El gran drama de Carmen Sevilla: tuvo que abortar dos veces y siempre se arrepintió
El documental que el programa Lazos de sangre de RTVE hizo sobre Carmen Sevilla, desveló episodios que no se conocían de la artista: tuvo una vida muy intensa, fue afortunada en lo profesional pero desgraciada en el amor. Primero con Augusto Algueró, un hombre que acumulaba las infidelidades, y después con Vicente Patuel, que le hizo renunciar al cine y la televisión. Pero si algo le ha llenado de satisfacción en todos estos años es sin duda su hijo, Augusto Algueró, o Augustito como ella le llama.
A pesar de las alegrías que le dió su carrera, también le costó algún disgusto. Los primeros años de la vida de su hijo los pasó separada de él, siempre volvía tarde de los rodajes y la niñera ya no le dejaba darle un beso siquiera para no despertarlo. Con el tiempo pudo adaptarse y compaginar mejor ambos aspectos de su vida que para ella eran tan importantes.
Abortó dos veces
No fue el único disgusto de Carmen Sevilla, ser madre era la ilusión de su vida, y por eso siempre vivirá arrepentida por haber abortado dos veces en los años posteriores al nacimiento de su primer hijo. Dos ocasiones en las que podría haberse repetido la alegría, pero, una vez más, antepuso su vida profesional.
Sorprende que en su vida haya dos abortos por sus creencias religiosas. Era una persona tremendamente conservadora y con unas ideas de la vida que no encajan con estos hechos. Durante años no quiso recordarlo, la pena la embargaba, fue el sufrimiento de una decisión que le perseguiría el resto de su vida.
Volcada con su hijo Augusto
Carmen tardó en confesar que había interrumpido dos embarazos, "ya os enteraréis cuando sea el momento" decía, y es que nunca terminó de superar aquello. La vida le volvió a poner en una difícil situación y, una vez más, Carmen supo sobreponerse con esfuerzo y se volcó por completo en su único hijo, Augusto.