"Muchas veces una enfermedad cambia el curso de la historia"
- Este jueves ha tenido lugar la cuarta edición de La ciencia frente al COVID
- Un programa especial en el que se han repasado las pandemias más crueles de la historia y lo que se aprendió de ellas
- Con los expertos invitados Estanislao Nistal, Pedro Gargantilla, Lorenza Coppola Bove y Ricardo Campos
La historia de las pandemias ha sido el tema de debate entre los expertos invitados de la cuarta edición de La ciencia frente al COVID, una serie de programas especiales, de carácter divulgativo, sobre algunos de los aspectos más relevantes y de interés público en torno al coronavirus fruto de la colaboración entre Radio Nacional de España y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT).
De la mano de Estanislao Nistal, profesor de Microbiología de la Universidad CEU San Pablo, se ha recordado el descubrimiento de Louis Pasteur de que los gérmenes causan enfermedades, fundamental para el desarrollo de las teorías de las enfermedades infecciosas. Las pandemias más crueles de la historia y lo que se aprendió de ellas; las pandemias del siglo XXI (SARS, gripe aviar, MERS, zika…) o una mirada al futuro para dilucidar cuál puede ser la siguiente en nuestro mundo globalizado estarán en los contenidos de este programa.
También han participado en el debate Pedro Gargantilla, jefe de Medicina Interna del Hospital de El Escorial y profesor de Historia de la Medicina en Universidad Francisco de Vitoria; Lorenza Coppola Bove, profesora de Antropología Forense, y Ricardo Campos, historiador de la ciencia en el Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC.
La ciencia frente al COVID parte de una premisa clara: saldremos de la pandemia de la mano de la ciencia. Desde el Estudio Música 4 de RNE, y con la presentación de la periodista Beatriz Domínguez y el asesoramiento de Manuel Seara, director del programa A hombros de gigantes, se desarrolla un tema, en cada entrega, relacionado con la ciencia y el coronavirus, y con la ayuda de expertos y científicos.
Introducción: de epidemia a pandemia
Una epidemia es un brote infeccioso que causa un brote local. Partiendo de esta base, ¿cuándo se produce ese salto de epidemia a pandemia? Estanislao Nistal, profesor de Microbiología de la Universidad CEU San Pablo, responde: "Se convierte en pandemia cuando esto empieza a ser generalizado, cuando salta entre países, entre áreas geográficas distintas y se empieza a esparcir por estas áreas".
Siempre que existe una interacción entre el hombre y el animal, hay una interacción de microorganismos "nosotros tenemos un sistema inmune que tiene unas barreras basales que son capaces de bloquear la entrada de la mayor parte de los agentes infecciosos. Pero hay algunos, que a medida que esta interacción se incrementa, llega un momento que alguno de ellos es capaz de producir la enfermedad en el huésped humano. A medida que puede ocurrir esto, también se incrementa la posibilidad de que ese germen o agente infeccioso salte de humano a humano. Es cuando tenemos ya una epidemia local y una pandemia en caso de que eso se llegue a expandir a otros países", explica el profesor.
A continuación repasamos con los expertos las grandes pandemias de la historia.
La peste de Justiniano
La primera pandemia de la que se tiene constancia sucedió hace cinco mil años y fue, paradójicamente, en China. De aquí, damos el salto hacia el viejo continente y nos trasladamos a Europa, a la Atenas de Pericles en el siglo V "una epidemia, que aunque le llamamos peste, porque durante mucho tiempo utilizábamos esta palabra como sinónimo de epidemia, se produjo una epidemia que cambió el curso de la historia. Acabó con la hegemonía de Atenas sobre Esparta y apartir de ahí, en la Península del Peloponeso, Esparta ejerció su hegemonía. Con lo cual, un dato importante que nos enseña la mirada hacia la historia es que muchas veces una enfermedad cambia el curso de la historia", interviene en el debate Pedro Gargantilla, jefe de Medicina Interna del Hospital de El Escorial y profesor de Historia de la Medicina en Universidad Francisco de Vitoria.
