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Los otros parientes del SARS-CoV-2

  • Ignacio López-Goñi, microbiólogo, nos explica el origen de la familia de virus respiratorios conocidos como coronavirus
  • Todos los coronavirus son muy parecidos entre sí en la organización y la expresión de su genoma y tienen un origen animal
  • La familia de coronavirus es muy diversa, se mezclan entre ellos y saltan de una especie animal a otra
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Los otros parientes del SARS-CoV-2
Los coronavirus nos llevan dando sustos desde principio de siglo.

En 1965 se describió un nuevo tipo de virus respiratorio en humanos, “parecido al virus de la gripe”, muy difícil de cultivar en el laboratorio y que solo se podían detectar infectando voluntarios. La naturaleza exacta de esos virus era un misterio hasta que en 1967, una mujer, June Almeida, desarrolló un nuevo método para poder verlos por microscopía electrónica. La técnica, absolutamente novedosa, consistía en emplear anticuerpos marcados que se unían a las partículas virales y así poderlas ver al microscopio. Las imágenes que los investigadores obtuvieron les recordaban al halo que se observa en el sol, la corona solar y decidieron llamarlos usando este término. Habían nacido un nuevo tipo de virus respiratorios: los coronavirus

Que el SARS-CoV-2 es un coronavirus, es algo que ya casi todos sabemos. Pero los coronavirus son una gran familia dentro de los virus, compuesta por cuatro géneros (Alfa, Beta, Gamma y Delta-coronavirus), que a su vez contienen otras muchas especies. Pueden infectar tanto a animales como al ser humano. Los Alfa y Beta solo infectan mamíferos, mientras que los Gamma y Delta infectan sobre todo aves y en algunos casos también mamíferos.

Los veterinarios están muy acostumbrados a luchar contra ellos, porque causan enfermedades respiratorias y gastrointestinales en muchos animales de granja y domésticos: el virus de la bronquitis infecciosa de las aves, el coronavirus respiratorio canino, la hepatitis murina, el coronavirus bovino, el virus de la gastroenteritis transmisible en cerdos, la peritonitis infecciosa felina y un largo etcétera. Uno de los animales que más tipos diferentes de coronavirus alberga y que, por tanto, actúa como un almacén o reservorio de este tipo de virus es el murciélago. Estos animales, por cierto, no son roedores: son los únicos mamíferos voladores, de los cuales existen más de 1.200 especies distintas y representan aproximadamente un 20% de todas las especies de mamíferos. Están presentes en todos los continentes, excepto en la Antártida.

n humanos, además del nuevo SARS-CoV-2, se conocen otros seis coronavirus que causan enfermedad. Cuatro de ellos causan una infección leve y se denominan HCoV (del inglés, Human CoronaVirus) seguido de un código: HCoV-229E, HCoV-OC43, HCoV-NL63 y HCoV-HKU1. El 30% de los catarros comunes los producen estos cuatro coronavirus, en algunos casos también cursan con trastornos digestivos, y en niños y personas mayores inmunocomprometidas pueden llegar a ser graves.

Los coronavirus están entre nosotros desde hace tiempo

Todos los coronavirus son muy parecidos entre sí en la organización y la expresión de su genoma y se mantienen de manera constante en la naturaleza. Esto permite una continua recombinación y mezcla entre ellos, generando nuevos coronavirus. Los coronavirus nos llevan dando sustos desde principio de siglo. En 2002 apareció el SARS-CoV que causaba un síndrome respiratorio agudo y severo en humanos. Infectó a unas 8.000 personas y tuvo una mortalidad aproximada del 10%. Se extendió por 27 países y, curiosamente, desde 2004 no se ha vuelto a detectar ningún caso de SARS-CoV. Diez años después, en 2012, apareció el MERS-CoV, un nuevo coronavirus que causó el síndrome respiratorio de Oriente Medio. Aunque infectó a menos personas, unas 2.500, su letalidad fue mucho mayor, alcanzando hasta el 35%. El MERS-CoV todavía se aísla de forma esporádica.

Como hemos visto, los coronavirus también dan problemas a los veterinarios: en 2013 apareció el coronavirus de la diarrea epidémica porcina en Estados Unidos, con una mortalidad en lechones de casi el 100% y que acabó con más de un 10% de la población de cerdos en ese país, en un solo año. Todos los coronavirus humanos tiene un origen animal: SARS-CoV, MERS-CoV, HCoV-NL63 y HCoV-229E se han originado en murciélagos, mientras que el origen de HCoV-OC43 y HCoV-HKU1 está en roedores.

A este tipo de virus, que infectan al ser humano pero que tienen un origen animal, se les denomina zoonóticos. Hoy sabemos que en ese salto desde una especie animal al ser humano ha habido otros que han actuado como intermediarios: las civetas en el caso del SARS-CoV, los dromedarios en MERS-CoV, o el ganado vacuno en HCoV-OC43. Aunque todavía no lo sabemos a ciencia cierta, el pangolín ha sido uno de los candidatos de intermediario del viaje del SARS-CoV-2 desde los murciélagos hasta el ser humano.

Como vemos, la familia de coronavirus es muy diversa, se mezclan entre ellos y saltan de una especie animal a otra. Es muy probable, por tanto, que otro nuevo coronavirus como SARS-CoV, MERS-CoV o SARS-CoV-2 vuelva a aparecer y a darnos problemas en el futuro.Conocer a los otros parientes del SARS-CoV-2, nos permite entender algunas de las preguntas que se hacen los científicos. Por ejemplo, si he pasado una infección por un coronavirus leve, uno de esos cuatro que causan los catarros comunes que son tan frecuentes, ¿he podido adquirir inmunidad cruzada que me proteja contra el SARS-CoV-2? Todavía no lo sabemos, pero solo la ciencia nos sacará de dudas.

- Ignacio López-Goñi, catedrático de Microbiología de la Universidad de Navarra y divulgador científico.