Teresa, de Masterchef: "Nunca he hablado mal de ningún compañero"
- La concursante ha sido la décima expulsada de MasterChef
- Hablamos con ella tras su eliminación del programa
- “José Mari, Michael, Andy y yo éramos un grupo que nos llamaban los iluminati”
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Si hay algo que está destacando en esta edición de MasterChef es que la mayoría de los postres han podido salir adelante, y si los dulces han podido brillar en los nueve programas que se han emitido hasta ahora ha sido, en parte, gracias a “la maravilla de los postres”, como se ha definido Teresa, la última expulsada del concurso culinario.
Hemos charlado por videoconferencia con la concursante que este lunes ha abandonado las cocinas tras una prueba de eliminación que no consiguió convencer al jurado. “Es muy justa mi expulsión. De hecho, yo ya había acabado con muchas fuerzas en el programa. Porque echaba muchísimo de menos a mi familia, estaba muy añorada…”, nos ha contado en la entrevista.
Teresa confirma los dos grupos en la convivencia
Aunque fuera de cocinas todos se llevan fenomenal, sí que ha confirmado lo que se ha podido ver en el noveno programa: que hay dos grupos. Al comentar el momento en el que Teresa se quedó sin cocinar porque sus compañeros le robaron ingredientes ha dicho: “No todos me quitaron. Es decir, José Mari no me quitó, ni Andy ni Michael. Estos éramos un grupo, que nos llamaban los iluminati. Estos eran quizá con los que mejor me llevaba”.
No se olvida de sus mejores amigas dentro del concurso, Mónica, Rosa, y Sonsoles, a las que ya considera amigas para siempre. Tampoco de Michael al que ve con posibilidades de ser el ganador. Cree que, si así fuera, el californiano tendría muchas posibilidades de montar su restaurante. “Para mí Michael ha sido un gran apoyo, porque yo necesitaba una figura en la que apoyarme un poco, y él ha sido un gran compañero, y para mí es una excelente persona”, ha dicho sobre él.
“Nunca he hablado mal de ningún compañero”
En el último programa, hemos podido ver cómo los concursantes escuchaban comentarios de sus compañeros dedicados a ellos. Alberto fue el que habló de Teresa: “Es una persona que no va de cara”, algo con lo que ella no está de acuerdo. “Nunca he hablado mal de ningún compañero en totales. Quizás soy muy ingenua, pero yo de cara voy siempre. Menos de Saray en su día, yo no he dicho nada malo de nadie”, se defiende ella.
En cambio, a algunos concursantes no les gusta su forma de ser, y cómo actuó con Juana. La catalana nos ha explicado lo que sucedió: “Yo me enfadé, porque cuando ella no dijo nada de la receta, a mí me supo mal porque yo no lo hubiera hecho así”. Sobre ella dice que nunca la han visto como una concursante. “Ellos siempre la llamaban la abuelita, no era una concursante que la gente la viera como una competidora, sino era como la abuela del programa. Pero a mí sí me veían como una rival, como a todo el mundo”, añade.
A pesar de haber tenido algún que otro rifirrafe, afirma llevarse muy bien con ellos: “No es verdad que tengamos mal rollo”. Dice que son grandes compañeros, personas y cocineros. “Yo puedo decir que he rivalizado con muy buenos compañeros, y esto te alaba, porque para mí, todos son grandes cocineros, cada uno en su estilo, pero todo el mundo sabe cocinar muy bien”, dice sobre ellos.
La expulsión de Fidel, su peor momento
Uno de los momentos más duros de Teresa en MasterChef fue la expulsión de Fidel. Aunque el barcelonés estaba en el equipo que fue a eliminación, fueron los delantales blancos los que cocinaron por salvarlos. Ella tuvo que hacerlo por Fidel, pero no consiguió que su compañero permaneciera una semana más en el concurso.
“A Fidel yo le quería mucho, y ese fue mi peor momento porque lloré y no había una calma. No había un desasosiego, no podía dejar de llorar. Me pareció una prueba de lo más injusta”, nos dice mientras le tiembla la voz al recordarlo, y afirma que esa prueba la destrozó: “A partir de entonces yo creo que hice un bajón en el programa”.
Su pasión por los postres
Teresa no seguirá en MasterChef, pero ella va a seguir haciendo muchas recetas y especializándose en la pastelería: “Creo que ha quedado claro que lo que se me da bien y con lo que realmente tengo ilusión es con los postres”.
Por eso, ya tiene planes de futuro centrados en el dulce. “Me voy a ir a visitar a las mejores pastelerías de toda España y tengo mucha ilusión por hacer un postre con cada uno de los maestros pasteleros, dar una mayor visualización al sector. El azúcar siempre lo he llevado en la sangre y ahora MasterChef lo he incorporado en mi corazón para siempre”, dice la ex concursante.
Pero también estará muy presente en las redes sociales, con las que se siente entusiasmada: “Yo no tenía ni Instagram, y ver que ahora tengo 25 mil personas que me siguen y videos con miles de visualizaciones, me llena de felicidad. También brindo la oportunidad a cualquier pastelero que esté empezando y no tenga obrador, o cualquier pastelero que le apetezca hacer un postre conmigo, pues bienvenido a mi casa”.
MasterChef le ha cambiado la vida totalmente y, además, hace un llamamiento a todos los que estén en sus casas: “Me llevo todo un mundo nuevo, se lo recomiendo a todo el mundo. Además, quiero brindar esta oportunidad a todas las personas mayores y pienso que nunca es tarde para hacer un sueño que te ha seguido toda tu vida. Ahora es el momento”.