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Isabel Coixet habla de 'Nadie quiere la noche', una película para tiempos de aislamiento

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Nadie quiere la noche es una de las películas más vistas de Somos cine, el nuevo portal de cine online habilitado por RTVE.es durante la cuarentena. El espacio alberga otras dos películas de Isabel Coixet, Mi otro yo y Spain in a day. Pero es para hablar de la primera que la directora se ha reunido con Elena S. Sánchez, la presentadora de Historia de nuestro cine: "Es una película muy importante que recuperar en estos tiempos de aislamiento".

Protagonizada por Juliette Binoche, "La película está basada en la vida de una persona que existió, que fue la esposa de un famoso explorador. Está basada en hechos reales, pero se toma varias licencias", explica la directora. La historia transcurre en Groenlandia en 1908 y se rodó en lugares dispares: primero en escenarios naturales de Bergen (Noruega), a temperaturas heladas, y luego en platós de Sofía (Bulgaria) y Tenerife (España).

Isabel Coixet y Elena Sánchez se sumergen en las profundidades de la película y rescatan las anécdotas de un duro rodaje que la probó capaz de desenvolverse en situaciones límite: "Con una serie de escenas de acción que yo nunca había hecho, persecuciones y avalanchas en un lugar hostil y nada acondicionado".

El equipo de Coixet se vio de repente en la piel de las protagonistas de esta historia, experimentando un aislamiento geográfico llevado al máximo: "Estas dos mujeres están en lo más duro del crudo invierno y en el peor sitio para pasarlo".

Una mujer en busca de su existencia histórica

Tráiler de la película 'Nadie queiere la noche' de Isabel Coixet

La cinta rescata la historia de Josephine Peary, una escritora y exploradora estadounidense llena de determinación que viajó hasta el Polo Norte para buscar a su marido. "Al leer el guion de Miguel Barros me quedé absolutamente fascinada por la fuerza de esta historia y por cómo habla de lo que no se habla".

Pero lo que más valora la cineasta es la lucha de la protagonista por reivindicar su figura histórica: "Ella es la mujer que siempre se queda atrás, que propicia que este hombre haga lo que hace. Estas mujeres existen, son hijas de una época determinada y de un entorno heteropatriarcal muy claro, movidas por un deseo de arañar su papel en la Historia".

Josephine es admirable, pero no es una figura sencilla; la protagonista es complicada y odiosa, en palabras de su directora. "Con Juliette siempre debatíamos entre encontrar cosas para defender al personaje y culparla de provocar situaciones que destruían todo a su paso".

Por eso es especialmente importante su contraste con Allaka, la mujer inuit que interpreta Rinko Kikuchi: "La colisión de esta mujer civilizada que busca su papel en la historia y del pueblo inuit, que vive en otro clima y otro mundo y se enfrenta al hombre blanco irrumpiendo y redescubriendo unos territorios que ya estaban habitados", dice Coixet.

"Todo ese proceso fue muy interesante, Juliette intelectualizaba a su personaje y yo trataba de bajarla al cuerpo, a la carne, al peso de las pieles arrastrándose sobre la nieve y a su deseo de ser digna en circunstancias indignas. Yo quería partir de esa cosa física".

Aunque está basada en hechos reales, la película se aleja en varios lugares de la historia de Josephine Leary: "Ella escribió un diario de todo su periplo, y lo que ocurrió en realidad es mucho más terrible de lo que los dos mostramos".

Descubriendo a Juliette Binoche

Isabel Coixet y Juliette Binoche en la premiere de 'Nadie quiere la noche' en Madrid, 2 de noviembre de 2015

Isabel Coixet y Juliette Binoche en la premiere de 'Nadie quiere la noche'

La presencia de Juliette Binoche es uno de los grandes atractivos de la película. "La actriz francesa llena cada plano en la piel de un personaje con el que cuesta empatizar", dice Elena S. Sánchez en su crítica de Nadie quiere la noche.

Lo cierto es que la directora debe esta colaboración a un proyecto anterior que se vio interrumpido: "Yo conocí a Juliette en París hace muchos años porque un productor me ofreció un guion muy bonito, una historia maravillosa ambientada en Praga en la Segunda Guerra Mundial", explica Coixet.

"El proyecto financieramente no salió adelante, como pasa muchas veces, y durante mucho tiempo hablamos juntas de la película, intercambiábamos ideas y materiales. Cuando recibí el guion pensé en ella porque sabía que le iba a gustar: Juliette busca riesgo, cosas que no haya hecho antes, personajes antipáticos. La llamé, nos vimos en Avignon y le entregué solemnemente el guion. Muy poco después me dijo que adelante".

Un rodaje en condiciones extremas

Días de cine - Nadie quiere la noche

Rodar en localizaciones tan dispares presenta muchas dificultades en el nivel técnico: "Que no hubiera fisuras entre todos esos lugares [Noruega, Bulgaria y Canarias] y que lo rodado en exteriores a 16 grados bajo cero no tuviese una textura diferente a lo que rodábamos en el plató era un reto".

Pero el principal problema era la hostilidad de los parajes remotos noruegos: "En los exteriores no estábamos cerca de ningún lugar, había que transportar el material y a la gente en motonieve a kilómetros del campamento base. Había momentos en los que te preguntabas: ¿Todo este esfuerzo merece la pena? Pero para hacer una película creo que siempre merece la pena".

"En las producciones americanas la gente no trabaja si no tiene su capuccino. Nosotros allí estábamos perdidos, no teníamos nada, saltábamos mucho para entrar en calor. Mi obsesión era centrarme, conseguir estar presente y sacar adelante el trabajo. Tener una mentalidad de cineasta y aparcar cualquier consideración de otro tipo".

Coixet tiene en común con Leary la determinación ciega y el espíritu aventurero: "Yo soy un poco como Josephine, que estaba allí en su casa tranquila y dijo... ¡Me voy al Polo Sur!"

¿Cómo está pasando el aislamiento Isabel Coixet?

"Soy aries, así que toda esta incertidumbre me viene muy mal para mi salud mental", dice la directora, que durante la cuarentena elaboró una tarta de queso con anchoas.

Además, Coixet dice que echa de menos los rodajes: "Es la parte del proceso donde el director siente más presión, pero hay un vínculo que se crea que es muy difícil de describir. Es muy bonito y los echo de menos. Luego cuando estoy evidentemente no, pero en tiempos como estos uno echa de menos todo".

Elena S. Sánchez le ha agradecido a la directora en nombre de todos la labor de los trabajadores del mundo de la cultura que nos proveen de entretenimiento y nos levantan el espíritu durante la cuarentena.

Nadie quiere la noche está disponible, junto a otras 60 películas y de forma gratuita, en la web de RTVE.