Se llama Robber Rodríguez y esta es su historia
- El madrileño utiliza el ajuar de su madre, edredones, servilletas y manteles para su colección
- Pepa Charro, La Terremoto de Alcorcón, y Sebastián Pons son sus valedores y casi padrinos
- No pierdas de vista a Paloma Suárez y Fátima Miñana. Y MBFWM no debe perder de vista EGO
Pocas veces se ha visto tanta emoción, y tan sincera. Cuando Robber Rodríguez supo que era el ganador del premio Mercedes-Benz Fashion Talent saltó a la pasarela como un huracán y se hincó de rodillas envuelto en una espiral de sentimientos, como el corredor de una maratón que traspasa la meta al límite de sus fuerzas y siente, en ese momento, que la carrera y el esfuerzo han merecido la pena. “¡Es que esto es muy grande para mí! ¡Que se haya reconocido mi trabajo en esta pasarela y en Madrid, mi ciudad, es lo más grande!".
Atrás queda la carrera, que no ha sido fácil. Ha habido baches, obstáculos, charcos. Una montaña rusa de emociones, unas veces arriba y otras, abajo, muy abajo. Lo cuenta sin dramatismo, sin regodearse. Hoy es un día feliz, la resaca de emociones pesa. Hoy las lágrimas son de alegría. Pero no olvida lo que ha pasado. ¿Y por qué hablamos de todo esto? Pues porque es necesario para entender su colección, titulada 'Despierta, despierta'.
Su trabajo es un ejercicio de reciclaje, de aprovechamiento y de moda con mayúsculas. En ella se vierten sus miedos, sus recuerdos y sus esperanzas, provocando que cada prenda sea una hoja de su diario más íntimo. Y eso es lo que ha valorado el jurado. Se ha premiado su carácter innovador y su autenticidad. Cada prenda tiene otras vidas pero no se nota, porque Rodríguez ha hecho un excelente trabajo de actualización. Hay reciclaje, sí, pero no solo a la hora de usar lo que ya existe, aquí reciclaje significa renacimiento.
Su historia
Estudió Económicas y un curso de Técnico de Mercados Financieros. Ha trabajado de camarero y ha sufrido el golpe de la pandemia. Ha tenido momentos dulces, como su paso por el atelier de la famosa diseñadora griega Mary Katrantzou. Allí aprendió mucho y dejó un buen sabor de boca, volvieron a llamarlo pero no pudo ser. Porque también conoce los momentos amargos. Encontró ayuda en la espiritualidad y en los amigos, como el diseñador Sebastián Pons, que trabajó durante años al lado de Alexander McQueen, y Pepa Charo, alias La Terremoto de Alcorcón. "Qué coño hace todo este arte metido en esta buhardilla de Valdemoro", le dijo. Ahí hubo un detonante y de esa buhardilla saltó a EGO.
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Economía, espirutalidad y moda. Tres conceptos que hilvana en sus prendas. "Soy lo que he vivido. La economía está en el aprovechamiento de recursos, ya que he hecho todo con recortes, piezas del ajuar de mi madre, edredones, servilletas... La espiritualidad está en que en esta colección he soltado mi alma sin filtros, porque quiero lanzar un mensaje de honestidad. Y moda, es lo que más se ve", dice. Entre sus referentes hay de todo: el cine de Jean-Luc Godart y François Truffaut o la música de Daft Punk, Manolo García y Chief Keef, que ha ambientado su desfile, para el que ha contado con las joyas de Esther Amo.
Y este premio significa mucho, dice, "porque es que ha gustado al jurado y a gente diferente a la de mi entorno. Yo soy un chico de barrio, de Valdemoro, y allí todos saben que la moda es muy cara. Por eso este premio es un regalo hasta para ellos. 'El barrio ha llegado a la moda", me dicen". El dinero del premio, que en esta edición es de 3 000 euros por los recortes de la pandemia, se lo quiere dar a las costureras. "Ellas lo han hecho posible, ¡yo no lo hago por dinero!".
