Pepa Salazar: "Hacer ropa cuando la gente no puede salir de casa es frustrante".
- La diseñadora propone prendas inteligentes para poder usar todo el día y en cualquier situación
- "Es el momento de hacer prendas prácticas, crear looks que no sean ni de día ni de noche", dice.
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Pepa Salazar reconoce que trabajar durante el confinamiento fue duro. "La gente no puede salir a la calle y yo estoy haciendo ropa, que en esos momentos es lo más prescindible, ¿¡puede haber algo más frustrante!?". Para colmo escuchó a Angela Merkel decir que la lucha contra la pandemia era el mayor desafío para Alemania desde la Segunda Guerra Mundial. "Fue un skock", dice. Y fue entonces cuando se encendió la bombilla. Esta diseñadora es una de las que mejor sabe leer lo que pasa en la calle, enrizarlo con la historia y crear. Por eso, como ocurrió a finales de los 40 del siglo XX, reinventa el sentido y el uso de la moda. Hilvana ética y consumo. "Es el momento de hacer prendas prácticas, crear looks que no sean ni de día ni de noche. Y sobre todo de tener prendas que tengan una vida larga y sean polivalentes, que las uses para estar en casa, para hacer deporte o para salir con tus amigos", dice. Un gesto que recuerdo a la famosa colección que Donna Karan lanzó en 1985.
Y todo esto lo ha llevado a su nueva colección que, curiosamente, tiene un especial punto de partida. "Durante la cuarentena encontré unos viejos maillots de cuando yo estudiaba danza clásica. Me los puse mucho, estaba cómoda con ellos y me servían para todo. ¡Y me gustaba también ese aspecto tan femenino que tienen!".
Salieron del fondo del armario para ser fondo de armario, un básico en la era COVID-19. "Toda la colección gira en torno al maillot. He utilizado muchas licras y tejidos elásticos y todas las prendas, incluso los vestidos, están pensado en ponértelos para hacer lo que quieras. Tienen esa versatilidad y la comodidad necesaria para ello". El maillot se desarrolla en solitario o debajo de un vestido, y no funcionan solo como elemento exterior. "Porque sientes que llevas la ropa interior puesta!".
Apuesta fuerte por el mono, y lo viste con drapeados de retales geométricos, marca de la casa. También por bodies con tiras entrelazadas, chaquetas y pantalones, casi siempre con siluetas oversize, "son prendas sin talla que se adaptan a todos los cuerpos con los cordones elásticos", dice. La licra deportiva se usa con distintos acabados: aterciopelados, satinados, transparentes. La carta es concisa, contenida, y juega con la gama de grises, nude, negro y verde militar que contrastan con rojos, rosas y amarillos.
Es una fuerte apuesta por la atemporalidad y por alargar la funcionalidad de la prenda, a lo largo del día y del año, esquivando el paso del calendario y los caprichos del termómetro. No hay fantasía en la propuesta, hay realidad. "Como todos los movimientos artísticos, la moda habla del presente y que analizarla en su contexto", añade. "Un diseñador no puede vivir de espaldas a lo que ocurre a su alrededor".
Y ella es su esponja. Absorbe y digiere todo lo que está pasando en el planeta moda que, insiste, tiene que estar conectado con la calle. "La moda va a ser un revulsivo como lo fue en los 60 y 70 en un contexto de política convulsa y cambios, que es lo que está pasando ahora. El desfile tradicional no te permite expresar todo lo que quieres pero por suerte hay nuevas fórmulas, como el vídeo que sí te lo permiten"
Casas tan potentes e influyentes como Balenciaga, Givenchy o Maison Margiela ha apostado por lo digital y no han hecho desfile. Saint Laurent y Gucci harán su propio calendario. "Y Prada no ha tenido front row para que la atención se centre en la ropa y en el concepto de la colección. Hay, como te digo, nuevas fórmulas aunque la base es la misma. Nuestra labor es hacer ropa y proponer ideas. Solo cambia la forma de comunicarlo, porque la sociedad ha cambiado".
Y lo mismo ocurre con los cuerpos de las modelos. En los últimos desfiles de Madrid, Milán y París hemos visto como el abanico de tallas, edades y colores se abría considerablemente. Y lo más importante es lo han hecho firmas tan relevantes e influyentes como Malne, Versace, Balmain o MalneChanel Son pequeños pasos que provocarán el gran cambio. La moda no puede seguir contaminando y discriminando. Ni trabajar de espaldas a una sociedad en constante cambio hacia la sostenibilidad y la tolerancia.