Michael, expulsado de 'MasterChef': "En el confinamiento estuve a punto de decir me voy"
- Charlamos con el undécimo expulsado del concurso
- Michael se emociona al recordar el encuentro con su honey
- Nos cuenta cómo se sintió durante el confinamiento en la casa
- Así es su relación con el resto de compañeros
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Michael ha sido el concursante más incomprendido de la octava edición de MasterChef. Su forma tranquila y sosegada hizo que sus compañeros, en alguna ocasión, se le echaran encima o se fiaran de él. Tras un duro confinamiento en la casa en la que nos confiesa que se sintió muy solo, y una prueba de exteriores con enfrentamiento con José Mari incluido, Michael abandona las cocinas de MasterChef.
Así fue el confinamiento en la casa de MasterChef
Hemos charlado con Michael por vídeollamada tras su expulsión en el primer programa de MasterChef tras el confinamiento por coronavirus. Antes ya nos habían dejado caer que había dos grupos en la convivencia, incluso Teresa nos contaba en una entrevista que los llamaban "iluminati".
Michael también ha hablado de cómo estaba dividida la casa: "Había dos grupos muy claros, muy formados. Ana, Alberto, Iván y Luna, y la señora Juana, que se juntaba con ellos, y en otro lado estaba José Mari y Andy. Eran dos grupos que tenían su afinación entre ellos". Él se encontraba en medio y dice haberse sentido muy solo. "Trataba de ser amistoso y respetuoso con todos. Entonces, me sentí un poco aislado, o me aislé yo, cualquiera de las dos, y se me hizo más duro", explica sobre cómo fue para él el confinamiento.
Una experiencia muy chocante, pues en su mente creía que era un concurso con todos juntos, y "no grupito por aquí o grupito allá". También nos cuenta cómo eran esas dos divisiones: "El grupo de los jovencitos era muy jovial, muy happy y mucha fiesta, y el grupo de Andy y José Mari era un poco más viendo qué hacer, qué movimientos…"
El reencuentro con su honey
Después de 16 semanas, Michael por fin pudo ver a su honey. Los concursantes recibieron una visita muy especial en el décimo programa: la de sus familiares, aunque no pudieron tocarlos. Un momento que consiguió emocionar a concursantes y audiencia, pues muchos se verían identificados.
"Todavía me emociono. Me emociono mucho porque imagínate todos esos días sintiéndome muy solo, muy triste. Pensábamos que no iban a poder venir, que iban a traer una tablet con un vídeo, y cuando al señor José María, el marido de Juana, entrar... ¡Oh my God! Se me vino una emoción que casi me derrumbo", ha dicho sobre ese momento.
Michael llega a emocionarse mientras lo cuenta, pues poder ver a su marido le dio mucha fuerza para continuar en el concurso. Solo había podido hablar con él unos minutos, y como cuenta, siempre estará agradecido a MasterChef por llevárselo: "Mi marido es mi familia, mi todo". El estadounidense siente mucho haberse ido en el mismo programa que le visitó su pareja.
José Mari boicotea la capitanía de Michael
En este último programa se ha podido ver la cara más oscura de José Mari. En el cocinado de exteriores, donde compartía equipo con Andy, Ana y Michael, el concursante intentó boicotear la capitanía del californiano, que no se imaginaba lo que le esperaba cuando le dijeron que él organizaría a sus compañeros.
José Mari y Andy, que se encargaban del segundo plato que debía preparar el equipo, empezaron a hablar a espaldas de Michael sobre quitarle la capitanía. Andy no estaba de acuerdo con que él hubiera sido el segundo mejor plato de la primera prueba y el jurado hubiera puesto a dedo. Mientras tanto, Michael les pedía que se callaran y trabajaran más. Ana también pedía a sus compañeros que fueran un grupo unido para sacar adelante el cocinado: "Si sabéis lo que hay que hacer ¿por qué intentáis abuchearle la capitanía?", les decía la joven.
Pero además de eso, José Mari escondió información a su capitán que perjudicó a su equipo. Jordi había avisado que había un error en un preparado. Cuando el juez vuelve, desvela donde estaba el fallo mientras que anteriormente no dijo nada, lo que hizo que se llevara un gran reproche del chef.
