¿Cómo es el amor en tiempos de COVID-19? ¿Cómo se vive?

• Los futuros padres no han salido de casa en nueve meses. La madre ni ha pisado la calle: ''Cero riesgos para su embarazo''
• Ojalá le cuenten al bebé dentro de unos años que nació en una pandemia que estuvimos sufriendo
• Nos vamos hasta el Ministerio de Exteriores en busca de ayuda para otro de nuestros protagonistas
• Ya puedes ver el avance en Amor en Tiempos de COVID-19. Este miércoles a las 23:40 h.

Dar a luz en tiempos de COVID-19

Un bebé llega a este mundo y eso no se puede parar. Ni posponer (al menos en exceso). ¿Y si la madre tiene COVID-19? ¿Y si da positivo en la prueba que se hace horas antes del parto? Pues epis más completos para todos y a por ello: así es dar a luz en tiempos de pandemia.

La mirada del reportero: Juan Carlos Cuevas

No quiero seguir sin recalcar que si un hospital como el San Francisco de Asís o una futura mamá como Chu Xian no nos dejan grabar este reportaje tan especial sería imposible. Gracias a ellos en Comando Actualidad hemos podido comprobar cómo se da a luz en etapa COVID. Queremos darle las gracias por su generosidad y por dejar que le acompañemos en un momento tan especial, personal y delicado como éste.

Dar a luz en tiempos de COVID-19

Chu Xian y su marido, una pareja joven (más de los que suelen ser padres primerizos en España) llegan relajados al hospital a pesar de que ese día les va a cambiar la vida. De hecho, ya les cambió cuando se enteraron casi al mismo tiempo de que un virus paralizaba el mundo. Casi no han salido de casa en nueve meses. La madre ni ha pisado la calle. Cero riesgos para su embarazo, nos cuenta. Y el padre, que tiene la suerte de teletrabajar, ha salido lo justo.

Tras las pruebas iniciales de que todo va bien, a Chu le hacen la PCR. Da negativo. Eso facilita el parto, pero no evita que la mujer tenga que parir con mascarilla. Si a todos nos molesta solo con andar, imagínense con el titánico esfuerzo de dar a luz, en el expulsivo.

Es duro para ella, muy duro. Pero ese esfuerzo es más fácil gracias a la enfermera María Jesús, a la matrona Karmele y al ginecólogo José Ángel. Todos ellos pasaron la COVID-19, y ahí siguen, entrando varias veces a la semana a la sala de partos para traer alegrías a este mundo, que falta hacen.

Secuelas que dejan huella

Además, José Ángel, el ginecólogo, reconoce tener dolor y fatiga casi constante desde hace meses y aun así en algunos partos se tiene que enfundar el “traje de astronauta” para las madres que dan positivo y tienen que dar a luz. Eso no para.

Dar a luz en tiempos de COVID-19

Quien tampoco para de grabar todo lo que allí pasa es Yu, el papá. Tiene más material que nosotros. Luego entendimos que es para que la familia, que está toda en China y que tardará mucho en ver a la niña por culpa de la maldita pandemia, pueda disfrutar de su primera nieta.

Por cierto, la niña se llama Juno. Es el nombre de un personaje de animación y el de la diosa romana del matrimonio. Se lo ponen por eso y porque a la mamá le gusta, que es la que la trae al mundo. Ojalá le cuenten dentro de unos años que nació en una pandemia que estuvimos sufriendo pero que ya no, que con ella llegó el inicio del final de una pesadilla.

La mirada de Teresa G. Perales

Erundino lleva 25 años trabajando en la misma empresa, unos grandes almacenes. Está divorciado y tiene dos hijos veinteañeros, ya independizados. La monotonía y la soledad estallaron en su pisito de Ciempozuelos cuando, a través de internet, conoció a María Isabel, una colombiana que le ha llenado su discurso de diminutivos tiernos y le ha dado una nueva capa de barniz a sus ojos.

“Me derretí con su primer hola”, confiesa el madrileño, de 56 años. Tras una convivencia de tres meses y un par de viajes, decidieron casarse. Y el mundo se vistió de primavera, pero no de cualquier primavera, de ésta última, la de 2020, la de la COVID-19. Se cerraron las fronteras y su vida “se paralizó con la pandemia”, explica Erundino. “No somos los únicos, hay cientos de españoles en mi misma situación” añade.

Muchos de ellos se han unido a una campaña mundial bajo el lema “love is not tourism”: el amor no es turismo. Luchan para que se autorice a sus parejas a viajar a España cuanto antes.

“No estamos casados, ni registrados todavía, pero somos una pareja real que quiere formalizar su relación y no nos dejan. Estoy desesperado” sentenciaba Erundino en el recibidor de su casa. “Estoy dispuesto a todo para traerla a España y hacerme cargo de sus hijas adolescentes. Llevamos seis meses sin vernos” - nos cuenta desde su sofá, cuando suena el teléfono. Nos lo muestra. Pone que está llamando “Mi vida”. Ha guardado así a María Isabel en sus contactos.

Amor en tiempos de COVID: ¿cómo se las arreglan las parejas binacionales?

Acaba de comprar los colchones para las hijas de ésta, aún tienen el plástico del embalaje. Hay numerosas fotos de María Isabel en las paredes, una mujer atractiva, de 31 años, de larga cabellera negra.

Acompañamos a nuestro protagonista al Ministerio de Exteriores en busca de ayuda. Tiene una cita en la que le explican que el trámite debe hacerlo su pareja en el consulado de Bogotá. Los consulados tienen la potestad de acreditar la relación y emitir el salvoconducto que permitiría al ciudadano extracomunitario subir al avión con destino a España.

Aunque es muy difícil para dos personas demostrar que son pareja por medio de documentación, lo hacen, la presentan. No sólo una vez sino varias. Pero pasan los meses y no reciben respuesta. “En el consulado nos ignoran. Estamos muertos en vida”, señala el madrileño, mientras se pasa la mano por el pelo blanco de forma repetida.

Amor en tiempos de COVID-19 - Comando Actualidad, miércoles a las 23:40 h.

Tomamos la iniciativa y solicitamos entrevistar a algún responsable y nos recibe Juan Duarte, Director General de Asuntos Consulares y Españoles en el exterior. Nos asegura que “todas las parejas que acrediten que tienen una relación de pareja podrán reencontrarse pronto”.

Nos indica que no hace falta un año de un año de convivencia y que él personalmente lleva el registro de las solicitudes que se autorizan en los más de 180 consulados con los que cuenta España en el exterior.

Erundino está con nosotros, junto a Darío, el cámara, y sonríe. No lo sabe aún, pero en unas horas va a recibir el salvoconducto que permitirá a su pareja viajar.

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