Romero, ¡una suerte tenerlo cerca!

• Nuestro experto hortelano José Manuel Sánchez vuelve a la carga: nos enseña el maravilloso mundo del romero
• Es una planta muy agradecida y se adapta a casi cualquier clima. Además... ¡atrae a la suerte!
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Aquí la Tierra - Romero bueno, romero bueno, saca lo malo y tráeme lo bueno

¡Hola, amigos hortelanos! Hay algunas plantas que nos dan de todo: alegría para la vista, aroma para el olfato, placer para el paladar, beneficios para la salud… Pero hay otras más especiales todavía, como el romero, que no contento con todo esto, ¡también nos da suerte! O al menos eso se dice de toda la vida.

Rosmarinus Officinalis, que es el nombre científico de nuestro amigo el romero, es una planta muy rústica y adaptable a casi cualquier entorno. La encontramos por el campo en variedades silvestres prácticamente en cualquier lugar, aunque su clima óptimo es el mediterráneo. Verdaderamente es “bueno para todo”.

En el campo y la huerta atrae insectos beneficiosos, tapiza, embellece y aromatiza durante todo el año. Es fácil de cultivar y agradecido.

Romero fresco para tener en casa

¡Manos a la obra!

Las dos mejores formas de empezar un cultivo son por esquejes o por plantón. Y además os vamos a contar un truquillo con el que tendréis más posibilidades de éxito.

El esqueje es un tallo de otra planta de romero de unos 20 cm. Al cortarlo debemos comprobar que la parte inferior del tallo tiene ya aspecto leñoso. Debemos enterrar dos o tres esquejes juntos, al menos la tercera parte inferior del tallo retirando previamente las hojas en esa zona.

La tierra debe estar bien suelta y ligeramente húmeda. Aunque no es imprescindible abonar conviene mezclar con materia orgánica (compost o similar) y un poco de arena para el drenaje. Apretar la tierra una vez plantado el esqueje y regar sólo para mantener un poco de humedad los primeros días alternando después días de humedad y de seco.

Nuestra huerta es una caja de sorpresas. Hoy la cosa va de romero y para los que os estéis preguntando el por qué... Pues muy fácil: "porque, de las virtudes del romero, puede escribirse un libro entero". Y este libro nos los escribe José Manuel.

Un enraizante natural y casero

El truco que mencionaba antes consiste en utilizar un enraizante para que el esqueje desarrolle raíces más rápido y más fuertes. Os proponemos uno casero supersencillo: poner en un recipiente una tacita (de las de café) de lentejas y tres o cuatro de agua. Tapar con un trapo y dejar reposar durante 4 días.

Después batirlo, colarlo y mezclar el líquido resultante con un litro de agua. Podemos meter la parte del esqueje que vamos a enterrar en nuestro enraizante durante unas horas justo antes de plantarlo y también podemos regar con nuestro enraizante una vez plantado y posteriores veces.

Si comenzamos el cultivo con plantón seguimos los mismos pasos que con el esqueje y si el cultivo va a ser en maceta, necesitaremos una con el triple de tamaño que la que trae el plantón inicialmente.

¿Qué época es la adecuada para su plantación?

Las mejores épocas para plantar esqueje son mediados de otoño o inicio de primavera. Al cosechar elegiremos sólo la punta tierna de los tallos (los últimos 5-10 cm). Podemos usarlo fresco o secarlo para guardarlo.

En ese caso simplemente atamos ramilletes de tallos, los colgamos boca abajo en lugar fresco y seco y cuando veamos que están bien secos, separamos las hojas y las guardamos en un frasco o lugar protegido de la humedad.

Romero para aderezar tus platos

Romero en la huerta, en la cocina…

En la cocina es un condimento con mucha personalidad, capaz de dar un toque especial a asados, sopas, guisos, encurtidos y quesos. Lo que usamos para cocinar son sólo las hojas, tanto frescas como secas. Podemos usarlas en forma de polvo, pero si las usamos enteras y no nos gusta comerlas después, podemos meterlas en una redecilla para retirarlas cuando el guiso está terminado.

Una buena opción para disfrutar del sabor de romero en nuestros platos es preparar aceite de romero para guisar. Tan fácil como introducir unos tallos u hojas sueltas en un litro de aceite y dejarlo macerar agitando de vez en cuando para que al cabo de unas semanas tengamos un sabroso aceite con sabor a romero para ensaladas, freír o guisar.

Amigos, el romero es una planta al alcance de todos porque se adapta a todos los entornos posibles alegrándonos la existencia. Y, por cierto, cuando lo cultivéis ya nos contaréis si es cierto que también os trae buena suerte…