Descubre la magia de la Garrotxa
- Un lugar único entre la Costa Brava y Los Pirineos. Con más de 40 volcanes dormidos desde hace miles de años y paisajes increíbles.
- Recopilamos los sitios que no te puedes perder.
- Descubre los rincones más espectaculares de España, con las rutas de España Directo.
Cada semana, España Directo te propone rutas increíbles para que disfrutes durante el verano. Esta vez el programa de los reporteros más aventureros, te lleva a descubrir la Garrotxa, en Girona, un parque natural único entre los Pirineos y la Costa Brava.
Con más de 40 volcanes dormidos desde hace miles de años, donde los paisajes escarpados se mezclan con valles frondosos, se haya la tierra volcánica más reciente y mejor conservada de la Península. Un lugar lleno de tesoros, increíbles volcanes, paisajes, miradores… donde podrás vivir un sinfín de aventuras. Y para que no te pierdas nada, te regalamos un itinerario de lo que puedes ir haciendo cada día, o, mejor dicho, de los lugares que no te puedes perder dentro de La Garrotxa… ¡Empezamos el viaje!
Toma de contacto con el entorno:
Desde Barcelona puedes coger un autobús, y tardarás 2 horas en llegar a Olot, la capital de los volcanes. Allí puedes alquilar una bicicleta, la cual se convertirá en tu fiel compañera durante la semana, dado que toda la zona es perfecta para el cicloturismo.
De ahí pedaleando llegarás a los volcanes más espectaculares… ¿Sabías que los últimos entraron en erupción hace 15.000 años? En alguno aún se ven sus tripas. Sobre las coladas de lava se construyeron pueblos que hoy cuelgan sobre impresionantes acantilados.
Cuando llegue la hora de la comida, no dudes en acudir a algún restaurante de la zona y pedir sus deliciosas alubias, la peculiaridad de estas, es que están cultivadas sobre la misma tierra volcánica.
Para alojarte puedes preguntar, sin miedo, a algún paisano que encuentres por la zona, ellos serán los que mejor te puedan aconsejar. Los alojamientos rurales están abiertos para los visitantes. Son cabañas llenas de encanto, con vistas maravillosas, en plena naturaleza e ideales para desconectar.
Recorremos los volcanes por fuera… ¡y por dentro!
En este segundo día de ruta, toca ir a visitar el símbolo de La Garrotxa, sus impresionantes volcanes. Hay más de 40, los cuales forman un paraje único y espectacular. Entraron en erupción en la Península hace más de 11.000 años.
Los más visitados son el Crosscat, el volcán más alto de la Península con 786 metros, el Rocanegra, que aún cuenta con materiales volcánicos que proyectó durante su última erupción, y el Santa Margarida, el más imponente del parque con un cráter circular producto de su violenta erupción (fue tan violenta que la lava se extendió por más de 20 kilómetros llevándose consigo media montaña)… ¿Qué te parece si dedicas el día a subirlo?
Las cuestas hasta los volcanes son largas e intensas, pero te aseguro que merecerá la pena el esfuerzo. Una vez estas en la mitad del trayecto, si vas con bici y quieres subir al cráter, tienes que dejarla y seguir el camino a pie.
En el trayecto hasta la pendiente verás una vegetación alucinante, además de bombas volcánicas, material que en su día soltó el volcán en su erupción.
También te encontrarás con una vivienda muy particular, desde la que Juan y sus amigos hacen todo tipo de obras de arte. Su objetivo es integrar este último con la naturaleza, además, promueven actividades artísticas y tareas de biocostrucción.
Una vez arriba podrás contemplar unas maravillosas vistas de la sierra, y en uno de tus lados, dependiendo de la situación en la que estés orientado, podrás divisar el volcán Crosscat.
En el interior del cráter se encuentra una pequeña ermita, la de Santa Margarida, la misma que da nombre al volcán. Cuenta la leyenda que fue construida en la puerta del mismo infierno de lava que hace 11.000 años explotó con tanta virulencia, y que hoy nos deja un paisaje único.
La vida en las coladas de lava
Como bien hemos comentando antes, sobre las coladas de lava se construyeron pueblos que hoy cuelgan sobre impresionantes acantilados. En este tercer día de ruta… ¡toca visitarlos! Y no solo eso, porque las coladas también dejaron impresionantes cascadas por donde hoy baja la fuerza del agua, un espectáculo que no te puedes perder, así que… ¡allá vamos!
Para esta parte de la ruta, puedes contratar el servicio de un guía, ellos conocen a la perfección todos esos entramados y te descubrirán lugares mágicos.
Para empezar, tienes que poner la bici a punto e ir hasta la colada de lava más antigua del parque, allí podrás contemplar una de las zonas más emblemáticas, el antiguo molino.
Cerca del molino se encuentra el boscarró, una antigua cantera de la que se extraía el material volcánico. En la misma zona, y después de tanto caminar (o pedalear), puedes quitarte los zapatos y caminar por la piedra volcánica, darte un curioso masaje, parecido a pasear por la arena de la playa (peculiar terapia sobre piedras volcánicas).
A unos pocos kilómetros encontrarás Castellfullit de la Roca, un lugar único colgado sobre un acantilado de lava, uno de los pueblos con mayor encanto de la zona. Con una extensión de menos de 1 km2, es uno de los pueblos más pequeños de Cataluña. ¿Sabías que las casas están construidas también con material volcánico? Una vez allí, recorre sus calles a pie, y déjate deslumbrar por sus maravillosas e imponentes vistas.
Descubriendo el Parque natural de Fageda d'en Jordà
En el cuarto día de ruta por La Garrotxa, toca adentrarse en los exuberantes bosques que han ido creciendo en las coladas, para recorrer la Fageda d'en Jordà, una reserva natural que comprende un bosque de hayas de características únicas en España.
Una vez dentro, merece la pena pararse un segundo, quedarse en silencio y disfrutar del sonido de los pájaros, pues allí hay más de 200 especies de aves que ponen la banda sonora a este espectacular parque.
Caminando por los entramados bosques, podrás contemplar hayas de entre 100-200 años de edad y de hasta 20 metros de alto. Árboles q crecen a 500 metros de latitud gracias a la humedad de la zona y al drenaje de las rocas volcánicas.
Una de las paradas obligadas de esta parte de la ruta, es la Masia de Can Jordà, lo que da nombre a la finca, allí podrás disfrutar de unas vistas privilegiadas.
El 98% del parque es propiedad privada, los caminos están separados por muros con rocas volcánicas que elaboran en el propio parque. Es un oficio declarado patrimonio inmaterial de la humanidad.
Otra riqueza natural de la zona son los murciélagos, por lo que no te sorprendas si ves alguno de estos animalitos, o sus nidos, que están por todo el parque. Además, la peculiaridad es que allí se encuentran los murciélagos más grandes de Europa.
En el parque también podrás disfrutar de un enrome humeral, que está rodeado de una vegetación muy especial. Merece la pena sentarse a disfrutar del paisaje, casi creerás estar dentro de un cuento de fantasía rodeado de hadas y duendes.
En los alrededores del parque, encontrarás los campos donde los agricultores siembran la peculiar alubia de Santa Pau, que crece sobre tierra volcánica. Esta última está llena de nutrientes y retiene muy bien el agua (por eso no necesita ser regada). Es una alubia muy tierna, y muy fácil de preparar. En la zona las hacen ¡de rechupete!, por lo que disfrutar de la gastronomía de la zona es parada obligatoria en nuestra ruta. También te recomendamos comprar una bolsita, o bien para que las prepares en casa, o quizá te pueden servir como el suvenir perfecto.