Receta de paté de garbanzos al pimentón, o lo que es lo mismo: "hummus con ingredientes de andar por casa"

• Un plato de restaurante al alcance de todos
• Con un bote de garbanzos y aprovechando las especias de la despensa, podrás hacer maravillas
• Si quieres convertirte en un chef durante la cuarentena, sigue todos los consejos de Sergio Fernández en Cocina en cuarentena con Sergio

España Directo - Receta de paté de garbanzos al pimentón

Como cada tarde en España Directo, el chef Sergio Fernández nos trae las mejores recetas para hacer en la cuarentena, y lo hace a través de platos con el que puedas sacar partido a todos los productos que tengas en casa (como a esas especias que llevan casi un siglo en tu despensa) o que hayas comprado para el confinamiento. Uno de ellos sin duda son las legumbres en conserva, concretamente un bote garbanzos al natural... uno de esos alimentos que, si no has comprado, seguro que te han sobrado del cocido para 10 que preparaste el otro día... Bien, pues es hora de aprovecharlos y preparar un plato que podría estar en la carta de cualquier restaurante, ¡paté de garbanzos al pimentón! Una receta que se acerca mucho a la del típico hummus, pero con ingredientes de andar por casa.

Receta de paté de garbanzos al pimentón
Receta de paté de garbanzos al pimentón

legumbres

Ingredientes

Preparación

Garbanzos en conserva (o los sobrantes del cocido) Mostaza Lima (o limón) Pimentón Pimienta Sal Miel Aceite Orégano Regañás, picos o panecillos

Ponemos los garbanzos (bien lavados) en la batidora y echamos un chorro de aceite de oliva. A continuación, ponemos un chorro de miel y la ralladura de la lima o el limón (si no tienes puede ser de naranja), además le añadimos unas gotas del zumo de lima. Para añadirle más sabor ponemos un toque de pimienta blanca molida, orégano, sal y mostaza. Trituramos con la batidora hasta conseguir la textura deseada y cremosa (estar más o menos dos minutos triturando). Mezclamos el pimentón con aceite templado en un vaso, y lo echamos sobre nuestro paté. Lo rematamos con las regañás, picos o panecillos que tengamos en casa (para acompañar) y… ¡listo! Ya tienes tu plato de restaurante.