Estas grandes pandemias, o una parte de ellas, han ido asociadas a conflictos armados y a guerras "de hecho la del siglo II la trae el ejército romano después de una campaña en la zona de Irak. Y en la vuelta hacia la zona del Imperio la traen y durante siete u ocho años la van repartiendo por el Imperio", apunta Ricardo Campos, historiador de la ciencia en el Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC.
El SIDA
El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) es, sin duda, una de las grandes pandemias del siglo XX. Pedro Gargantilla: "Es una pandemia sin ninguna duda. Y además es una pandemia que tiene muchísimas peculiaridades. Por una parte, la forma en que se transmite. Y luego, otro aspecto muy importante es el famoso paciente 0. Hemos perseguido ahora con la COVID-19 dónde está el paciente 0, el inicio y en cada país dónde está el suyo. Si recordamos, creo que estaba en la isla de Gomera nuestro paciente 0 que era un turista alemán. Pues ahí, se le echa la culpa a un azafato homosexual que ha tenido muchas parejas en sus viajes y se le acusa con nombres y apellidos de ser el paciente 0. O sea, terrorífico. Era una estigmatización total de una enfermedad que causa millones de muertos. Ahora, si no me equivoco, es un varón de 55 años, el primer chino al que se le atribuye la enfermedad". Científicamente es muy importante localizar a ese paciente 0, pero hay que tener especial cuidado a la hora de tratar esos datos, nos explican los expertos.
En el caso del SIDA, la transmisión no es tan fácil como en el COVID, pero como no se conocía el origen fue lo que provocó esa expansión. "El tema es la irrupción de una enfermedad absolutamente desconocida, que cuando se empieza a tener constancia de ella, digamos que "es muy tarde" porque no se ha sabido ver. El tema del paciente 0, ahora con la COVID lo hemos visto. Han sido primero turistas, luego los pobres y va variando. Es un ratio irrelevante, salvo para los estudios epidemiológicos y científicos que sí les puede aportar muchas cuestiones. Pero a nivel social, yo creo que es un tema intrascendente y muy peligroso en un mundo interconectado. Puede concretar esos temores nuestros en algo, aunque sea mentira, y darnos una explicación que nos haga sentir muy bien, pero con consecuencias sociales muy graves. También pasó con el SIDA", añade Ricardo Campos.
Otra parte muy importante a tener en cuenta es el matiz. Por ejemplo, al SIDA se le conocía como "la peste rosa" o la sífilis "la enfermedad de los franceses" durante mucho tiempo. Pedro Gargantilla: "Hay que tener muchísimo cuidado con este estigma social y esas etiquetas que ponemos a enfermedades que empiezan a aparecer".
La Gripe Española
La Gripe Española acabó con la vida de más de 40 millones de personas en todo el mundo entre los años 1918 y 1920. Con el asesor Manuel Seara, director del programa A hombros de gigantes, repasamos por qué se le llama así a una gripe que no tiene su origen en España.
"En plena Guerra Mundial, la censura militar ocultó la presencia de gripe entre los soldados de los bandos contendientes entre la primavera de aquel 1918 para no desmoralizar a las tropas ni mostrar debilidad ante el enemigo. Entonces, los periódicos españoles, fueron los primeros en informar sobre una enfermedad que estaba matando a la población. En un primer momento intentaron también darle un nombre extranjero. Sin embargo, el corresponsal del Times en Madrid utilizó el término de "Gripe Española" que al final se acabaría popularizando".
Ahora, ha pasado más de un siglo y todavía no conocemos cuál fue su origen. Algunos investigadores afirman que pudo empezar en Francia en 1916. Otros aseguran que en China en 1917, aunque hay bastantes estudios que sitúan los primeros casos en Estados Unidos.
