Bailar favorece al cerebro
- La edad es importante, pero el ejercicio es recomendable a cualquier edad
- Otro beneficio de realizar deporte es la herencia que pasa a generaciones posteriores
Bailar es además de divertido, un ejercicio físico que favorece la neurocognición aseguran investigadores del CSIC. “Bailar es bueno y no se tiene en cuenta lo suficiente porque es una actividad en la que además del movimiento interviene el ritmo, el equilibrio y la música. Es una multitarea que te va a ayudar en muchos sentidos” explica Coral Sanfeliu, doctora del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona, IIBB, y del Ciber de Epidemiología y Salud Pública.
El baile se considera como otra actividad deportiva en los tests de algunas investigaciones sobre el ejercicio físico y la actividad cerebral. “Se incrementa el flujo sanguíneo y la funcionalidad de algunos neurotransmisores, pero además está la parte social que influye en el baile, un factor muy importante en la gente mayor” afirma Sanfeliu…Como en otras actividades deportivas la moderación y la adecuación a las propias capacidades son aconsejables para mantener la salud cerebral. Aunque el esfuerzo y la regularidad son condiciones necesarias para llegar a la activación óptima, la extenuación no ayuda a mejorar. Desde el CSIC insisten en lanzar el mensaje de que“no hace falta ser un deportista de élite para tener el cerebro al máximo de las propias capacidades”.
La edad es importante, pero el ejercicio es recomendable e incluso imprescindible a cualquier edad. Durante la infancia es necesario para lograr una maduración neuronal oportuna, pero “con los años hay que vencer la pereza, sobre todo a partir de los 60 hay que tener un plan de 150 minutos diarios como mínimo de andar”, señala Coral Sanfeliu.
Otro beneficio de realizar deporte es la herencia que pasa a generaciones posteriores según los estilos de vida, confirman las últimas investigaciones “los hijos de los padres que hacen ejercicio tienen mejoras cognitivas, ya se sabe que los cambios epigenéticos suceden y los patrones de activación con el ejercicio físico son de más neurogénesis que los de hijos de padres sedentarios”. Las investigaciones se desarrollan en el marco del estudio del impacto de la actividad deportiva sobre el cerebro y su potencial como terapia no farmacológica contra la neurodegeneración.