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Otras propuestas de Samsung EGO.
Paloma Suárez es ya una celebridad. Muchos la conocen por haber vestido a estrellas como Ana Guerra o Aitana. Pero ella es mucho más que una estilista de celebrities. Es de la isla de la Palma y estaba en Madrid cuando llegó el confinamiento. El amor a su tierra, lejos entonces, queda reflejado en su colección y en la pasarela, que hace un guiño a las salinas de Fuencaliente. "Claro que hago ropa para las estrellas de la música, del espectáculo, pero también para todo tipo de público".
Su colección es muy variada pero todo está conectado por su empeño de poner en valor la artesanía de su isla, para revitalizar el trabajo de los que trabajan usando técnicas tradicionales. Además, ha utilizado restos de tejido de muestrarios que le dieron en algunas tiendas. Su apuesta es reducir el impacto negativo de la moda en el planeta. "Se nos olvida que somos parte de la naturaleza". Vemos un abrigo hecho con retales que es fabuloso. "Aquí no se tira nada", dice.
Fatima Miñana ganó el premio en enero de 2020 y regresa a esta pasarela con una colección muy interesante. Es muy joven pero parece haber vivido de cerca la gloria de Martin Margiela y Helmut lang, aunque sorprendentemente uno de sus referentes es Josep Font. Su colección es osada, atrevida, canalla, nocturna, sexy. Parece que no la haya hecho ella. "Cuando diseño imagino una mujer que no soy yo, a mi alter ego".
Y esa otra mujer tiene un armario de lo más potente, con vestidos que se pegan al cuerpo pero lo desnudan con cortes 'violentos', diseños en polipiel pintada a mano, chaquetas simétricas y vestidos asimétricos. "Otra vez esa dualidad que habla de mí", dice. Esta creadora madrileña ve el futuro con "incertidumbre" pero confía en que si se presentan diseños únicos e innovadores "conseguiremos salir adelante". Interesante reflexión que deberían hacer los diseñadores consagrados.
La arquitecta polaca Eva Iszoro, creativa de Accidental Cutting, y autora de método experimental de patronaje, es la diseñadora invitada a Ego donde ha cerrado la jornada con su particular visión de la pandemia y sus distintas fases en prendas realizadas en tul y seda que hacen referencia desde a trajes “epis” a doctores y enfermeros e incluso al propio apocalipsis.
Marta Casal ha presentado una colección minimalista de siluetas rectas y amplias, en algodones y linos naturales con estampaciones de fotografías del campo realizadas por ella misma durante el confinamiento.
Pauline Ferrieres y Adriana Cajigas, directoras creativas de Deyi, definen su marca como una filosofía de vida que "trabaja las experiencias" y la conexión a la naturaleza, con la que quieren revitalizar el patrimonio y la tradición del buen hacer artesanal del textil de una zona de China. "Apostamos por una moda sostenible y responsable. Pensamos que este es el mejor momento para lanzar un proyecto como este", ha señalado Cajigas mientras muestra prendas atemporales con un marcado carácter unisex.
Peter Sposito Studio viene también a esta pasarela a conseguir mayor visibilidad, "a dar un paso más profesionalmente", en un momento difícil que considera pasajero. Llega dispuesto a superar los "inconvenientes" con una colección que viste a una mujer "fuerte y luchadora" en la que ha reinterpretado patrones. "Nos encontramos ante un reto complicado, pero emocionante", ha asegurado sin perder la sonrisa.
Y todo en un día que empezó con Paula Alegría, ganadora de 14 edición de Samsung EGO Innovation, que se ha planteado la búsqueda de un nuevo ecosistema en las ciudades a través de la ropa con técnicas biosintéticas, fusionando la materia orgánica con la inorgánica y la tecnología con la naturaleza. Termina una atípica Semana de la Moda de Madrid marcada, la más valiente, ya que ha sido la primera en hacerse de forma presencial y apostar, además, por nuevos formatos digitales.