Conchita Wurst cambia radicamente de imagen, y su transformación tiene un único motivo
- Seis años después de ganar el Festival de Eurovisión apenas queda rastro de Conchita Wurst
- Thomas Neuwirth ha borrado todas las fotos del festival y su imagen es mucho más masculina
- Los expertos analizan su cambio de aspecto y las razones que le han llevado a dar el paso
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Todo el mundo conoce a Conchita Wurst por haber ganado el Festival de Eurovisión en 2014 con su tema 'Rise Like a Phoenix'. Era la gran favorita del público, sobre todo por lo que representaba. La canción era buena, sí, e hizo una interpretación a la altura de su personaje. Pero su mensaje de inclusión, respeto y defensa de los derechos LGBTIQ+ fue lo que le ayudó a vencer. Conchita hizo honor a su lema, ¡Somos imparables!
Han pasado casi seis años de aquella gesta: un hombre con barba y peluca de pelo largo vestida con un modelazo de lentejuelas dorada, un look a lo diva de la canción. Era una versión queer de Shirley Bassey, tanto por la imagen como por el aire de la canción, al más puro estilo James Bond. ¿Pero qué decía la letra? "Me alzo como un fénix salido de las cenizas, buscando, más que venganza, una recompensa. Fuiste avisado, una vez que me transforme, una vez que renazca". Un estribillo que cobra ahora un nuevo significado.
El cantante Thomas Neuwirth creó a Conchita Wurst en 2011. Era una superwoman que luchaba contra las injusticias sociales envuelta en un halo de glamour. Tres años después tenía fama y llegó a Eurovisión avalada por el cariño y apoyo del público, sobre todo del colectivo LGBTIQ+. Arrasó y su éxito traspasó los límites del festival. Se convirtió en un fenónemo mediático, acaparó portadas de revistas tan relevantes como Interview y Rolling Stone y conquistó el mundo de la música, la moda y la televisión. Elton John, Jean Paul Gaultier, Karl Lagerfeld, Paris Hilton, Heidi Klum, Catherine Deneuve, Dita Von Teese... Todos querían a Conchita y ella los quería a ellos. Los quería y los necesitaba.
Su arma más potente era su imagen. Thomas esculpió a Conchita a su antojo pero... ¿es ahora un lastre para él? "No lo creo", dice el periodista Agustín Gómez Cascales, una de las voces más respetadas de la escena musical. "Todos evolucionamos, y hay artistas que necesitan partir de cero para arrancar una nueva etapa. Conchita es un personaje demasiado poderoso para ser eliminado, porque Thomas no sería quien es sin Conchita".
Distinta es la opinión de Irene Mahía, de RTVE Digital, que estuvo en Copennaghe cuando participó Conchita Wurst. "Yo creo que sí es un lastre. Él mismo dijo hace algún tiempo que le apetecía matar al personaje. Entiendo que le ha acabado limitando tanto que no le habrá quedado otra opción. ¡Esos personajes con la sombra tan alargada no dejan entrar la luz en tu camino!".
El cambio empezó en 2015. Thomas primero fue escogiendo pelucas más cortas, variando del pelo liso al rizado, y siempre con un tono muy oscuro. Y en 2017 llegó la transformación más radical, sin peluca, con su propio pelo teñido de platino. Después hizo lo mismo con la barba. La transformación evolucionó hasta no dejar ni rastro de la diva. Día a día el artista se fue despojando de ese glamur made in Hollywood para probar con nuevos estilos, incluso el gótico. La nueva Conchita tiene un look mucho más 'dark' y masculino, y presume incluso de su vello corporal.
Ha cambiado los vestidos por las sudaderas, las blusas por las camisetas, los tacones de Louboutin por las Dr. Martins. Lo que sigue conservando es el maquillaje, sobre todo la base y una sombra de ojos muy oscura. "A veces pienso si reniega o no de su paso por el Festival, si quiere hacer uso de su derecho al olvido. Pero quizás todo tenga más que ver con que para poder hacer una carrera musical, acorde a lo que siente y le apetece hacer ahora. Y no le queda más remedio que empezar de cero y alejarse de Conchita", dice Irene.
