Canónigos: fáciles y rápidos en la huerta, delicatesen en el plato
- Los canónigos son uno de esos cultivos agradecidos especialmente recomendables para hortelanos novatos
- En suelo también podéis aprovechar los espacios que os queden en los bancales de otros cultivos
- Nuestro experto de la huerta José Manuel Sánchez, nos lo cuenta. Para más reportajes, visita la web de Aquí la Tierra
¡Hola amigos! Los canónigos son uno de esos cultivos agradecidos especialmente recomendables para hortelanos novatos. Facilitos, rapiditos y sin problemas. Y además es uno de los cultivos que van perfecto en maceta, o sea que todos podemos cultivarlos incluso dentro de casa. ¿A que suena bien? José Manuel Sánchez, nuestro experto horticultor, nos lo cuenta:
Valerianella Locusta es su nombre científico, pero como antiguamente era frecuente su cultivo en los monasterios, se quedó con el nombre popular de “canónigo”. Es una planta de hoja pequeña, verde, lisa, suave y redondeada con un sabor delicado y delicioso. Es de clima fresco y por eso sus dos épocas de cultivo son el principio y mediados de la primavera y el final de verano y otoño.
Hay unas cuantas variedades para elegir, pero os doy un par de sugerencias. Si los cultiváis en época fría, “Verde de Cambrai” y “Verde de Louviers” son dos que van mejor con temperaturas bajas y son de desarrollo muy rápido para poner entrado el otoño. Y si cultiváis en primavera podéis elegir la “Grose Graine” que es muy productiva y tolera más el calorcito o la “Vit” que es súperrápida.
¿Cómo se cultivan?
Requiere tierra muy suelta, con mucha materia orgánica y bien abonada. Podéis usar un buen compost con humus de lombriz. Si no tenéis compost también vale el famoso sustrato universal. En las épocas templadas se puede poner a pleno sol, pero si el calor sube hay que procurarle semisombra.
A finales de invierno y mediados de otoño se puede cultivar en interior (o en exterior pero bien protegido) ubicándolo en un lugar con mucha luz natural. Si los mantenéis en lugares luminosos bien protegidos de las heladas y del frío intenso, podéis tener canónigos para vuestras ensaladas durante todo el invierno.
El cultivo es más rápido y fácil empezando ya con plantones, pero si empezáis desde semilla lo primero es dejarlas en agua la noche anterior a la siembra. Después simplemente hacéis una minizanja (profundidad aprox. 3 cm), esparcís las semillas a voleo dentro y tapáis. Si lo sembráis en maceta, os vale cualquier tamaño (pero claro, a mayor superficie, más canónigos caben).
Dejáis caer las semillas a voleo y echáis por encima una capa de unos 2 o 3 cm del mismo sustrato que tengáis en la maceta. En una semana os habrán germinado y cuando las nuevas plántulas alcancen unos 3 cm de altura debéis dejar unos 8 – 10 cm entre plantas y quitar las que sobren. Si es en suelo y ponéis más de una hilera, dejar unos 20 cm entre hileras.
¿Pueden mezclarse con otros cultivos?
En suelo también podéis aprovechar los espacios que os queden en los bancales de otros cultivos siempre que esos cultivos también requieran humedad constante. Desde el principio del cultivo debéis mantenerlo constantemente húmedo, pero sin encharcar.
Es importante limpiar de hierbas porque compiten con los canónigos. Se suelen empezar cosechar en unas 5 o 6 semanas cuando las hojas tienen a partir de 5 cm como mínimo, aunque pueden llegar hasta 10 cm o más. Podéis cortar las plantas enteras o sólo las hojas más grandes de cada planta (con este segundo método se puede ir cosechando más a menudo). Por cierto, que por su facilidad y rapidez es un cultivo ideal para involucrar a los peques de la casa.
¿Cómo los preparamos en la cocina?
En la cocina su uso más frecuente es crudos en ensalada porque tienen un delicioso sabor suave y algo ácido que combina muy bien en cualquier mezcla. Pero también se pueden hacer riquísimas tortillas, preparar sopas, saltearlos a vuestro gusto o incluso hacer recetas con pasta. Hay que consumirlos en pocas horas después de cosechados ya que son muy perecederos y es importante lavarlos muy bien porque al tener poca talla suelen impregnarse de tierra.
Como veis, no hace falta tener un monasterio para cultivar canónigos. Vamos por no hacer falta no hace falta ni huerto, ni terraza y ni siquiera balcón… ¡Nos vale con una ventana y una macetita! Así que ánimo y a disfrutar de vuestro propios y deliciosos canónigos.
Puedes contactar con José Manuel Sánchez a través de sus redes sociales y correo electrónico:
Instagram: jose_manuel_sanchez_la_huerta; Facebook: @jose manuel sanchez; Email: tuhuertomagico@gmail.com