"Hoy has cocinado con pasión, pero de la mala, de la tóxica", le dice discute Jordi a José Mari en la valoración con una gran bronca en la que también se ve involucrado Andy. Sobre este mal momento en el programa, Michael también ha hablado en nuestra entrevista: "la actitud que tuvo rebelde, él sabía lo que estaba mal y después no lo quería decir, todo eso, a mí me parece que fue injusto". Una actitud que dolió mucho al estadounidense.
"Creo que el juego que ha hecho José Mari ha sido un juego sin consideración al programa como grupo", continúa diciendo. Michael cree que su compañero ha sido muy individualista, que no siente nada por los demás compañeros, aunque no le ve malo: "Yo creo sinceramente, que José Mari es una buena persona, pero actuó de una manera que yo creo que muchos de sus seres queridos no lo van a reconocer". Después de esto, Michael dice que quiere que el próximo expulsado sea José Mari o Andy.
El concursante más incomprendido
No ha sido el primer programa en el que los concursantes han ido a por Michael. Tampoco la primera vez que José Mari ha atacado al californiano. Su forma de ser no gustaba a sus compañeros. Juana, por ejemplo, llegó a decir que no era trigo limpio, mientras que Sara Lúa decía que tenía un papel de víctima. Alberto comentó que no bajaría a ayudarle a cocinar en una prueba de eliminación, y Fidel, en otra entrevista a RTVE Digital avisaba que su personalidad delante de las cámaras no tenía nada que ver con su personalidad fuera. En una ocasión, Samanta tuvo que salir a defender al concursante del ataque de sus compañeros.
De esta última acusación, Michael se ha defendido: "como yo no decía nada, no me metía en cotilleos, me marginaba yo mismo. Y cuando estaba en plató, con la gente de cámaras, con la gente de producción, yo respiraba y me sentía alegre y feliz. Cuando estaba en la calle me sentía más happy y todos me trataban mejor. Yo creo que por ahí venía la idea de que yo era doble persona".
Todas estas declaraciones eran fuera de cámaras, y eso es algo que ha sorprendido a Michael: "Me sorprendió mucho lo que se dijo de mí a mis espaldas, porque si estamos hablando de transparencia. Creo que, por moderación, no me decían nada, pero me sorprendió tristemente".
También ha charlado con nosotros de su relación con Juana. Aunque al principio no parecía muy buena, en este programa se ve un acercamiento. Michael achaca ese primer rechazo de Juana a su manera de pensar: "Creo que para ella ha sido difícil verme como igual, en el sentido de que yo estoy en España, soy extranjero, soy gay, entonces, tal vez eso fue parte de su no entenderme y yo tampoco quise ser una persona pesada".
El concursante más incomprendido de MasterChef, ha pasado un duro confinamiento, pero reconoce que en los últimos días antes de volver a plató, uno de los grupos se acercó y se preocupó por él, especialmente Iván que le trató con más cariño y respeto. "Después le siguieron Alberto, Luna, Ana y por supuesto Juana, y se portaron muy bien", narra en la entrevista.
Teresa, su gran apoyo
Como ha contado, su gran apoyo durante la convivencia fue Teresa, que se marchó unas semanas antes que él. Si se sintió solo durante la cuarentena fue porque ella se marchó antes. Su grupo él lo formaba con la experta en postres: "Éramos de la misma edad y teníamos más afinidad por experiencia de vida. Pero ella se fue en el programa 9 y me quedé solito".
Sin ninguna duda, se puede decir que se lleva a una amiga con Teresa: "Es una persona muy maja, muy agradable, y creo que los grupitos no se dieron tiempo de conocer a Teresa o a mí". y con ella tiene planes de futuro en la cocina desde los castings con un proyecto de catering service.
En cambio, la vocación de Michael es la educación, y le encantaría seguir enseñando, pero ligado a la cocina. "Yo quiero combinar cocina con educación, porque como la educación la llevo en las venas, tal vez dar cursos de cocina. Hace poco hice una clase de inglés cocinando". ¡Sería una buena manera de aprender inglés y a cocinar a la vez!