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¿Cómo serán las ciudades del futuro?

  • Núria Moliner muestra los retos que tienen las ciudades en los próximos años
  • Urbanistas y arquitectos de todo el mundo trabajan en proyectos en los que prevalezca la calidad de vida de sus habitantes
  • El capítulo ‘Sueños urbanos’ de Escala humana ya está disponible en #AlaCarta

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Escala humana - Lo mejor de 'Sueños urbanos'

A principios del siglo XX solo un 13% de la población mundial vivía en ciudades. Para el 2050, se estima que esta cifra será del 66%. Pensar cómo tienen que ser estas ciudades del futuro para conseguir mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos es nuestro reto del presente.

Durante muchos años, nuestro sueño urbano ha pasado por una casa unifamiliar, con jardín privado y a poder ser con piscina. Esto nos ha llevado a construir ciudades de baja densidad. Son grandes extensiones de edificios bajos que promueven el uso del coche. Un modelo poco saludable y poco sostenible que no cuadra con una población mundial que crece exponencialmente.

Muchos expertos proponen un futuro más vertical, con urbes más densas que liberen espacio y se lo devuelvan a la naturaleza. Donde además podamos vivir en comunidad, cerca de todos los servicios y recursos que necesitamos, y donde fomentemos lo local y la economía del compartir.

En el capítulo ‘Sueños urbanos’ Núria Moliner habla con Vicente Guallart, experto en urbanismo y ciudades sostenibles. Trabaja diseñando Shenzhen, la capital tecnológica de China, que se empezará a construir este año. En su nuevo centro urbano el tráfico privado circulará bajo tierra para que la superficie sea de las personas. Para Guallart, la ciudad del futuro pasa por un modelo de autosuficiencia, donde el mundo digital sirva para crear estructuras más ecológicas y humanas:

“Si las ciudades producimos nuestra energía o producimos muchos de nuestros productos con tecnologías avanzadas seremos más ricos.”

Aunque el experto tiene claro que el futuro pasa por el vehículo eléctrico compartido, cree que es mejor evitar desplazamientos y construir viviendas allí donde está el trabajo, y trabajo en los barrios donde vive la gente.

Proyecto de la futura ciudad de Shenzhen en China

Proyecto de la futura ciudad de Shenzhen en China Escala humana

Las ciudades del futuro son inclusivas, de proximidad, eficientes, verdes y saludables. Este es el mejor sueño urbano para todos. Mientras tanto algunas ciudades han adoptado medidas para cambiar su modelo urbanístico y ser más sostenibles medioambientalmente y poner a las personas en el centro.

Pontevedra ha recuperado el 75% del espacio público que antes estaba destinado a los vehículos. La calidad del aire ha mejorado al reducirse dos tercios la emisión de CO2. Además, los niños y niñas juegan más en las calles.

César Mosquera, concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Pontevedra, explica que empezaron el proceso de construcción de una nueva ciudad restringiendo la entrada de vehículos y organizando la movilidad motorizada:

“Primero, porque la situación era desesperada, no se podía ir andando. Una calle de estas que difícilmente se cruzan dos personas pues andando o con un carrito o con paraguas. Había un coche aparcado, otro que no pasaba, el peatón que no podía pasar. Era una situación casi desesperada.”

La plaza de Barcelos transformó sus dos carriles de circulación con estacionamiento en un espacio diseñado para que los niños pudieran jugar y que incluso sirve de patio a un colegio de enfrente que no disponía.

Pontevedra ha reducido dos tercios las emisiones de CO2

Pontevedra ha reducido dos tercios las emisiones de CO2 Escala humana

En Barcelona, proyectos como el de las “superilles” demuestran como las mejoras de movilidad se pueden aplicar a toda la ciudad y no solo a los cascos históricos.

La colaboración ciudadana y la monitorización de datos son un también un buen tándem para diseñar los planes de movilidad en las ciudades del futuro. El proyecto “Huella ciclista Madrid” nació con el objetivo de visualizar el flujo ciclista de la capital española. Más tarde, el registro de los datos del servicio de bicicleta pública, BiciMad, permitió recoger las rutas ciclistas de todos sus usuarios en un solo mapa.

La climatización de los edificios es otro de los aspectos clave en las ciudades del futuro. En 2002 se creó, por primera vez en España, una red urbana de climatización centralizada sostenible y respetuosa con el medio ambiente preparada para suministrar energía a una amplia zona de Barcelona y de Sant Adrià de Besòs. David Serrano, director general de Districlima explica en Escala humana el funcionamiento este sistema:

“El fundamento de este tipo de redes se basa en la producción centralizada de calor y frío, su distribución a los edificios que están conectados en un barrio, en un distrito, e incluso en un municipio entero, aprovechando la energía producida de una manera más inteligente, más sostenible y de una forma centralizada”.