Enlaces accesibilidad

Biofilia: el efecto terapéutico de la naturaleza

  • Un paseo por el campo, la playa o un bosque reduce los niveles de estrés
  • La ausencia de contacto directo con el medio natural afecta al sistema nervioso

Por
InquietaMENTE - Déficit naturaleza - 29/09/20

El déficit de naturaleza afecta negativamente a nuestro sistema nervioso. Falta de concentración, ansiedad y estrés son las consecuencias de la ausencia de contacto directo con el medio natural. “Hay consecuencias físicas, psicológicas y sociales del aislamiento como hemos podido comprobar en el confinamiento reciente”, confirma José Antonio Corraliza, catedrático de psicología ambiental de la Universidad Autónoma de Madrid.

Hablar del déficit de naturaleza no es una moda. Pero se ha vuelto a recuperar la hipótesis de la biofilia que ya acuñara el biólogo Edward O.Wilson sobre la afinidad que los humanos tenemos con el entorno vivo que nos rodea, con plantas y animales. En consecuencia la naturaleza tiene un efecto terapéutico sobre nuestro organismo. “Los psicólogos ambientales agrupamos estos efectos en la llamada teoría de la restauración. Ya sabemos que un paseo por el campo, la playa o la vista de un bosque reduce los niveles preocupantes de estrés”, afirma Corraliza.

Ya se ha comprobado en experimentos de laboratorio que ante un proceso de estrés inducido hay una mejor recuperación de constantes vitales, como la tasa cardiaca, cuando la persona contempla un paisaje arbóreo o un lago, antes que si observa un entorno urbano y ruidoso.

Los beneficios para el sistema nervioso también se han observado con la recuperación de la capacidad de atención con baños de naturaleza. “Después de una sesión agotadora de sobrecarga informativa, la curva de atención baja como sabemos a los 45 minutos o una hora -señala Corraliza- y si se hace una pausa con un paseo por el parque la recuperación es más rápida. Este efecto terapéutico de la naturaleza ya se tenía en cuenta desde hace lustros en entornos hospitalarios”.

Nuevos experimentos señalan que incluso la mera contemplación de paisajes naturales tiene efectos similares a la inmersión real. Corraliza declara que “se ha comprobado que hay una restauración atencional más rápida en salas de café con vistas arbóreas o a un lago comparando con otras salas con vistas urbanas”.