¿Son malas las grasas?

• Engordan igual las que son saludables y las que no
• Pero no podemos vivir sin ellas, por eso es importante saber elegir
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Mitos sobre las grasas

Aunque cada vez están cambiando más las pautas para conseguir bajar de peso, todavía tenemos grabado que son el enemigo número uno cuando queremos adelgazar. Sin embargo, quizá te sorprenda descubrir que no podemos llevar una vida sana sin ellas. Entonces, ¿son malas las grasas? ¿O quizá no lo son tanto? La clave está en saber elegir bien y eso es lo que vamos a intentar enseñaros en este artículo. ¡Sigue leyendo!

La diferencia de su origen

A menudo hemos escuchado que las grasas más saludables son las de origen vegetal, que son de tipo insaturado, (como las que encontramos en productos como el aceite de oliva), y que las que debemos reducir para controlar nuestro peso y evitar enfermedades cardiovasculares son las de origen animal, que son saturadas, (como las que encontramos en lácteos enteros, en el queso, en la carne, etc).

Y es cierto hasta cierto punto: las grasas insaturadas son más sanas por diferentes motivos: no “ponen en peligro” nuestro colesterol y nos ayudan a regularlo, son buenas para nuestro sistema cardiovascular… Y deberíamos vigilar el consumo de grasas saturadas. Pero es que la norma de que las primeras son de origen vegetal, y viceversa, ¡no siempre se cumple! Entonces, ¿cómo podemos saber si son malas las grasas que estamos consumiendo?

Hay ciertas excepciones, como por ejemplo el aceite de coco o de palma, que son de origen vegetal, y están compuestos en su mayoría por grasas saturadas. Y también hay excepciones dentro de las grasas animales: los ácidos grasos omega 3 de los que tanto hemos oído hablar, son de tipo insaturado pero están presentes en alimentos como los mariscos, con unas propiedades tan interesantes como estas, o en los pescados azules. Por lo tanto hay que elegir las grasas en función de lo saludables que son y no fiarnos siempre de su origen.

Todas las grasas engordan por igual

Esto puede resultar sorprendente. Todas las grasas, tanto las que son saludables como las que no lo son, nos aportan el mismo número de calorías. Aproximadamente 9 kilocalorías por cada gramo de grasa. Pero la diferencia fundamental radica en los efectos complementarios que tienen sobre nuestro cuerpo. Hay que considerar si son beneficiosas para nuestro sistema cardiovascular o si son buenas para el colesterol. En cualquier caso, deberíamos intentar que el consumo de grasa no supere el 10% de las calorías que ingerimos al día.

Pero no podemos prescindir por completo de este macronutriente, ya que es fundamental por el papel que desempeña en diferentes procesos corporales. Desde ciertas funciones del sistema nervioso hasta la labor que cumplen como reserva energética. Por lo que la próxima vez que te pregunten si son malas las grasas podrás responder que no necesariamente, pero que lo importante es saber elegirlas bien.