles, porque las que vemos, envolventes y mimosas, son sintéticas o veganas. En 2018 empezó a trabajar con un material similar al cuero, que produce la empersa Bolt Threads a partir de células de micelio con un sustrato de tallos de maíz y otros nutrientes y evita utilizar químicos tóxicos en el proceso de tintado. "Uso todo lo que pueda parecer cuero pero sin serlo", añade. Otro de los tejidos estrella es el punto, que aporta un plus de confortabilidad a la propuesta.
Los estampados geométricos, sobre todo cuadros, se usan con distintas formas y tamaños, a veces en diferentes prendas que se usan para un mismo look. Hay muchos guiños a lo que antes se llamaba masculinidad, tanto en las formas como en los colores. Una masculinidad contenida, sin evidencias, que remarca el espíritu feminista de la casa. Todo el calzado es plano, otro símbolo de la lucha feminista, y los accesorios como broches, collares y pendientes llevan divertidas figuras de animales: monos colgando de ramas de árboles, cocodrilos sonrientes...
Stella McCarteney, de 48 años, va una vez más a contracorriente para redefinir conceptos, para redefinir la moda. El lujo, para ella, es algo íntimo, no está en la superficie de las prendas. Tan solo en los vestidos de fiesta y noche se aprecian algunos detalles de sofisticación, sutiles aplicaciones metalizadas sobre vestidos túnica y caftanes que se tiñen de azul, granate, negro e incluso blanco. Prendas que tapan el cuerpo pero no evitan que la sensualidad traspase el tejido.
Las actrices Caitriona Balfe, muy popular por su papel en la serie Outlander, e Isabelle Huppert han estado en la primera fila aplaudiendo a la hija de Paul McCartney. Ellas, como el resto de invitados, recibieron como regalo un pequeño árbol para plantar. La diseñadora lo tiene claro. "La mitad de mis clientes acuden a mí por mi estilo y la otra mitad, por su preocupación climática", dice. Hoy, en 2021, Stella McCartney por fin no se siente un bicho raro por hablar de sostenibilidad en la Semana de la Moda de París. Mucho han cambiado las cosas desde 2001 y mucho se lo debemos a ella.