Alberto, un enamorado de la cocina... y de Luna

• El concursante ha encontrado el amor en las cocinas de MasterChef
• Sabe lo que es cocinar bajo presión: siete pruebas de eliminación consecutiva
• El jurado le ha felicitado por su trabajo en equipo en más de una ocasión

Alberto cocinando en MasterChef

A pesar de haber sido la primera duda que tuvieran los jueces, Alberto ha demostrado que la cocina es su vida y se ha plantado en la final de MasterChef 8con esfuerzo y sacrificio. Durante doce semanas ha demostrado que disfruta entre fogones y que es un enamorado de la cocina, ¡y de Luna! Repasamos cómo ha sido su evolución en el programa.

"Hasta ahora no me he atrevido a dedicarme a la cocina por una cosa o por otra, porque no he sido valiente". Con estas palabras empezaba Alberto su andadura en las cocinas del programa, y con ellas se tiraba a la piscina para dedicarse a una de sus pasiones: cocinar. "Soy entrenador de fútbol sala, y es lo mismo que le digo a los chavales que entreno: las cosas, si se hacen, se hacen con ganas, y yo he venido aquí a darlo todo" le decía a Jordi en la primera emisión.

Buen trabajo en equipo

¡Y cuantas ganas tenía! El barcelonés lo ha dado todo y se ha esforzado al máximo para aprender y evolucionar. Siempre atento a todas las indicaciones de los jueces, de lo adquirido en las clases y las horas de estudio.

Esos conocimientos ha sabido plasmarlos más tarde en las cocinas, destacando sobre todo en las pruebas por equipos. Su forma de ser tranquila y de centrarse en el cocinado ha ayudado a que Pepe, Samanta y Jordi le felicitaran en más de una ocasión por su trabajo en exteriores. Como capitán en los primeros programas no funcionó, pero ha sabido ganar seguridad con el tiempo.

Siete pruebas seguidas de eliminación

A pesar de ser el mejor de su equipo, Alberto ha ido a la prueba de eliminación en siete ocasiones consecutivas, por lo que si llega al combate final ya tiene muy entrenado eso de cocinar bajo máxima presión.

En realidad, Alberto sí sabía lo que era subir a la galería antes del programa 8, pero la gran traición de Andy le mandó a él y todo su equipo a cocinar.  Un nuevo "amigo" que se ganó el abogado.

MasterChef 8 - La traición de Andy

Alberto es un chico que no se ha metido con nadie, no ha tenido ninguna bronca grande con ninguno de sus compañeros. Empezó siendo "el espumitas" para Iván, pero con el tiempo se ha convertido en su hermanito pequeño, como muestran en las redes sociales. Pero que no haya tenido rifirrafes con el resto de concursantes, no quiere decir que no haya mostrado su desacuerdo con José Mari, Michael o Teresa en alguna ocasión.

Lunerto, la pareja confirmada de la edición

Desde Barcelona y con 31 años llegaba Alberto a MasterChef,  y soltero, "de momento" puntualizó Luna, con quién le tocó cocinar por primera vez en el programa. No se equivocaba la canaria, pues el amor ha vuelto a surgir en cocinas y, aunque les ha costado, han terminado confirmando su relación.

Una locura de amor que empezaba con Luna entregándole el delantal negro que daba a Alberto una segunda oportunidad para formar parte de la octava edición. Un momento muy especial que ninguno de los dos podrá olvidar.

MasterChef 8 - Luna y Alberto, la locura de un posible amor

Eso sí, no lo ha tenido fácil para conquistar al entrenador de fútbol sala. Mientras que ella es puro torbellino, a él le gusta ir poco a poco. Luna no se rindió en su lucha por conquistar a Alberto a pesar de tener una primera discusión de pareja en plató después de un mal cocinado juntos en Murcia. ¡Menos mal que todo se arregló!

MasterChef 8 - Luna y Alberto, sigue la conquista

Luna le reclamaba a Alberto más fuego para que la llama no se apagara, y él se lo dió. En una conversación con Antonia Dell'Atte y Carmen Lomana reconocía por primera vez, en público, que le gustaba, e incluso intentó aprenderse una canción para cantársela a la canaria.

Finalmente, y tras unas investigaciones de Jordi y Pepe, la pareja confirmaba que habían pasado cositas en la casa. El amor y la ilusión llegaron a Canarias para quedarse, pues ni la distancia ha conseguido alejarlos, y este lunes, por fin, volvieron a encontrarse.

MasterChef 8 - El amor de Luna y Alberto llega a Canarias

Su especial relación con Juana

Juana ha sido para todos como una abuela en la convivencia, pero especialmente para Alberto.  Durante la despedida de la segoviana de 75 años, el catalán rompía a llorar y explicaba al jurado que él no tenía ya abuelas, y que tener cerca a Juana le había hecho revivir todos los momentos que tenía con ellas. De ahí los gestos que siempre tenía con ella, y mensajes de cariño en las redes sociales.

Esa afección era mutua,  pues Juana hizo todo lo posible porque su cocinado salvara a "su nieto" y era su claro ganador: "Todos, pero Alberto", decía antes de marcharse sobre quién quería que ganara. ¿Conseguirá hacerse con el triunfo de MasterChef?