Saray y sus ofensas: por esto ha sido expulsada directamente de 'Masterchef'.
- "El 'León come gamba' se queda corto con esto"
- La concursante pierde las formas en un cabreo descomunal y presenta una perdiz muerta y sin desplumar para que la coman los jueces
- Sobre Samantha, Pepe y Jordi: "Algún mal de ojo le he echado alguno. Que se parta un pie"
Las búsquedas de "Saray" y "SarayMasterchef se han disparado en las últimas horas. Y los comentarios en Twitter la han convertido en TT mundial. La noticia de que la concursante fue expulsada directamente de las cocinas por presentar una perdiz muerta sin desplumar para que el jurado la comiera así ha incendiado las redes sociales y la gente quiere saber más ¿Por qué? Porque presentar semejante "marranada" no ha sido el único desafío que la cordobesa ha lanzado a los jueces en sus cuatro programas. Nunca habíamos visto a Pepe, Samantha y Jordi tan descolocados. Ni tan ofendidos. Han sentido tanta vergüenza que terminaron el concurso pidiendo perdón por haberla seleccionado como aspirante. Y eso que Saray fue una de las personas más destacadas del casting por ser un ejemplo de lucha y superación. Esta trabajadora social, gitana y transexual, venía dispuesta a demostrar que era peleona y que perseguía su sueño. Pero su fuerte carácter y sus enfados sin límites le han costado la eliminación fulminante de las cocinas. ¿Cuáles han sido las ofensas de Saray para convertirse en la concursante más polémica de Masterchef?
Saray, una concursante muy contestona
Está claro que el programa 4 de Masterchef ha sido nefasto para Saray. Ya empezó mal en la primera prueba. Sólo tenían que cocinar un postre que hablara de su infancia. Tenían para ello 90 minutos de tiempo. Ella decidió que haría unas galletas morunas y un batido que le recordaban a un viaje que hizo con sus padres a Marruecos, así que le sobró más de media hora de cocinado... ¿A qué se dedicó esos 30 minutos extra? A comer la galleta que le sobró y a beberse el batido que no iba a servir a los jueces.
“Algún mal de ojo le he echado a alguno, que se parta un pie“
Jordi se lo advirtió en dos ocasiones. Le pidió, con sonrisas y buenas maneras, que empleara mejor su tiempo y presentara algo más elaborado. Ni caso. Le decía al juez que sí en su cara, pero por detrás empezó a calentarse ella sola. Se lo tomó como algo personal: "Siempre liaos conmigo, qué más quieren que le haga...¡venga ya!".
Y empezó a despotricar contra los jueces: "Los jueces nunca se ríen, siempre están serios. No me gusta nada su rollo
Algún mal de ojo le he echado a alguno, que se parta un pie." Y eso, que antes de empezar el cocinado y la consiguiente bronca había llegado con la mejor de sus intenciones a cocinas: "Las maldiciones gitanas existen. Y cuando una mujer gitana te echa una, te cae. Pero yo no voy a echar ninguna. A no ser que se comporten malamente conmigo." Dicho y hecho.
“¡Venga voy a hacer aquí una mierda para reírme de los jueces de Masterchef!“
La primera bomba de la noche explotó, como era previsible, cuando llegó el momento de valorar las galletas de Saray. Sin siquiera probarlas, le sacaron directamente el delantal negro reprochándole su actitud: "Te lo has tomado a cachondeo y lo único que te mereces es esto." Le dijo Jordi.
Saray entró en una espiral de cabreo monumental y fue perdiendo las formas sin que pareciera que existiese retorno posible. Atención a la transcripción de la discusión con los jueces:
Saray: Cómo me das un delantal negro y no habéis ni probado mi plato. A mí, sinceramente, me parece injusto. Que si me tengo que ir, me voy
Jordi: Si te parece tan injusto, te invito a darte la vuelta y pirarte.
Saray: ¿Me estás echando?
