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El Ministerio del Tiempo

La emotiva carta de Salvador que desvela el final de cada personaje

  • ¡Cuidado, esta noticia contiene spoilers!
  • Salvador se despide de todos con estas bonitas palabras
  • Descubre cuál ha sido el final de cada uno de los funcionarios del Ministerio del Tiempo

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El Ministerio del Tiempo - La carta de despedida de Salvador

La cuarta temporada de El Ministerio del Tiempo ha llegado a su fin. Serán 8 capítulos que no podremos olvidar fácilmente, porque cada uno de los capítulos no ha dejado de sorprender a los ministéricos.

En esta nueva tanda de episodios después de tres años,  las tramas, además de históricas, también se han centrado en los personajes, cómo se sienten, y cuáles son sus historias. Por eso, en muchos casos hemos sufrido con ellos.

Pero el final que hemos visto este martes es feliz. Gracias a una carta de Salvador en la que se despide de todos, descubrimos qué ha sucedido con cada uno de los personajes principales de la serie.

Un final de temporada feliz para todos

Tras la dimisión de Salvador, ahora será Ernesto el nuevo subsecretario de El Ministerio del Tiempo.  Sin duda no podría haber mejor sucesor para vigilar que la Historia es la que es.

Otro personaje que también cambia de cargo es Irene. Dejará de ser Jefa de Operaciones para tener su propio departamento dentro del Ministerio dedicado a la memoria histórica femenina. Con él intentará que la historia de mujeres como Clara Campoamor no caigan en el olvido.

Angustias seguirá de secretaria, aunque seguro que el boleto con un premio de la lotería puede ayudarle a vivir más tranquila. Otro que seguirá ligado al Ministerio será Velázquez. Del pintor poco más podemos decir, pues todos sabemos cómo terminará.

Sí que deja el Ministerio Alonso, que vuelve a “Flandes”.  Elena consigue un puesto en La Haya y tanto él como su hija Blanca se van con ella.

El que deja su continuidad en el aire como funcionario es Julián.  Eso sí, gracias a las imágenes que vemos, descubrimos que será muy feliz con Maite, que está embarazada.

Tampoco sabemos si continúa Carolina.  Pero la integrante más actual de la patrulla tiene la misión más importante de todas: cuidar del bebé que Salvador no llega a matar, y procurar que en la descendencia de este no haya ningún Juan Salcedo que termine con El Ministerio del Tiempo.

¿Y Pacino y Lola? Pacino siempre soñó con envejecer al lado de Lola, y finalmente lo consigue. La pareja se reencuentra y vuelven a estar juntos en un emotivo reencuentro que cierra el último capítulo de la cuarta temporada de El Ministerio del Tiempo.

La carta de despedida de Salvador

Ya me he despedido, pero he preferido decir lo que pienso de usted por escrito. Supongo que ya se habrá sentado en mi sillón, en realidad ya no es mi sillón. Es el lugar que le corresponde. Me ha servido con lealtad aun cuando no estaba de acuerdo con mis órdenes, y le considero mi gran amigo. El más grande, sin duda.

Angustias, gracias por guardar mis secretos como si fuera una tumba. No le deseo suerte con la lotería porque como la mayoría de la gente jamás la tendrá. Por eso le he dejado un número en su despacho. Es un premio que quedó desierto en un sorteo de hace un año, de algún apuro le sacará.

Don Diego, nadie me ha puesto tan frenético como usted, pero ha sido un placer tenerle al lado. Es usted el artista más grande que ha tenido este país (con Goya y Picasso claro)

Carolina, acéptese como es. Dudar no es malo. Lo que es malo es no actuar cuando no hay que hacerlo, y en su caso, el futuro depende de que el niño que está a su cargo crezca en el amor y el cariño, y él a su vez lo haga con su hijo y sus nietos, para que no haya nunca un Juan Salcedo.

Irene, mucha suerte en su nueva aventura. Lamento no haberle podido satisfacer antes de su sueño. Ojalá España pueda saber de las mujeres que hicieron historia, que lucharon por sus derechos mientras otros creían que servían solo para ser madres o fregar platos.

Alonso, felicite a Elena de mi parte. Conseguir un alto cargo en La Haya no está al alcance de cualquiera, y tener un marido y un padre como usted tampoco. Siglos después, vuelve a esos campos que usted vio llenos de muertos y ahora están llenos de flores. Ahora la que va a luchar allí es ella, y en parte, gracias a usted.

Julián, conserve siempre su carácter rebelde, aunque genere de vez en cuando los dolores de cabeza que me ha dado a mí. Y también sepa que todos esperamos de usted y su señora lo que esperan hace siglos de los Reyes: que tengan descendencia.

Pacino, qué le voy a decir a usted. Tampoco le voy a decir lo que tiene que hacer porque ya lo sabe.