Lucía Dominguín Bosé: "Cocinar con Celia Villalobos es horroroso"
- Su madre y su hermano le animaron a participar en MasterChef
- La concursante habla de cómo ha sido su paso por el concurso
- Ha sido junto a Perico Delgado, la expulsada del quinto programa
Este martes, MasterChef nos dejaba la sorpresa de dos expulsados: Lucía Dominguín Bosé y Perico Delgado colgaban el delantal después de no superar la prueba de eliminación. Como es habitual, RTVE Digital ha podido hablar con la concursante para contar su experiencia en el concurso, mientras que el ex ciclista ha mandado un saludo al estar con La Vuelta a España.
“Por la cara que ponía Pepe ya sabía que había otro, y no podía ser otra que yo”, dice sobre el momento en el que el juez también dice su nombre. Una expulsión que no cree que sea justa, “porque una expulsión nunca es justa, pero me tocó”.
Pero a diferencia de sus otros compañeros, este duro momento de abandonar cocinas de MasterChef Celebrity“Es menos dura, y además con Perico, que fue el descubrimiento de MasterChef para mí. Perico ha sido siempre como un mito y un personaje que ha crecido con nosotros de pequeños. Perico iba como un atleta, un personaje muy serio y encontrarnos a ese Perico divertidísimo”, ha dicho sobre ese momento.
Su relación con Celia Villalobos
Celia Villalobos es una de las aspirantes que más rifirrafes está teniendo con sus compañeros por su carácter, y alguno de ellos han sido con Lucía, que nos ha contado cómo es cocinar en su mismo equipo y a sus órdenes: “Horroroso, ya lo habéis visto. Si es que ha nacido política y morirá política. Ella es así, está siempre en el podium, pero no es nada malo, es fantástico. Y lo bonito de MasterChef también es que mantiene esa parte de personal y tan auténtica de cada uno”.
La ya ex concursante tiene muy buenos recuerdos de MasterChef, pues dice que la ha sacado de su zona de confort, y “volvería encantada de la vida”, pues el concurso le ha hecho revivir momentos que hacía mucho tiempo que no vivía: “Lo mejor ha sido el compañerismo, algo que yo no vivía desde que era pequeñita. Eso de salir de excursión, de estar todos juntos, de reírnos por chorradas, hacer el ganso a diferentes edades, y es divierto hacer un viaje así, sobre todo con gente que no hemos convivido nunca juntos”. Y aunque no puede quedarse con un ganador, si por ella fuera ganaría su sobrino, pero también otros compañeros a los que ha destacado.
Su madre y su hermano le animaron a ir a MasterChef
Aunque Lucía, en este caso, sí que ha convivido con uno de sus compañeros: Nicolás Coronado. De esta experiencia con su sobrino, ha descubierto que cocina, “porque no ha cocinado nunca, siempre hacía el churrasco o el pollo a las brasas”, y que se le da bien, “tiene mano para cocinar”, dice durante la entrevista. Para ella ha sido todo un apoyo: “Llegar de repente a un grupo que no conocía de nada, todos muy televisivos, todos muy mediáticos y yo, sí soy hermana de, hija de, madre de, pero no he estado nunca delante de unas cámaras, entonces fue muy bonito estar con Nicolás”.
Y es que su familia tiene gran parte de la culpa de que ella haya participado en MasterChef, un paso que dedica a su madre: “Sí, porque fue ella la culpable. Hizo un complot y me metió en ello, y también Miguel. Ellos fueron los que me dieron la idea, y luego mis hijos me dijeron que no dejara de ir. Se lo dedico a mi madre que seguramente lo esté viendo”.
“MasterChef me ha aportado otra visión de la cocina”
En los cinco programas que ha concursado, y a pesar de estar fuera de cocinas, Lucía ha demostrado que sabe cocinar, pero MasterChef le ha aportado muchas cosas más que no conocía: “Otra visión de la cocina, una estructura cerebral diferente, y luego aprendes el ritmo de la cocina, a valorar lo que hacen los grandes cocineros. Y a trabajar duro, porque realmente yo pensaba que era dura la cocina en mi casa, pero eso es durísimo”.
Una experiencia dura que repetiría, porque como dice, “desde hace unos años no encuentro nada negativo en mi vida, ni en la actitud de la gente ni nada, porque siempre aprendes algo. Para mí, lo he pasado mal, lo habéis visto, pero ha sido algo positivo porque al llegar a casa te das cuenta que hay superar muchos bloqueos que tenemos, y estábamos en momentos muy complicados con el COVID”. “Yo salí de mi casa en el campo y me metí en Madrid que era Zombilandia”, recuerda la concursante.
Eso sí, aún podremos verla en la repesca, a ella y Perico, con su infinita tranquilidad. ¿Será alguno de los dos el aspirante que vuelva a cocinas?