Jordi: Te invito a hacerlo
Saray: España sabe que mis galletas están buenas
Atacando. Así es como Saray se defendió toda la noche de las críticas constructivas que intentaron enseñarle los jueces. Enfrente de la tarima sólo encontraron sarcasmo de una concursante fuera de sí: "¿Qué lo voy a hacer a maldad? ¡Venga voy a hacer aquí una mierda para reírme de los jueces de Masterchef! Uhhhhh" dijo burlándose de los jueces. Pepe no pudo más e intervino:
Pepe: Se te va de las manos, hija. Me encanta la alegría en las cocinas, pero esto...
Saray: Sí se nota
Pepe: ¿Es irónico? Si te he pedido una cosa, hazlo. Porque a mí cuando me la piden, la hago
En ese momento el enfado del jurado había alcanzado límites nunca vistos es Masterchef. Y aunque la concursante insistía todavía en que no entendía la valoración, Pepe, se cansó y la cortó tajante: "Saray, no te preocupes. Que el problema no es tuyo. Ya es nuestro."
Se mostró siempre fuerte delante de los jueces, pero al bajar del estrado rompió a llorar junto a sus compañeros asegurando que ser quería ir. Y soltando aún rabia contra Pepe, Samantha y Jordi: "Tienen el bajío, tienen el malastro en la cara".
No había manera de que reculara. De que frenara su enfado desorbitado y recapacitara sobre sus palabras. Ni siquiera en la entrevista individual que le hicieron los redactores del programa pasado el momento tenso donde aseguró: "Os estáis equivocando conmigo. El aura podrida la tienen todos. Paso de ellos. No puedo ver a ninguno. Ya pueden tener 45 millones de Estrellas Michelines".
Las disculpas en La casa de papel
Días después, en la prueba de exteriores, con muchas horas de reflexión, decidió intervenir y pedir perdón a los jueces: "Os quería perder disculpas por la otra prueba que la lié parda.y se me fui la pinci. Vi el delantal negro y me obnubilé. De verdad quiero pediros disculpas por haberos faltado el respeto."
De nada le sirvieron porque no sólo no se libró del delantal, sino que además, su equipo fue el perdedor de la prueba y acabaron todos en las cocinas en la prueba de eliminación.
Teresa y Saray se pelean
El último cocinado en plató arrancó con un momento muy desagradable entre Teresa y Saray. Cuando creíamos que la cordobesa ya se había calmado, la economista consiguió sacarla de sus casillas. Como había sido la mejor en la prueba de exteriores y sabía que gozaba de un privilegio, pidió al jurado que esa ventaja fuera hacerle una pregunta a Saray.
Cuando empezó a enunciarla: "Tú eres educadora social..." Saray estalló. No le dejó ni terminar: "¿Ahora me vas a atacar en mi vida personal y en mi trabajo? ¡Mala persona! ¡Anda!." Y continuó subiendo el tono: "Y mi pregunta es: por qué vas de pija si eres una pija de mercadillo y vas de rica. " Hasta llegar a burlarse de ella con los gestos y con el tono: "Y luego llegas aquí y empiezas: ¡Ay! Pepe. Y Pepe pa acá y Pepe pa allá. Y luego en la casa está todo el día amargá con unas gafas."
“Soy como-me-da-la-gana. ¿Te parece bien“
Tal era la tensión que se generó, que Sonsoles se echó a llorar de rabia e impotencia ante lo que estaba viendo: "Yo con Teresa me llevo genial. Es una gran señora y no me gusta nada todo esto que se está generando aquí." Era la segunda vez que se le saltaban las lágrimas ante las palabras de Saray. Ya en la primera bronca del programa, se sintió tan incómoda (compartía presentación del plato en el estrado con ella), que no pudo reprimirlas.
