Enlaces accesibilidad
De la risa de los primates al gas de la risa

Qué hemos aprendido en #ÓrbitaLaikaHumor

  • El programa dedicado al humor viajó del optimismo y el pesimismo al gas de la risa.
  • El neurocientífico Xurxo Mariño mostró el mecanismo del humor en el cerebro.
  • Ricardo Moure se adentró en la risa del mundo animal.
  • Ya está disponible en RTVE A La Carta Órbita Laika: La ciencia del buen humor.

Por
Xurxo Mariño y Edu Sáenz de Cabezón en Órbita Laika
Xurxo Mariño y Edu Sáenz de Cabezón en Órbita Laika

La ciencia y el humor están mucho más cerca de lo que piensas. En su séptimo programa de la temporada, Órbita Laika recorrió la ciencia del buen humor para descubrirnos la risa de los animales, hacernos comprender por qué nos reímos o mostrar las diferencias entre tener una actitud pesimista u optimista ante la vida. Te dejamos el resumen de las secciones, ¡ya puedes ver el programa completo en RTVE A La Carta!

El mecanismo del humor

Nuestro cerebro es un amante del orden, que trata siempre de dar sentido al mundo. Xurxo Mariño explicó cómo, ante cualquier narración oral, visual o de otro tipo, generamos continuas predicciones y expectativas sobre el relato. El humor consiste, precisamente, en romper ese orden.

Nuestro cerebro es todo un detector de incongruencias: cuando un chiste empieza con una narración coherente, todo está en orden y nuestro cerebro tiene expectativas. Hasta que llega el chiste y, de manera creativa e inesperada, rompe esa coherencia. En ese momento, comienza a trabajar nuestro área Parieto-Temporo-Occipital,  el área principal del cerebro encargada de detectar las incongruencias. Cuando eso sucede, el cerebro trata de encontrarles sentido y hacer que, de algún modo, el mundo se ordene… O en otras palabras, que “pillemos” el chiste. Si quieres enterarte bien de por qué los chistes te parecen graciosos, la sección de neurociencia te espera en RTVE A La Carta.

La risa del mundo animal

Con Ricardo Moure como biólogo, en el programa sobre el humor no podía faltar esta cuestión: ¿se ríen los animales? Antes de conocer la respuesta, empecemos por el principio: aclarar qué es la risa.

La risa es el sonido más primitivo y básico que podemos emitir. Es involuntaria, innata ¡y está presente en todas las culturas! Buena prueba de ello es que los bebés saben reírse sin necesidad de aprenderlo, la gente que nace sorda y nunca ha oído una risa, se ríe, e incluso la gente con lesiones en las zonas del cerebro encargadas del habla es capaz de hacerlo.

La risa es también un medio de comunicación que se utiliza para mucho más que transmitir que algo nos parece divertido, ¡cuando estamos con gente nos reímos 30 veces más que cuando estamos solos! Y ahora sí, llegamos a la cuestión clave: ¿se ríen los animales? La respuesta es sí.

Los chimpancés, los gorilas y otros tipos de monos se ríen. Pero eso no es todo: ¡las ratas también lo hacen! Recientemente se ha llegado al hallazgo de que, al hacerles cosquillas, se ríen en ultrasonidos, por lo que no podemos oírlas. La risa es la onomatopeya del juego, utilizada por los mamíferos para aprender a enfrentarse a la vida adulta, como una especie de “pelea simulada”. Si quieres saber más, no te pierdas la sección completa en RTVE A La Carta.

El gas de la risa

Como te adelantamos en la noticia previa a la emisión del programael gas de la risa no es nada gracioso. En la sección de química, Deborah García nos descubrió la historia y efectos del óxido nitroso,  un gas incoloro con un olor tan dulce como tóxico y que provoca alucinaciones, un estado eufórico y en algunos casos la pérdida de parte de la sensibilidad y de la memoria.

El poder anestésico del óxido nitroso supuso una verdadera revolución para la odontología a partir de 1850. Este gas se empleó en Barnum, un famoso circo de Boston, con el fin de producir en algún voluntario del público estados pasajeros de hilaridad y desinhibición. En 1844, el dentista Horacio Wells observó a un sujeto en el circo que, bajo los efectos del gas de la risa, tropezó con una silla y se lastimó sin mostrar dolor. El dentista experimentó consigo mismo extrayéndose una muela bajo los efectos del gas.  Tras descubrir la gravedad de sus efectos secundarios, el uso del óxido nitroso como anestésico pasó a la historia. No te pierdas la explicación completa en la sección de RTVE A La Carta.

Optimismo vs. Pesimismo

Querer no es poder… Y no pasa nada. En la sección de psicología, Laura Morán puso sobre la mesa la dicotomía entre el optimismo y el pesimismo. Según estudios, se ha comprobado que, por ejemplo, las personas que en jugando al baloncesto reciben el feedback de éxito del público, acaban encestando incluso cuando no lo lograron antes. Esto enlaza con el Efecto Pigmalión, que afirma que lo que creemos acerca del rendimiento de una persona puede influir en sus resultados. ¿Realmente cambian los resultados en función de la actitud?

El optimismo, propio o ajeno, puede aumentar las probabilidades de éxito al generar pensamientos y actitudes influyentes en nuestra conducta o rendimiento. Tanto el pesimismo como el optimismo pueden entenderse de dos formas diferentes: como un rasgo de personalidad o como “estilos explicativos”, es decir, a qué atribuimos el éxito o el fracaso de lo que nos sucede.

Numerosos estudios relacionan el optimismo y otras emociones “positivas” con variables de salud como una buena respuesta inmune, pero hay que tener algo claro: que haya una correlación no implica causalidad. No hay estudios que demuestren que las emociones curen o nos hagan enfermar, a pesar de que muchos libros de autoayuda transmitan el mensaje de que todo tiene solución. ¿Conclusión? Una actitud pesimista u optimista no es ni buena ni mala en sí misma, lo importante es distinguir cuándo es más adecuado o funcional adaptar una u otra. ¡En la sección A La Carta puedes ver la explicación completa!

Si te quedaste con ganas de más Órbita Laika, recuerda que el lunes a las 22h te espera un nuevo programa en La 2.  Hasta entonces, tienes todos los anteriores disponibles en RTVE A La Carta. ¡Larga vida a la ciencia y al humor!