Odiamos planchar, sí. Pero con estos consejos no será un drama
- Siete de cada diez españoles odia planchar, pero solo uno de cada diez vestiría ropa arrugada
- Tenemos la mejor lista de consejos para lavar y tender de forma que tengas que planchar menos
- La mejor forma de relajarte: convierte tu baño en un spa con estos sencillos pasos
"Lunes antes de almorzar, una niña fue a jugar, pero no pudo jugar, porque tenía que planchar, así planchaba así, así, así planchaba que yo la vi". Machista y terrible, esta canción de los Payasos de la Tele ya nos da una pista. La niña no puede jugar porque tiene que hacer las tareas, es casi con un castigo. Y ese poso queda. Parece que nos cuesta menos barrer, fregar y quitar el polvo. Pero enfrentarse a la montaña de ropa arrugada nos da mucha pereza. Es la tarea más odiada por los españoles. Según un estudio de Puntronic.com , siete de cada diez encuestados dicen que planchar era lo que más detestaban y que incluso les parece peor que limpiar el baño.
Cuando se preguntaron las razones, estas fueron las más comunes: un 63% aseguran que no saben, un 52% alegan que se les da fatal y un 31% dice que les llevaba mucho tiempo y un 26% se queja de que les da dolor de espalda. Eso sí, la práctica totalidad argumentó que planchar era “un rollo”. Por cierto, esta tarea la odian prácticamente por igual mujeres (68 %) como hombres (73 %). Así todo, entre los encuestados nadie quería llevar arrugas, un 89 % reconocieron que no querían ponerse ropa sin planchar, especialmente si tenían que vestirse para el trabajo, para ir a un restaurante o incluso para quedar con amigos.
Las soluciones eran diversas: unos proponían llevar ropa sintética, algo que había quienes rechazaban por sus implicaciones en la salud o porque en ocasiones «hay que ir bien»; otros eran hábiles para escaquearse y conseguir que otro/a planchara y hubo alguna propuesta divertida: hacerse nudista. “Llevar la ropa bien planchada no es solo una cuestión estética, sino también de higiene. El planchado elimina bacterias y olores. Por eso diversos tipos planchas calientes ya se usaban hace más de dos mil años, con el fin de evitar plagas y enfermedades, además de, por supuesto, para tener mejor aspecto. Yo recomiendo situar la tabla frente al televisor, ponerse una buena película y disfrutar de ella mientras se aprovecha el tiempo. Planchar puede ser relajante. ¡En serio!”, dice Rosa Alsina, responsable de Puntronic.com.
Obviamente, la resignación se impone y no queda más remedio que planchar. Esta web ha elaborado una extensa lista de consejos que será de gran ayuda para hacer que planchar no sea una tortura. O al menos, que no duela.
Hay que empezar por el principio, en el lavado.
- No poner demasiadas prendas en la lavadora para que la ropa no quede muy apretada.
- No utilizar temperaturas altas de lavado y no pasarse con el centrifugado.
- Meter una pelota de tenis en el tambor esponja la ropa y reduce las arrugas.
- Los suavizantes reducen la necesidad de planchado.
- Sacar la ropa de la lavadora nada más terminar el proceso.
- Las secadoras reducen las arrugas pero no hay que comprimir la ropa y debe sacudirse antes de iniciar del secado.
- Ocuparse de tender las prendas bien estiradas y poner las pinzas de manera que no queden marcas.
- Si tendemos las camisetas en una cuerda o un tendedero, poner las pinzas en el dobladillo de abajo, nunca colgarlas por la mitad.
- Colgar los pantalones por el dobladillo inferior, para que el mayor peso de la cintura y los bolsillos los vaya estirando.
- Secar lo que se pueda en perchas: camisas, camisetas, jerséis... Así evitarás tener que plancharlas.
¿Plancha o centro de planchado?
La web recomienda el centro de planchado "porque tiene la ventaja de que no hay que estar echando agua cada poco ni estar pendientes de la temperatura". Además, desinfecta, higieniza y elimina malos olores. Los más modernos suelen tener distintos flujos y golpes de vapor, algo que, unido a su potencia, permite eliminar cualquier arruga en menos tiempo. "Su precio puede ser el doble o el triple de una plancha clásica, pero cuentan con modos ecológicos que ahorran electricidad y agua, además de aportar todas las comodidades posibles".
Dependiendo de si se utiliza una plancha o un centro de planchado, habrá que aplicar más o menos de estas medidas:
- Seguir las indicaciones de las etiquetas de cada prenda para evitar disgustos.
- Cerciorarse de que la base de la plancha está limpia. Si algo se pega, hay que quitarlo al momento, antes de que se enfríe.
- Poner del revés algunas prendas, como los pantalones de algodón, vaqueros y de pana, porque quedan mejor así planchados.
- Si es la primera vez que se plancha algo, comprobar su resistencia al calor en algún lugar escondido.
- Aplicar movimientos rápidos y ligeros en tejidos delicados.
- No planchar las cremalleras directamente ni los botones porque pueden deteriorarse con el calor.
¿Cuál es la temperatura adecuada?
Con los centros de planchado no hay que estar pendientes de la temperatura porque la combinación de vapor y calor permite quitar las arrugas con seguridad para cualquier tejido, pero con las planchas clásicas es necesario tener precaución.
- Agrupar las prendas y empezar por las que necesiten menos calor.
- Los materiales sintéticos como el nailon, el poliéster y el acetato requieren temperaturas tibias.
- Con la seda hay que usar una temperatura media y algo de vapor.
- Los jerséis de lana no necesitan vapor y deben alisarse con pasadas rápidas y sin excesivo calor.
- Los tejidos de lana se planchan mejor con vapor y los jerséis acrílicos se planchan con una temperatura tibia, y mejor el revés.
- El algodón y el lino exigen alta temperatura, firmeza y mucho vapor.
Trucos para tener las camisas impecables
-Lo mejor es empezar por el cuello y luego se dobla el canesú de la espalda para planchar a lo ancho esa zona de la parte alta de los hombros.
-Después, los puños, y a continuación, se estiran bien las mangas y se planchan con raya o sin ella.
-Por último, se coloca la camisa en el sentido de la tabla, y se aborda primero la espalda y luego cada delantero.
-Y es muy importante colgar la camisa enseguida.
Cosas que ayudan
- Tener a mano un espray con agua si la plancha no tiene vapor suficiente.
- A veces ayudan algunos productos de droguería, como agua perfumada, apresto, etc.
- Utilizar un paño de algodón o, mejor, comprar uno del tejido específico para planchado.
- Usar un peldaño o una banquetita baja para apoyar un pie u otro y descargar así la espalda mientras se plancha.
- Dejar cerca algo de beber porque planchar suele dar sed.
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