Entre los síntomas, destacan la fiebre elevada, dolor de oídos, cansancio, diarreas y vómitos ocasionales. La mayoría de personas que fallecieron a causa de aquella enfermedad sucumbieron a una neumonía bacteriana secundaria y no existían antibióticos disponibles y no se contó con las primeras vacunas hasta 1940.
Factores que favorecen un epidemia
Las Ciencias Sociales y las Humanidades tienen un papel relevante y pueden aportar muchas cosas relacionadas con los comportamientos sociales, desde disciplinas como la Antropología o la Sociología a estudios sociales y literarios. "Hay todo un caldo ahí de trabajo muy importante que contribuye a tener una perspectiva más compleja y más completa de lo que es una epidemia o una pandemia", explica Ricardo Campos, historiador de la ciencia en el Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC.
Desde el punto de vista biológico, cualquiera puede tener COVID "pero depende mucho del poder económico, de la cultura digamos higiénica, que no tiene por qué ir con las clases sociales, pero desde luego, si a ti te confinan en un piso pequeño con cuatro personas, ahí empieza a haber ya más probabilidades de contagio". Matemáticas puras aunque con muchos matices "históricamente, es muy interesante ver cómo las epidemias han afectado mucho más a los barrios populares que a las clases altas", concluye el historiador.
Arqueología de las grandes pandemias
Lorenza Coppola Bove, profesora de Antropología Forense, nos explica la importancia que tienen los restos y la información que nos pueden aportar los huesos y los dientes: "Aunque no lo parezca, nuestros huesos y sobre todo los dientes son como nuestra libreta, nuestro pasaporte. Llevan todas las informaciones más relevantes de nuestra vida. De hecho, en mi disciplina de habla de osteobiografía, es decir, nuestra biografía, nuestra historia escrita en nuestros huesos".
Así, el estudio de los huesos de las personas que fallecieron siglos atrás, nos puede aportar informaciones muy importantes "por ejemplo, el primer caso en que se encontró ADN del agente patógeno responsable de la peste, se encontró en unos restos de hace 5.000 años en la zona del Cáucaso, es decir, en la zona de Rusia, en Europa Oriental". Un agente patógeno que se supone que llegó de Asia y se expandió por Europa.
Enfermedades como la sífilis o la tuberculosis dejan marcas muy características en los huesos, "por ejemplo, en el caso de la tuberculosis una que llama mucho la atención es una forma de cifosis que se forma en la espalda. La cifosis está formada por el acuñamiento de las vértebras torácicas y es como una joroba. En el caso del estado avanzado de la sífilis, se ven sobre todo marcas a nivel del cráneo que están causadas por la necrosis del tejido óseo. Por eso, si nos fijamos en los cuadros de Leonardo Da Vinci, alrededor de 1490, todas o casi todas sus damas llevan una joya muy particular que está a mitad más o menos de la frente. La llevaban las mujeres de la nobleza para esconder las marcas de la sífilis que se van viendo sobre todo en la frente", explica Lorenza Coppola.
"A lo mejor los huesos no nos cuentan toda la verdad, pero lo que cuentan es verdad".
RTVE Somos Ciencia
La ciencia frente al COVID es una nueva iniciativa de la Corporación para apoyar la divulgación científica. RTVE es el grupo multimedia que más tiempo dedica a la ciencia en su programación: más de 49.000 minutos al año. Una defensa y reivindicación del trabajo de los científicos, que se realiza en todos los canales, en todas las plataformas y para todos los públicos.
RNE dedica más de 2.500 minutos cada mes a la divulgación científica a través de 16 programas. TVE apuesta por programas de corte científico en horarios muy competitivos, como El cazador de cerebros u Órbita Laika. Y en RTVE Digital, el portal Ciencia y Futuro ha logrado 300.000 usuarios en su primer mes. Y muy pronto, pondrá a disposición de sus usuarios aplicaciones de voz y vídeo para resolver dudas sobre la pandemia en Alexa y OK Google.