Ana Obregón a Anne Igartiburu: "Yo sigo siendo madre hasta el día que me muera"
- "Dar las Campanadas juntas es un homenaje a todas las mujeres de España", le dice a Anne
- "Ese día la gente va a ver un corazón que, aunque esté roto, está lleno de amor", añade.
- Mira las primeras imágenes de Ana Obregón en su vuelta al trabajo
"Anne, estoy encantada de volver a verte y de volver a la vida". Así de sincera se muestra Ana Obregón en su primera entrevista en una televisión. Y la hace en Televisión Española, su casa, y con su amiga y compañera, Anne Igartiburu. Las dos juntas despedirán el año en La 1 de TVE, acompañando a los espectadores del mundo antes, durante y después de las Campanadas. Este triunfal y a la vez emotivo regreso de Ana es casi una medicina para ella, más ahora que la cercanía de la Navidad acentúa el dolor por la muerte de su hijo en mayo de 2020.
"No sé cómo explicarte... Es como si hubiera estado viajando 200 años por la luna y de repente aterrizas en un mundo que desgraciadamente no es el mismo, pero es vida. Y por eso estoy emocionada y agradecida", dice con los ojos muy brillantes. "Me he ido los dos años y medio, los del tratamiento de mi hijo, porque he estado volcada en él. ¿Y qué supone? Pues suopne todo, volver a casa. Y mejor que volver a casa por Navidad no hay nada. Me siento en casa, TVE ha sido mi casa 20, 25 años…". Y es cierto, solo hay que recordar algunos de sus trabajos más celebrados y premiados: 'Ana y los 7', 'A las once en casa', 'Hostal Royal Manzanares', 'Anillos de oro', '¿Qué apostamos?'...
Son dos décadas de recuerdos, de programas inolvidables, actuaciones míticas, momentos estelares y Campanadas. Ana ha despedido el año en TVE en tres ocasiones: en 1994 con Joaquín Prat y en 1995 y 2004 junto a Ramón García. Ahora compartir este gran momento con Anne Igartiburu le hace especial ilusión. Les separan 14 años de diferencia pero entre ellas hay respeto, cariño, admiración y complicidad. "Primero me hace ilusión porque seamos dos mujeres, Anne. Y, además, dos Anas. Creo que es un homenaje a todas las mujeres de España. Creo que desafortunadamente ha sido un año muy difícil para todo el mundo, no solo para mí. Y que hay 60 000 familias de fallecidos de coronavirus, hay 200 000 familias de fallecidos por cáncer y todos, ese día, se van a identificar conmigo. Y si yo les doy un poquito de esperanza, y amor, que en definitiva es lo único que importa en esta vida, el amor, ya me quedo satisfecha".
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Ana ha agradecido el encuentro, o reencuentro, con Anne y lo ha compartido en su cuenta de Instagram. "Mi primer día de grabación en casi un año para la promoción de las campanadas. Creí que iba a ser difícil salir de casa, sonreír, cambiar el luto por un maravilloso vestido y joyas, maquillarme, volver a mi profesión y a la vida. Pero tú, mi Aless, me diste fuerzas y luz, con tu amor que atraviesa el infinito. Y pensé en lo que has luchado y sufrido estos dos años con una sonrisa. Pensé en todos los que luchan contra el cancer, el covid, enfermedades terminales, etc... Y me pareció que no tenía ningún mérito. El mérito es de ellos", ha escrito.
Ana aparece radiante con un vestido asimétrico en blanco plata de Alejandro de Miguel, el mismo que le hizo el vestido que llevó al funeral de Aless. Se muestra por primera vez un poco optimista, un poco más alegre, un poco más Ana Obregón. Huye del negro, del luto de cara a la galería, porque su dolor está en su interior. "No quiero decir cuál va a ser el mensaje de las Campanadas pero de lo que estoy segura es que la gente va a ver es un corazón que, aunque esté roto, está lleno de amor".
Poco a poco las palabras, el tono, los gestos y la expresión de Ana van cambiando. Ese corazón roto al que hace referencia se va uniendo día a día. Cada amanecer es un triunfo, un paso más, una batalla ganada. "Hoy, que hemos venido a grabar por primera vez, es el primer día que me despierto y no lloro, porque cuando empiezo luego ya no puedo parar. ¡Qué sanadoras son las lágrimas! Este es un mensaje a todas las personas que estén en duelo, las lágrimas son sanadoras. Me he levantado y he tenido una fuerza que me ha dado Álex, brutal, para volver a la vida un poquito".
Anne se ha emocionado también al ver la fuerza que demuestra Ana Obregón. "Tienes chispita en la mirada", le ha dicho. "Y no la he tenido hasta hoy, me ha vuelto gracias a Álex y a Televisión Española. Álex está aquí ahora mirándome y diciendo, ¡mamá eres brava!". Tras estas palabras casi rompe a llorar y Anne ha cambiado de tema para recuperar el tono casi alegre de la conversación y el tema de las Campanadas que van a dar juntas.
"Por lo pronto somos dos mujeres, dos pedazos de mujeres, madres, porque yo sigo siendo madre, hasta el día que me muera. Y van a ver que las mujeres podemos, que tenemos sensibilidad, corazón, y el mensaje va a ser de esperanza pero sobre todo mucho amor, y mucha responsabilidad hasta que tengamos las malditas vacunas".
Esperanza y ganas de vivir otra vez. Tanto es así que no ha dudado en responder a Anne cuando le ha preguntado cómo se ve en el verano de 2021. "Me veo viviendo una nueva vida, porque ya nunca seré la misma, pero con muchas cosas todavía por dar, no solo como ser humano, como madre se la puedo dar desde aquí, pero como hija, como hermana, como amiga, y profesionalmente he hecho un viaje muy a mi interior que me ha dado una energía diferente, me he reencontrado con mi verdadera alma, y ese tipo de energía siempre se transmite en televisión. ¡A que no vamos a llevar transparencias ni nada!, ¡no vamos a desvelar nada!".
Antes de terminar la entrevista, Anne ha querido trasladar a Ana el cariño, respeto y admiración de los compañeros de RTVE. "En nombre de todos, gracias… Te quiero un montón, mucho. Que, eres... Ana". Los aplausos hay ayudado a que no se derrumbe. Y si lo ha hecho, han mitigado la caída. Ana no está sola, lo sabe, y tiene ayuda para levantarse cada vez que lo necesite y seguir caminando.
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Este jueves Ana volvía atrás, a los años felices, a los momentos con su hijo a los que recurre para coger fuerzas y seguir 'tirando'. En este caso a 2013, cuando su hijo se graduó en EE.UU. Era una madre orgullosa de su pequeño. "Tal día como hoy hace 7 años en Miami a punto de graduarte de tus dos carreras. Cuando las lágrimas no eran rojas sino de felicidad. Cuando reíamos con ilusión ante tu brillante futuro. Cuando no podía ni imaginar que llegaría un maldito momento en que mi único esbozo de sonrisa es saber que cada día que pasa es un día menos para estar juntos".