Pertegaz lo tiene claro: España está de moda
- En la segunda colección de Jorge Vázquez los volantes, flecos y claveles se reinterpretan con un aire sofisticado
- La propuesta parte de un reportaje de la revista Vogue América en 1968 que Henry Clarke hizo en La Alhambra
- En RTVE Digital tienes todo lo que ocurre en la 72ª edición de MBFWM, con las fotos y crónicas de los desfiles.
Luces, cámara. acción. La modelo Miriam Sánchez se pasea por La Alhambra de Granada con la nueva colección de Pertegaz. Tiene los brazos tatuados y un aire andrógino que resulta arrebatador. Corren nuevos aires por Pertegaz, una de las firmas con más solera del mundo. Corría 1968 cuando la revista Vogue USA publicó las fotos de Henry Clarke con la moda de Manuel Pertegaz en el La Alhambra. Cinco décadas después pasado y presente se cruzan sobe la pasarela para fundirse en una mujer moderna, sin complejos ni etiquetas, que no tiene miedo a experimentar y jugar con códigos de esa España folclórica de la que muchos recelan.
Lo mismo le ocurre a su director creativo, Jorge Vázquez, que se maneja con soltura entre volantes y lunares, exprimiendo el andalucismo y el tipismo ibéricos para obtener una colección fabulosa. "Había tanta tristeza y preocupación que quería resaltar todo lo bonito que tenemos". Y lo hace con una puesta en escena excesivamente sobria y una propuesta más comercial que la anterior. "Es más fresquita y pensada en que tiene que ir a las tiendas y venderse. Aunque hay mucho prêt-à-porter me he dado cuatro o cinco caprichos", dice.
Vázquez hace una fuerte apuesta por la sastrería. Sobre la pasarela desnuda, efectos de la pandemia, se pasean trajes sastre de rejoneador, que son muy elegantes. Y vemos otro en blanco, como los de los 'señoritos andaluces', que lleva la chaqueta cruzada y se antoja tremendamente seductor. Hay una masculinidad, la del toro y el tablao, que recorre la propuesta pero no faltan los vestidos de tarde y noche que encierran el embrujo andalusí.
Haciendo un guiño a ese mítico reportaje de la revista Vogue se recuperan estampados que Manuel Pertegaz hizo en esos años, un tanto pop, y conjuntos mini de vestido y túnica transparente que aportan un toque retro. Hay más 'homenajes' al maestro, como los vestidos en falla tintados en rojo, que llevan lazos y escotes, por delante y por detrás. Hay mucha sensualidad, mucho glamur, mucha sofisticación, y todo muy contenido. Pero ojo, sin caer en los minimalismos.
Los claveles de visón y plata se bordan sobre jerséis de punto y abrigos de cuadros, los flecos caen de los bajos de un pantalón en tono 'grana', como los capotes pero también vestidos y blusas con transparencias de chantilly y volantes que recorren los hombros y los brazos agrandando la siluetas, como hacen las camisas en organza, infladas con un aire muy sofisticado. Como es el conjunto de vestido y abrigo en tejido brocado.
Su bandera de tejidos es potente y rica. Y la carta de colores lleva blancos, crudos y negros, pero también de lavandas, verdes y rojo, mucho rojo. Porque quizá no hay una nueva normalidad, pero sí una nueva españolidad. Destacan los zapatos: sandalias planas en terciopelo de colores tocador, salones de tacón alto con lazo en el empeine y zapatos midi realizados en encaje de tonos deliciosos.
Manuel Pertegaz visitó de novia a la ahora reina Letizia y ahora la casa la viste de nuevo. No solo a ella, también a actrices como Paz Vega o Belén Cuesta (que estrenó uno de los vestidos en la alfombra roja de los Goya 2020) y a divas de la tele, como Tamara Falcó, y el cine, como Sharon Stone. Más noticias de sociedad en nuestro portal Corazón y Tendencias de RTVE Digital. Madrid Fashion Week se acerca a su cierre. En esta edición, la 72, el calendario se reduce a tres días, más un cuarto dedicado a EGO.
El nivel de las colecciones se ha visto afectado por las efectos de la pandemia. Son más breves, más comerciales y en algunos casos más pobres. La pasarela ha querido ser híbrida y mantener los desfiles presenciales, tristes con las gradas casi vacías, y los vídeos que se emiten en ifema, un formato que no funciona. Para hacer un fashion film hay que contar una historia o poner en valor el trabajo de un diseñador a través de un discurso narrativo. Hace falta creatividad, lo mismo que para hacer una colección de autor. Para hacer moda, y no ropa. O para hacer una película, por muy corta que sea, y uno un spot publicitario de bajo presupuesto. Pero también es necesario aplaudir el esfuerzo que todos y todas han hecho por estar aquí, por traer un trabajo digno y pelear contra la adversidad. Ya que el premio a la mejor colección solo se lo lleva uno, es necesario que el aplauso sea para todos.