Urdangarín consigue el tercer grado: ¿cómo afectará a su relación con la infanta Cristina?

• Iñaki Urdangarín fue condenado por el "Caso Nóos" a 5 años y 10 meses de cárcel
• El Juez de Vigilancia Penitenciaria le ha concedido el tercer grado, aunque aún se puede recurrir
• De esta forma, sólo tendría que acudir a la cárcel durante 8 horas
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Un amor a prueba de cárcel. Urdangarín consigue el tercer grado

La relación de Iñaki Urdangarín y Cristina de Borbón podría cambiar en las próximas semanas, a raíz de la concesión del tercer grado por parte del Juez de Vigilancia Penitenciaria. De esta forma, podrían verse todos los días, siempre y cuando, Inañi Urdangarín acudiera a dormir todas las noches a la prisión de Brieva, (Ávila). Aún así, esta resolución no es firme porque se puede recurrir. El juez de vigilancia le ha concedido a Urdangarin el régimen de semilibertad. Uno de los factores que ha tenido en cuenta el juez es la dureza del régimen de cumplimiento que se le ha impuesto en un "absoluto aislamiento" por razones de seguridad.

¿La infanta Cristina se mudaría para estar más cerca de su marido?

Ahora se abre el interrogante sobre cuál será el futuro de la la infanta Cristina, que vive con sus hijos en Ginebra desde hace unos años. La hermana de Felipe VI además cambió de casa hace unos meses y trasladó su vivenda a un barrio más alejado del centro de la ciudad suiza. Algunos periodistas se preguntan si volverá a España para estar más cerca de su marido.

Un amor que está a prueba de “rejas”

Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarín se conocieron 1996 durante los Juegos Olímpicos de Atlanta. Según sus propios testimonios, la infanta se quedó “prendada” al ver al jugador de balonmano de ojos azules y él, a su vez, dejó a su novia de toda la vida por estar con ella. Apenas un año después se casaron en Barcelona. Con la llegada de sus cuatro hijos – Juan, Miguel, Irene y Pablo- su vida era espléndida hasta que en 2011 se produjera la imputación del ex duque de Palma en el caso “Palma Arena” y que acabaría derivando en el “Caso Nóos”.