"No hay mejor golpe de efecto que un cambio radical. Así es imposible que tu evolución artística pase desapercibida. Además hay que tener en cuanta que la repercursión de Conchita Wurst no es ni de lejos la que era. Incluso si no era algo premeditado, está claro que Thomas necesita dar un paso adelante, y mostrar otra faceta suya que hasta ahora no era valorada. Si en su momento rompió moldes con su personal manera de manejar el travestismo, desde luego ha logrado dar un nuevo golpe de efecto con este giro de 180 grados", añade Agustín.
En redes sociales, cartelería y conciertos prescinde ya del Conchita y utiliza solo el apellido, un escueto y potente Wurst en letras rojas sobre fondo negro. Una imagen más agresiva. "Sinceramente, dudo muchísimo que esto se deba a un plan orquestado. Siento más bien que ha debido ser consecuencia de su evolución tanto artística como personal. Vivimos un momento de cambio radical a todos los niveles, no puede ir más acorde con los tiempos. Renovarse o morir, ¿no?", apunta Agustín. "Si quieres salir de esa zona de confort, en este caso tan radicalmente opuesta a la que te dio la fama, probablemente no te aporte demasiado que te sigan asociando a lo que vieron de ti hace tantos años, en el Festival", concreta Irene.
Pero ya han pasado seis años del triunfo en Eurovisón que le reportó fama, pero no en la escena musical. Quizá por eso ha borrado todas las fotos de su paso por el festival de su cuenta de Instagram. Conchita no fue una estrella del pop, más bien era un icono gay que cantaba muy bien. Como tal hizo giras, espectáculos, desfiles de moda, apariciones en televisión... y estuvo en el Orgullo de Madrid. ¿Lo logró Conchita o Thomas?
"Yo creo que él ha disfrutado el personaje el tiempo que ha querido, y ahora quiere hacer algo distinto y el personaje le pesa. Su triunfo fue muy emblemático y su personaje muy trascendental para mucha gente. Y también inspirador. No creo que pensara: hago de conchita, gano eurovisión y luego la mato. Yo creo que ha ido haciendo lo que le apetecía en cada momento", indica Irene. Agustín subraya que "no todos los que se muestran ante su público de un modo tan diferenciado a como son en la intimidad tienen la fuerza para mantener un personaje vivo de por vida. Él, al fin y al cabo, es un cantante. Y con una apariencia más natural puede incluso resaltar más su manera de interpretar".
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Son muchos los artistas que comienzan en la música llamando la atención con personajes extremos, o vestuario teatral y demasiado 'estudiado'. De Madonna y Grace Jones a Lady Gaga y Miley Cyrus. Las grandes estrellas del pop, e incluso del rock, ha utilizado su imagen para conectar con el público, lanzar su mensaje y destacar entre el océano de artistas que lo intentan cada día. Llegar suele ser fácil. Lograr un éxito y vivir de las rentas, también. Pero mantenerse...
"Ha pasado el suficiente tiempo para que inicie una nueva etapa en la que quizá la música y su calidad como intérprete logren relevancia per se. Se ha desgastado tanto como representante de la comunidad LGTBI que puede que este cambio radical también tenga con las ganas de abrirse a otros mercados, de que no se le reconozca únicamente por su histórico triunfo en Eurovisión. Es evidente que resiste a que se le catalogue de 'one hit wonder'. Y encima la dualidad con la que juega le da más oportunidades de hacerlo. Los renacimientos siempre dan mucho juego. Ahora se nota que tiene ganas real de volver a jugar", concluye Agustín.
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Y antes de terminar, Irene plantea otra posibilidad. "Quizás Thomas sea otro personaje, no lo sabemos, pero está en su derecho de evolucionar, y Conchita le anula. Conchita tuvo sentido para él en un determinado momento, en un determinado contexto. ¡Pero sería infravarolarle mucho como artista dar por hecho que no tiene nada que aportar como músico!
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