Finalmente, Teresa consiguió terminar su cuestión: "Pues eso, que si cree que esa conducta que ha tenido con los jueces y con los compañeros se enseña en esa carrera de educadora social" La respuesta, otro dardo: "Pues ante personas falsas que tienen más caras que un dado, como tú, hipócritas y que tienen 78 caras, soy como-me-da-la-gana. ¿Te parece bien?"
Samantha Vallejo-Nájera se vio obligada a intervenir y le pidió a Saray que no conteste atacando. Eso consiguió bajarle el enfado momentáneamente: "Ha sido un arrebato y lo siento" afirmó después de contar que había sentido esa pregunta como un golpe bajo.
Saray se niega a pelar una perdiz y desafía a los jueces
Cuando ya parecía que no podía ir a más y que el concurso se relajaba, llegaron las cajas sorpresa de la eliminación y la intervención de Andy para dinamitar la convivencia en la cocina.
A Saray le tocó preparar una perdiz que tenía que desplumar y Andy, a quien ella ha denominado "Elfo maléfico" en la entrevista que le han concedido en primicia a Corazón y tendencias, le otorgó sólo 20 minutos para sacarla adelante: "Saray es una persona que trae malos rollos. Y yo a Saray la quiero fuera. Y ya luego vivir la rivalidad sana, pero sin malos rollos."
Eso terminó de desquiciarla. Se negó en rotundo a cocinar el plato. No se veía capaz de desplumar el animal. Entonces, en lugar de tirar la toalla sin más, decidió echarle un pulso al jurado antes de irse. Como ella misma nos ha reconocido en la entrevista: "¿Que me quieren joder aquí a tope concursantes, jurado y todos?... Digo: ahora se va a cagar la perra. ¿Que me queréis ver aquí quitando plumas como una perra? No, no, no. Yo no me voy a poner aquí a arrancar plumas para darte a ti la satisfacción. ¿Qué queréis? ¿Que haga el pajarraco puteada ante todos? Pues toma. Pajarraco vivo pa' ti. Y eso es lo que hice porque estaba enfadada. Muy enfadada."
Y así fue. No hubo manera de que desistiera en su empeño de marcharse haciéndole pasar un mal rato a los jueces. Hizo una crema de hongos y plantó la perdiz, tal cual, encima de ella.
Entonces, Pepe se acercó junto a Josecho, el entrañable abuelo de Masterchef 7, para intentar sacarle la idea de la cabeza: "Te voy a dar un consejo entre amigos: Si presentas eso... Si quieres tirar la toalla, por lo menos vete dignamente." Ante la negativa de la concursante, insistió: "Esto es una marranada. No lo presentes. Es una falta de respeto para el que te está viendo, para mí, para ti."
No funcionó. Saray estaba decidida a llegar hasta el final con la decisión que había tomado. Se puso a peinar las plumas del ave en una clara provocación.
La valoración pasará a la historia del concurso: "Ni se te ocurra abrir la boca. Ni se te ocurra porque no tienes nada que decirme" Le dijo Jordi Cruz visiblemente enojado. "Nos hemos equivocado terriblemente contigo. Creo que es la vez que más nos hemos equivocado en ocho años." Continuó.
Pepe Rodríguez lamentó que sus advertencias no hubieran servido de nada: "He estado contigo no te imaginas cuanto de correcto porque he dicho: no presentes ese plato. No te mofes. Demuestras que no eres inteligente. Vienes a hacer esta gracia que crees que tienes a hacer esta idiotez. Qué necesidad".
Fue Jordi Cruz el encargado de decirle que quedaba fuera del concurso: "Te agradecería que te quites ese delantal, que no mereces ni el negro y cruces esa puerta ahora. Adiós".
Saray no se fue sin más. Se fue bailando muy flamenca y lanzándoles un beso lleno de resquemor. Jordi Cruz, entonces, pidió perdón a la audiencia y a sus compañeros: "El jurado os pide disculpas por el error. La falta de vista al dejar entrar a esta aspirante a estas cocinas."