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La Huerta de Aquí La Tierra

Las acelgas: consejos para cultivar, cuidar y cocinar

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Aquí La Tierra - Acelgas frescas: de la huerta al plato

¡Hola amigos hortelanos! Muchos hemos “odiado” las acelgas en algún momento de nuestra vida, sobre todo cuando de pequeños en casa nos obligaban a comerlas… Pero os aseguro que basta conocerlas un poco ¡para quererlas mucho! Si te parecen aburridas las acelgas, en Aquí La Tierra te damos ideas para cocinarlas.

La acelga (Beta Vulgaris, var. Cicla), es una verdura fácil de cultivar y muy agradecida y productiva. Aunque muchos la asociamos con época fría, en realidad, la mejor parte de su cosecha se da en verano y otoño.  También podemos tener producción, aunque de menor cantidad y calidad, durante el invierno, salvo con frío muy intenso. Aconsejo proteger las plantas de las heladas si pretendemos seguir cosechando durante la última estación.

¿Cómo se cultivan las acelgas?

Es más rápido y sencillo cultivar a partir de un plantón para evitar toda la fase de germinación y aclareo. Pero si queréis empezar desde la semilla, podéis hacerlo en almácigo sembrando a voleo, cubriendo con una capa de sustrato de dos o tres cm y una vez que las plántulas crezcan hasta unos 5 cm, debéis quitar una parte para dejar un mínimo de 7 cm entre ellas.

Si comenzáis directamente con plantones, simplemente necesitáis un sustrato muy suelto y bien abonado. En suelo, añadir materia orgánica y un buen abono de humus de lombriz o mantillo. En maceta (dimensiones mínimas de 30 cm de alto y 30 cm de diámetro) con sustrato a base de 2/3 fibra de coco y 1/3 humus de lombriz. Si no tenéis, vale con sustrato universal pero es conveniente mezclar con abono para plantar. En ambos casos debéis dejar una distancia mínima de 30 cm entre plantas y si cultiváis en suelo más de una fila, un mínimo de 60 cm entre filas.

Una forma de acercarse a los vegetales es ver cómo crecen, así que qué mejor que José Manuel nos cuente cómo plantar acelgas ¡y recolectarlas para que salgan más!

Cuidados de las acelgas

Necesitan una humedad constante para desarrollarse bien, sobre todo en la época de más calor. La mejor época para plantar es principio de primavera (incluso final de invierno si protegéis los plantones con manta térmica o plástico).

Si ponéis semillero podéis empezar a sembrar en invierno, pero siempre buscando luz exterior directa y una temperatura mínima de la tierra a partir de 10ºC, aunque la óptima son 20ºC. Es un cultivo con poco riesgo de plagas y enfermedades, pero mejor si aplicáis algún tratamiento nutritivo y preventivo natural de los que os recomendamos en La Huerta de Aquí La Tierra.

En la huerta de Aquí la tierra, nuestro amigo José Manuel nos ayuda a plantas acelgas y aprovecha para darnos el truco para lugar contra su enemigo más duro: el pulgón.

¿Rebrotan las acelgas?

Es una planta bianual,  o sea que, si no la quitáis, la temporada siguiente rebrotará. Aunque la calidad será peor, pues el tronco se engrosa y endurece y la penca y hojas reducen mucho su tamaño. Es mejor consumirla lo más fresca posible, si puede ser mejor recién cosechada.

Hay dos formas de conseguir “nuevos amigos” de las acelgas en casa. La primera, involucrándoles en el cultivo y eligiendo variedades de colores, verde oscuro y claro, amarillo, naranja, rojo … que además embellecerán vuestro huerto. La segunda es proponiendo variedad y nuevos sabores en la cocina. Las acelgas se pueden preparar de formas muy distintas.

¿Cómo se preparan las acelgas?

La acelga tiene la penca y el resto de la hoja, que son dos partes bien diferenciada que se pueden cocinar y comer juntas o separadas (ya que la penca aguanta un poquito más de tiempo de cocción). Si las cocináis separadas, la penca se presta más a rebozar, freír, saltear, etc. Con la parte verde se pueden hacer empanadillas, lasañas, revueltos, cremas, con queso y jamón, y muchas recetas más.

Una rica receta de acelgas con queso y jamón

Las dos partes se pueden usar en guisos, potajes y guarniciones. Y no olvidéis que podéis cocinar ricos platos con ellas cuando tengáis más producción en vuestro huerto y congelar para disfrutarlo después cuando os apetezca.

Os aseguro que cultivando con cariño y cocinando con imaginación, los “enemigos” de las acelgas que podáis tener en casa se convertirán en auténticos “amantes” como por arte de magia…